VALENCIA. Los nombramientos de la consellera de Sanidad, Carmen Montón, están en el punto de mira desde que designara a la que fuera senadora del PSC Carmen Almiñana como gerente de La Fe antes de sacar el puesto a concurso y le sucedieran otras selecciones polémicas. Aunque Montón dejó claro que los puestos de libre designación son de confianza, vuelve a resultar extraño uno de sus últimos nombramientos, el del periodista leonés Germán Temprano García como director de Gestión Sanitaria de la Conselleria de Sanidad.
Licenciado en Periodismo por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, pasó por Grupo Zeta, La Gaceta de los Negocios, fue corresponsal en el Congreso de los Diputados, y realizó tareas informativas en compañías como Telefónica, Iberia o Renfe. También se ha dedicado a la comunicación política en las instituciones madrileñas tanto en el Parlamento regional como en el Ayuntamiento de la capital además de ser autor de tres novelas.
Difícil el contraste con un puesto que, según el decreto que lo regula, exige funciones como analizar la demanda asistencial y elaborar los indicadores de gestión de las instituciones sanitarias, estudiar las necesidades sanitarias para mantener niveles de calidad asistencial, gestionar protocolos, establecer la coordinación con los recursos socio-sanitarios y coordinar la prestación asistencial entre los distintos departamentos, entre otras.
Desde la Conselleria explican que el puesto está abierto a todas las titulaciones A1 y que el candidato escogido - fue publicado en el DOCV este martes- reúne todos los requisitos. Aseguran que no se trata de una tarea tan técnica, sino más una labor de coordinación entre los departamentos y las direcciones generales. Sin embargo, tradicionalmente el puesto ha estado ocupado por perfiles más técnicos que venían de la gestión sanitaria y eran profesionales de la salud. La plaza comporta una percepción de 49.103 euros anuales.
A la convocatoria, que fue publicada el 17 de agosto, se presentaron otros cinco candidatos. Entre ellos profesionales médicos que han pasado por hospitales como La Fe o ex gerentes de otros departamentos con experiencia en gestión sanitaria. De hecho, la comisión evaluadora estimó en este caso que "no se considera necesario hacer entrevista", por lo que firmó la propuesta elevada por la consellera sin tener en consideración la exposición verbal del resto de candidatos.
Entre la valoración de méritos, debería tenerse en cuenta el trabajo desarrollado, desempeños de puestos de trabajo que guarden similitud con el contenido técnico y especialización del puesto solicitado, además de realizar una memoria del puesto de trabajo. En el caso de Almiñana, lo cierto es que la discusión fue más por la formulación del nombramiento, pero sus estudios son de Medicina.
Cabe destacar que en las bases de puestos de libre designación siempre se especifica en un primer momento que el puesto es de naturaleza estatutaria, es decir, que es para personal estatutario con plaza en propiedad en los Servicios de Salud, funcionario de carrera, o para personal fijo de la Generalitat, pero se deja abierta a otras opciones. Podrán participar simultáneamente personal ajeno a la administración que cumpla con los requisitos pedidos "con el fin de que la administración pueda contar con un mayor y heterogéneo número de aspirantes que que concurran en condiciones de igualdad al presente proceso de provisión de plazas". Esta es la frase que recoge todas las convocatorias de este tipo.
El sindicatos CSIF ya denunció tres casos de nombramientos ante Fiscalía, quien abrió diligencias. El más similar el subdirector económico del Hospital de Llíria. Se trata de un licenciado en Filosofía, “que carece de trayectoria en el sector público y que no acude a su puesto de manera habitual, ya que a diario está en la Conselleria”, explicaban fuentes sindicales. Por todo ello, consideran que se trata de “un asesor encubierto” y se está negando la plaza a personas indicadas.
La explicación de la Administración valenciana es que se encontraba desde enero de este año trabajando bajo la figura de “adscripción funcional, ratificada por la Intervención General, por lo cual no existe ninguna irregularidad”. Este modelo de adscrito se ha tramitado para que trabaje en la Conselleria como coordinador en la elaboración del Plan de Recursos Humanos, “pero una vez acabe esta función volverá a su puesto”.
El PP también presentó una queja formal contra la Conselleria de Sanidad ante Transparencia Internacional por no crear una comisión de seguimiento de los nombramientos de altos directivos en este departamento, tal y como aprobó Les Corts. La moción partía del grupo popular y fue apoyada por Ciudadanos mientras que Podemos fue clave para sacarla adelante con su abstención. La misión era se crear una comisión de seguimiento de los 202 nombramientos de altos directivos de la Conselleria de Sanidad y que se publicaran sus procesos de selección.