VALÈNCIA. El Palau de la Música de València tiene casi todo preparado para dar comienzo a la temporada 2025/2026, pero le falta la certeza de que vaya a ser donde tenía previsto, la Sala Iturbi. A poco más de una semana del primer concierto de abono, el ritmo para reparar la parte del techo que se desprendió el pasado mes de julio y asegurar el resto del camaranchón de madera va a destajo. Pero a día de hoy, el Ayuntamiento no tienen la certeza absoluta de poder llegar al estreno. Fuentes oficiales adelantan a este diario que “se va a buen ritmo”, pero el concejal José Luis Moreno avisa de que aún no tienen la confirmación de que vaya a ser así: “Es posible que sí llegue, pero también puede ser que nos retrasemos algunos días o más”, reconoce.

A finales de julio, fue el propio Palau de la Música quien comunicó el desprendimiento de parte del techo durante las tareas de limpieza del camaranchón de madera. “Ahora hay que ver hasta qué punto ese desprendimiento podía haber sido más o menos peligroso o si, en caso de que no se hubiera tocado, no hubiera pasado nada; o incluso si tendría que haberse cambiado en la primera fase de la reforma”, comenta el concejal. Ciertamente, a pesar de que la Sala Iturbi estuvo cerrada más de cuatro años (toda la pasada legislatura) para una reforma integral, el techo no formó parte de la batería de actuaciones.

Semanas después del incidente, el Palau puso la primera fecha estimada de recuperación de la actividad en la sala principal del auditorio: mediados de octubre, para comienzo de la temporada. Los operarios están resolviendo la parte caída, pero también tienen que emitir un informe asegurando la seguridad en la sala y proponiendo un plan de posible reforma para evitar futuros incidentes similares.

“La solución que se busque ahora, ya se verá si dura más o menos en el tiempo. De hecho, se va a hacer un control periódico cada dos o tres meses para ver que aquello se mantiene en condiciones. En un futuro quizás haya que hacer un cambio de todo el camaranchón, porque no se hizo en la reforma integral del edificio. Hasta que no acabe toda la obra no tendremos el informe arquitectónico que nos diga qué van a hacer, cómo lo van a hacer, o qué plazos tenemos, pero la posibilidad de que se tenga que cambiar en un futuro existe”, admite el concejal.

Si en un primer momento la primera solución fue instalar una tela asfáltica y hacer una intervención mayor fuera de la temporada, ahora se ha asegurado el techo con unos enganches que llegan hasta el techo real del edificio.

Hay un plan B

Los conciertos previos al inicio de temporada programados en la Sala Iturbi y promovidos por el Palau de la Música se han ido celebrando en Les Arts para evitar su cancelación. A falta de días para conocer si se llegará a tiempo para el primer concierto de abono, desde el auditorio municipal se ha querido adelantar a cualquier posibilidad y ya se han hecho “prerreservas en otros espacios” a los que se trasladaría la programación para no cancelar ningún recital.

En caso de que el cierre se demorara aún más en el tiempo que unos pocos días (una posibilidad que tampoco está cerrada del todo) “habría que buscar más espacio”, aunque la anticipación de este plan B se ha hecho para las tres primeras semanas de programación.