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Euromunicipalismo: cómo acceder a los fondos europeos desde la perspectiva local

3/05/2021 - 

VALÈNCIA. Los fondos europeos de recuperación pronto serán una realidad. La Unión Europea tiene previsto movilizar 750.000 millones de euros en tres años para que los estados miembros puedan hacer frente a las consecuencias más duras de la pandemia, un montante del que a España le corresponderían alrededor de 140.000 millones. Así, pronto las instituciones y otras organizaciones sociales tendrán que empezar a trabajar en la redacción de proyectos para poder acceder a estas ayudas, un proceso que en el caso de la Comunitat Valenciana se pretende regar con la perspectiva del municipalismo.

En este contexto, la preparación de los ayuntamientos para elaborar sus propios proyectos será clave. Ellos mismos deberán identificar sus puntos débiles pero, sobre todo, encontrar soluciones inteligentes e innovadoras que puedan seducir a la Unión Europea para acceder a los fondos. Una oportunidad de oro que puede servir para dar el impulso definitivo a algunas ideas que hasta el momento habían quedado en el fondo del cajón por falta de financiación, y también para dar un nuevo paso en materia de regeneración urbana y adaptación al futuro. 

Sin embargo, la situación también presenta una serie de problemáticas como, por ejemplo, ¿qué pasa con los ayuntamientos que no tienen recursos para poder afrontar un proceso de estas características? La concurrencia principalmente basada en la calidad del proyecto y no en otros indicadores como el número de habitantes podría beneficiar enormemente a los municipios más pequeños pero, para eso, deben tener primero la capacidad de presentar esas ideas. ¿Y si no la tienen por su cuenta? Es precisamente aquí donde las mancomunidades pueden jugar un papel fundamental

Por eso, Valencia Plaza junto con la Mancomunitat de l'Horta Sud organizó el desayuno Fondos europeos para mancomunidades y municipios, cómo acceder a la financiación, en el que se abordaron las diferentes maneras en las que las entidades locales pueden optar a los Next Generation y también a las otras líneas de ayudas auspiciadas por la Unión Europea. En el encuentro participaron Eva Sanz, presidenta de la Mancomunitat de l'Horta Sud, Bartolomé Nofuentes, asesor especial de fondos europeos de la GVA, Carlos Fernández Bielsa, vicepresidente de la Diputació de València, Adrián Ballester Espinosa, portavoz de gobierno de la Diputación de Alicante y Pau Ferrando, diputado de Promoción Económica, Ocupación e Internacionalización de la Diputación de Castellón. 

Eva Sanz, presidenta de la Mancomunitat de l'Horta Sud. Foto: KIKE TABERNER 

Asimismo, también estuvieron presentes Rubén Alfaro, presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, María Dolores Celda Lluesma, presidenta de la Mancomunitat de Camp de Túria, Sergi Machí, presidente de la Mancomunitat de la Ribera Alta, Óscar Navarro, presidente de la Mancomunitat de la Ribera Baixa, Miguel Esteban Tórtola, presidente de la Mancomunidad Hoya de Buñol-Chiva, Luís Francisco López, vicepresidente de la Mancomunidad del Interior Tierra del Vino y Francisco López, presidente de la Mancomunitat de l'Horta Nord. 

Poner orden en los fondos europeos

La presidenta de la Mancomunitat de l'Horta Sud, Eva Sanz, comenzó destacando la importancia de organizarse para poder acceder a la nueva oportunidad que presentan los fondos europeos. De este modo, consideró que una de las principales claves será simplificar la burocracia para poder trabajar de manera fluida y sencilla, facilitando en todo momento la presentación de proyectos para instituciones como ayuntamientos y mancomunidades. 

Del mismo modo, también explicó la importancia de tener una línea de acción muy clara para poder presentar proyectos que estén en verdadera consonancia con esa perspectiva de futuro. Por ello, anunció que su institución ya había comenzado a trabajar en un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transición Económica (PERTE) que será la hoja de ruta genérica para la elaboración de proyectos. Así, la mancomunitat se ha marcado una serie de objetivos que intentará cumplir a través de estos fondos europeos. Entre ellos se encuentra la igualdad de género, el desarrollo urbano, la transición ecológica y otras muchas cuestiones. 

