VALÈNCIA. València estrenó este sábado su nuevo gran recinto cultural y deportivo con un tributo a la voz más universal de la Comunitat. Bajo el título Bravo, Nino, cerca de una veintena de artistas se reunieron en el Roig Arena para cantar a Nino Bravo, en un concierto que agotó las casi 20.000 entradas disponibles.
La inauguración del espacio quiso unir el “bautizo” del pabellón con la memoria sentimental de varias generaciones. Himnos como Un beso y una flor, Libre o Te quiero, te quiero resonaron con versiones que oscilaron entre el pop, el flamenco, la canción de autor, el indie y la música latina.
El arranque corrió a cargo de Malú, a la que siguieron David Bisbal, Víctor Manuel, Vanesa Martín, Pablo López, Miguel Poveda, Marta Sánchez, Pitingo, Sole Giménez o Carlos Goñi, además de Chambao, La Habitación Roja, Varry Brava y La Casa Azul. También participaron Andrés Suárez, Funambulista, Luis Cortés, Juanjo Bona y la joven Sandra Valero. La nómina de voces fue tan amplia como el espectro musical que ha sabido inspirar el cantante de Aielo de Malferit.
Uno de los momentos más emotivos llegó con la irrupción en escena de Eva Ferri, hija del artista, que interpretó Vuelve acompañada por un holograma en 2D de su padre. El repertorio se cerró con la energía de David Bisbal en América y con todos los artistas sobre el escenario coreando Un beso y una flor, convertido en el colofón de la primera noche del Roig Arena.
Cinco años de camino
El Roig Arena ha necesitado cinco años de obras y una inversión que roza los 400 millones de euros —contando el recinto, el colegio anexo, el aparcamiento y la urbanización de los alrededores— para convertirse en la mayor infraestructura cultural y deportiva de València. Impulsado por Juan Roig y gestionado con capital privado, el recinto se proyecta como un espacio polivalente con capacidad para 20.000 espectadores en conciertos y 15.600 en partidos de baloncesto, además de un auditorio secundario de 2.000 plazas y múltiples zonas de restauración integradas en sus anillos interiores.

- -
- Foto: KIKE TABERNER
El Valencia Basket será el usuario prioritario, con su estreno oficial previsto para el 1 de octubre en Euroliga contra Virtus de Bolonia, pero la agenda del Roig Arena va mucho más allá del deporte. El calendario ya incluye más de 70 conciertos y eventos de entretenimiento en 2025 y 2026, además de un número similar de actos corporativos. La dirección calcula que el recinto atraerá más de un millón de visitantes anuales, 600.000 de ellos vinculados directamente a la programación musical.
El Roig Arena quiere situar a València en el mapa de las grandes giras. En el plano nacional destacan Camilo (12 de septiembre), Manuel Carrasco (20 de septiembre), Sebastián Yatra (21 de septiembre), Quevedo (2 de octubre), Joaquín Sabina con tres fechas de su gira de despedida (9, 11 y 13 de octubre), Raphael (1 de noviembre), Mónica Naranjo (22 de noviembre), David Bisbal (6 de diciembre), Ana Belén (10 de diciembre) o Loquillo (26 de diciembre). A ellos se suman eventos de envergadura como Los40 Music Awards (7 de noviembre) o Discoteca de los 80 (18 de octubre).
La agenda internacional avanza más lentamente, aunque ya se han confirmado nombres como The Cat Empire, Roxette, The Waterboys, The Psychedelic Furs, André Rieu o Hans Zimmer, cuya actuación en marzo de 2026 fue, de hecho, la primera fecha anunciada por el recinto. La estrategia pasa por atraer a grandes giras internacionales que hasta ahora esquivaban la ciudad.
El proyecto también se ha planteado como referente en términos técnicos. El pabellón cuenta con un sistema de aislamiento de 20 capas que garantiza la calidad acústica interior y la mínima incidencia en el exterior, lo que permite incluso la celebración de dos conciertos simultáneos sin interferencias ni molestias al vecindario. La sostenibilidad energética, la movilidad y la seguridad forman parte de un engranaje que se ha probado en varias jornadas piloto con miles de asistentes.