VALÈNCIA. La apuesta por la educación, por la cultura, por crear políticas de igualdad…, son aspectos básicos y fundamentales que se trabajan desde todos los ayuntamientos, eso es evidente. El problema es que, en ocasionemos, olvidamos que construir el mejor municipio posible implica otros muchos aspectos.
Uno de ellos es la Movilidad, en mayúsculas, entendida más allá de la mera regulación del tráfico. Estamos hablando de diseñar una ciudad pensada por y para toda la ciudadanía, en base a unos valores imprescindibles, como lo son la sostenibilidad, la accesibilidad, la perspectiva de género y la participación.
Ese es el reto que nos hemos impuesto en Quart de Poblet, convertirnos en una smartcity con una filosofía que pone al peatón y al medio ambiente como ejes centrales, adaptando y mejorando nuestro Plan Estratégico de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de manera constante.
Y aunque todavía nos queda mucho por hacer, podemos estar muy orgullosas y orgullosos de todo lo que ya hemos conseguido. Cualquier persona que pasee por nuestro pueblo puede ver la increíble transformación que se ha dado (y se está dando).
Estoy hablando de cómo estamos adecuando tanto los espacios como los edificios públicos, haciéndolos accesibles para todas y todos: rebajando aceras y ampliándolas, para que tanto las personas con diversidad funcional como aquellas que lleven carritos de bebé o, simplemente, de la compra, puedan desplazarse con facilidad por todo el pueblo; hablo de la instalación de semáforos acústicos; o del acondicionamiento de las prestaciones de los edificios públicos, como la Biblioteca Municipal, para que toda la ciudadanía pueda disfrutar de ellos.
Pero no sólo se trata de mejorar nuestro municipio para que la gente pueda moverse con comodidad y seguridad por él, sino también de hacerlo más habitable, un lugar en el que personas de todas las edades, estilos de vida o cultura pueden convivir. Para ello, hemos instalado parques recreativos para la tercera edad y para los y las más pequeños, con mobiliario urbano y espacios públicos que invitan a relacionarse y, en definitiva, a hacer pueblo.
Siempre, aplicando la perspectiva de género, para que nuestros espacios y edificios públicos no sólo sean igualitarios, sino que acaben con los estereotipos y roles de género establecidos. Como muestra, la incorporación de cambiadores de bebé tanto en los baños de hombre como de mujeres en los edificios municipales. Una filosofía que va de la mano con la defensa de un modelo más sostenible de movilidad, con el que queremos dejar de lado el coche para potenciar una ciudad amable y con menor índice de contaminación, pensada para las personas.
Un cambio de mentalidad necesario que se está dando en todas las ciudades europeas y por el que Quart apuesta de la mejor manera posible, adoptando políticas que facilitan a la ciudadanía el concienciarse: con apoyo al transporte público; ampliando y mejorando las rutas ciclistas; y apostando por la creación de rutas peatonales seguras y agradables que unen los principales puntos del municipio. Especialmente, la conocida Ruta Escolar Segura, con la que se establece el itinerario más adecuado, contando con la colaboración de establecimientos y vecindario, para que niñas y niños vayan a las escuelas. Una medida que pretende que padres y madres abandonen el coche como medio de transporte para llevarlos al colegio, mientras se dota de mayor autonomía a nuestra infancia, a la par que se les educa en no abusar del transporte privado.
Y todo ello, apoyados siempre por las nuevas tecnologías, nuestro principal aliado junto a las campañas de concienciación, para convertirnos en una ciudad accesible y sostenible, o lo que es lo mismo, en una smartcity. Medidores de contaminación acústica y ambiental, material textil que absorbe la contaminación, transportes eléctricos, pero también, apps para detectar plazas de aparcamientos para personas con diversidad funcional o semáforos inteligentes.
Y aunque ya son muchas las actuaciones realizadas o programadas, seguimos recibiendo las aportaciones y necesidades de toda la ciudadanía a través de un proceso de participación abierto, en el que toda la población se está involucrando, bien desde sus asociaciones, bien a título individual.
Por delante, todo un futuro que construir con el apoyo y la colaboración de todas las quarteras y quarteros.
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Bartolomé Nofuentes, concejal de Quart de Poblet