Por su parte, uno de los mayores expertos en gestión de fondos europeos de la Comunitat Valenciana, Bartolomé Nofuentes, quiso aportar su perspectiva a toda la cuestión. Una de sus principales preocupaciones es poner orden en todo el proceso de concurrencia a los fondos, generar una especie de método que sirva para guiar a las instituciones y facilitar la presentación a las convocatorias, de modo que no se pierda ni un euro por una cuestión tan simple como falta de logística. Así, considera que la llegada de los Next Generation suponen una oportunidad ideal para empezar a trabajar en la construcción de esta infraestructura administrativa, algo que llegará para quedarse y servirá para futuras ayudas. 

Bartolomé Nofuentes, asesor especial de fondos europeos de la GVA. Foto: KIKE TABERNER

"Tan importante es la gestión como la gestión. Debemos tener rigor en la ejecución", aludía, y proponía la creación de un Observatorio Valenciano para los Fondos Europeos que permita poner orden en todo el proceso. Por otra parte, también quiso resaltar la importancia de los partenariados y de las redes de colaboración. Nofuentes considera que el acercamiento entre instituciones, clusters empresariales, universidades y demás miembros de la sociedad civil puede amplificar la calidad de los proyectos que se presenten, por ser más horizontales, satisfacer a más personas y al mismo tiempo ser más robustos. 

También Pau Ferrando, de la Diputación de Castellón, apoyó la necesidad de plantear ideas conjuntas y elaborar planes que incluyan todos los sectores territoriales y sociales. "Europa ha sido concebida como una piñata a la que tú vas a ver si caen billetes de quinientos euros y eso no es así. Necesitamos una estrategia, un proyecto sólido, un plan para toda la provincia". Y añadía: "Hasta ahora las ayudas europeas parecían una guerra que cada uno hacía por su lado, y ya basta. Tenemos que redefinir nuestro proyecto de territorio e ir juntos". Finalmente, también defendió la importancia de diferenciar las necesidades del espacio urbano y el espacio rural. 

Por su parte, Adrián Ballester de la Diputación de Alicante lanzó la pregunta, ¿están las instituciones preparadas para gestionar los fondos europeos que vienen? Cabe recordar que en los próximos tres años se van a recibir más fondos que en los quince anteriores juntos. Esto supone un importante reto de gestión que recuerda a las instrucciones de Nofuentes sobre crear método e infraestructura para facilitar la gestión. 

Una tarea que desde la Diputación de Alicante ya han empezado a perfilar: "Se ha puesto en marcha un proceso selectivo para técnicos en proyectos europeos, para la diputación y para los municipios". Asimismo, también ha incidido en la idea de crear planes estratégicos y coherentes: "Nosotros estamos trabajando en agenda digital y transición verde. Por ejemplo, toda la comunidad energética de la provincia está trabajando en una estrategia", exponía. 

La problemática de los ayuntamientos pequeños

El vicepresidente de la Diputació de València, Carlos Fernández Bielsa, volvía a incidir en la importancia de la información y de la planificación: "Hay que saber cuál es la estrategia común de cada municipio y mancomunidad". Del mismo modo, introdujo por primera vez la problemática con la que muchos municipios pequeños se encontrarán a la hora de acceder a los fondos europeos: la falta de estructura administrativa para poder analizar necesidades y luego elaborar un proyecto con el que se pueda concurrir a las ayudas.

Así, explicó que el papel de las mancomunidades será clave a la hora de suplir estos servicios, y por eso ha anunciado que la institución provincial sacará una línea de subvenciones de 250.000 euros para que las mancomunidades puedan contratar personal experto en proyectos europeos, o bien los servicios externos de una asesoría especializada. De este modo, podrán ofrecer asistencia a todos los municipios que así lo deseen, y garantizar que todos pueden acceder en igualdad de condiciones a los fondos. Asimismo, la diputació también está realizando esfuerzos para articular un servicio "potente" de asesoramiento en esta materia. 

