CASTELLÓ. El senador de Compromís, Carles Mulet, denuncia la falta de "sensibilidad" del Gobierno con las poblaciones afectadas por el incendio originado el pasado verano en Bejís. Tras preguntar el 27 de agosto por si piensa hacer algún cambio "dentro de sus competencias" acerca de la nueva línea de muy alta tensión que atravesará varios términos municipales afectados por el fuego, tal y como reveló este diario, el representante político castellonense censura que la respuesta de Moncloa es totalmente ambigua y tan solo se ciñe a que el proyecto "será tramitado conforme a lo dispuesto en la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental", tal y como sucede con el resto.
En este sentido, y aunque la respuesta escrita del Gobierno, fechada el pasado 5 de octubre, señala que la tramitación ambiental se realiza "analizando sus efectos significativos [los de la línea eléctrica] sobre factores como la población, la salud humana, la flora, la fauna, la biodiversidad, el clima, el aire etc., estableciendo las correspondientes medidas para prevenir, corregir y, en su caso, compensar los posibles efectos adversos sobre el medio ambiente", Mulet critica que esta zona "ha sufrido un incendio brutal, descomunal" y el Gobierno "debería tener una especial sensibilidad en la recuperación y en no castigar más ese territorio".
Tal y como ya hiciera anteriormente, la coalición valencianista pide la paralización de este proyecto: "De lo que estamos hablando es de proyectos de pura especulación energética al que le da igual el trazado y que no revierte económicamente para nada en la zona por la que discurre e incluso puede suponer un freno a su recuperación, al degradar todavía más el paisaje y el entorno. Lamentamos que el Gobierno no demuestre un mínimo interés en tratar de minimizar este impacto. Este tipo de infraestructuras, si realmente son necesarias e imprescindibles, deberían discurrir por donde su impacto sea menor: por zonas ya transformadas como los márgenes de una autovía, aunque suponga un sobrecoste para las empresas y no por donde les dé la santísima gana. El Gobierno puede pero no quiere imponer trazados sensatos", concluye Mulet.