María Dolores Celda, presidenta de la Mancomunidad de Camp de Túria, está de acuerdo con la gestión de fondos europeos desde las mancomunidades, pero considera que para poder llegar a eso primero habría que esclarecer cuáles son sus funciones, competencias, estructura y financiación. Es decir, establecer un marco normativo con el que poder funcionar de manera eficiente. En este sentido, apeló a la creación de una ley de mancomunidades que pueda poner orden en todo este asunto.

"Las mancomunidades a veces parecemos un pozo sin fondo y lo primero que tendríamos que hacer sería hablar de diagnósticos. Hacer diagnósticos sobre el territorio y la comarca para tener una visión global y saber en qué tenemos que invertir el dinero, no pedir por pedir". Del mismo modo, también apeló a la importancia del asesoramiento para articular correctamente tanto las mancomunidades como los proyectos que se desarrollan desde ellas. 

El presidente de la Mancomunitat de la Ribera Baixa, Óscar Navarro, indició en las dificultades de los ayuntamientos más pequeños para poder acceder a ayudas europeas: "Hay ayuntamientos que tienen recursos muy limitados y no pueden pensar en conceptos como big data o smart city porque se enfrentan a problemas mucho más mundanos. ¿Cómo vas a hablar de fondos europeos a un alcalde que tiene que levantarse e ir a abrir el cementerio porque no hay ni una persona que lo haga? En este sentido, sería lógico agrupar las necesidades de todos estos ayuntamientos para poder hacerles frente de manera conjunta y mucho más eficiente". 

De nuevo, la respuesta son las mancomunidades, pero con matices: "Si queremos que las mancomunidades tengan un papel en todo esto, primero habrá que dotarlas de recursos y definir cuáles son sus competencias. Tenemos que saber cuál es su papel si queremos tener una estrategia", concluía, en la misma línea de razonamiento que Dolores Celda. 

María Dolores Celda, presidenta de la Mancomunidad de Camp de Túria. Foto: KIKE TABERNER

También en el mismo sentido se pronunció el vicepresidente de la Mancomunidad del Interior, Luis Francisco López: "Es muy importante que las mancomunidades establezcan oficinas de proyectos europeos, porque en los territorios hay municipios muy desiguales: algunos son muy potentes y otros más pequeños. Pero para que las mancomunidades se puedan hacer cargo de eso, primero necesitan recursos, financiación real de medios y apoyo material. Necesitamos ayuda profesional para poder aprovechar esta oportunidad".

En cuanto al foco de los proyectos europeos para la provincia de Valencia, Francisco López, presidente de la Mancomunitat de l'Horta Nord, destacó transición ecológica, transformación digital, igualdad de género y cohesión territorial. Unos preceptos con los que el presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Rubén Alfaro, coincidió. Igualmente, Alfaro matizó algunas de estas proyecciones y nombró aspectos como la incorporación de la inteligencia artificial en las ciudades, el big data o hacer llegar el 5G a todo el territorio. 

Freno a la euforia de los fondos europeos

Por el contrario, también hubo lugar para el escepticismo ante la euforia de los fondos europeos. Sergi Machí, presidente de la Mancomunitat de La Ribera Alta, consideró que los municipios y mancomunidades deberían trazar sus líneas estratégicas independientemente de la institución a la que se vaya a pedir el dinero. Así, considera que es necesario crear esa conciencia para generar planes de futuro sin necesidad de que Europa sea el centro.

"Hay que ser realistas, muchas de nuestras necesidades también las puede cubrir la Diputació, la Generalitat o el gobierno de España. Tenemos que centrarnos en la calidad de la estrategia y de los proyectos, no en mandarlos a Europa". En este sentido, cree que los fondos europeos son un medio pero nunca un fin. Y advierte: "Si vamos a presentarnos a proyectos europeos, al menos que tengan un valor añadido, que no sean los mismos que les podemos pedir con mucha más facilidad a otras instituciones". 

Segi Machí, presidente de la Mancomunitat de la Ribera Alta. Foto: KIKE TABERNER

Finalmente, Miguel Esteban, presidente de la Mancomunidad de Hoya de Buñol-Chiva, también mostró cierto escepticismo ante los fondos europeos: "Con esto nos pasa lo mismo que con todo, nuestra comarca tiene una gran parte del terreno protegido y no podemos desarrollar proyectos con tanta facilidad", aludía, con respecto a sus dificultades propias. 

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