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MTV: El móvil mató a la estrella del vídeo

  • Michael Jackson
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VALÈNCIA. Se acabaron las emisiones musicales en MTV. Se acabó otro capítulo imprescindible de la cultura pop. Se acabó porque las grandes marcas, cuando pierden fuerza y ya no son tan grandes, acaban devoradas por otras que algún día serán devoradas a su vez por otras y acabarán perdiendo su esencia. Pasa en el mundo editorial –Seix Barral es de Planeta y Alfaguara, de Penguin Random House, y también en el mercado musical. Motown y Def Jam hace tiempo que dejaron de ser sellos para convertirse en marcas de Universal. Y antes de eso, Polydor acabó fusionándose con Phonogram hasta que la compañía resultante, Polygram acabó siendo absorbida por Universal cuando esta decidió ampliar su radio acción e ir más allá del cine. Sea como sea, MTV sigueexistiendo, pero enfocada a otros asuntos. La cadena que impuso nuevas reglas en el mundo del pop ya no emitirá más contenidos musicales. Hace mucho que la gente ve los vídeos en plataformas como YouTube. Todo cambia, todo pasa, todo evoluciona.

MTV debutó con un vídeo de Buggles que quiso ser premonitorio: Video Killed TheRadio Star: El vídeo mató a la estrella de la radio. Pero que se sepa, los video clips no llegaron a matar a ningún locutor. Lo que sí hicieron fue quitarles protagonismo. La imagen se convirtió en parte indisociable de los lanzamientos discográficos. Cada sencillo debía tener su correspondiente videoclip. Y así, a partir de que la cadena comenzara a emitir, fue creciendo la ambición por hacer el vídeo más impactante. La cosa llegó a su cénit en 1983, con la emisión del Thriller de Michael Jackson. Los vídeoclips habían dejado de ser una obligación rutinaria –planos del grupo tocando o del solista haciendo cualquier cosa para llenar planos- para convertirse en piezas de arte con vida propia. Además de Jackson, Madonna, U2, Prince, Springsteen, Bowie y otros grandes nombres de la época entendieron que había que echar mano de la imagen para seguir conquistando admiradores. Se invertían millones en vídeos que eran estrenados a bombo y platillo. Y los artistas que no gozaban de tales presupuestos –los independientes- tiraban de imaginación y demostraban que con sencillez también se podían hacer clásicos.

 

MTV impuso nuevas condiciones a la industria y, como resultado, el resto de las cadenas se afanaron en tener también sus programas de vídeos o al menos mostrarlos en cuanto fuera posible. Aunque fuese con un primer plano del careto del cantante, el artista tenía que tener su vídeo. Había gente, como Pixies, que detestaban el formato y se resistieron con todas sus fuerzas a rodar clips. Y cuando llegó el inevitable momento de la claudicación, se esmeraron en hacer vídeos que dejaran clarísimo lo poco que les gustaba a ellos hacer vídeos musicales. Ahora, los artistas ya no hacían únicamente recopilaciones con sus mejores temas, también sacaban cintas de vídeo con sus mejores clips. Nadie se acordaba ya lo visionarios que fueron Blondie que, en 1979, antes de que existiera nada parecido a la MTV, grabaron el primer vídeo álbum de la historia. Es decir, un clip para cada una de las canciones incluidas en el disco Eat To The Beat. Hijos de Warhol tenían que ser.

 

Lo que no se suele decir es que la MTV tenía una política racista. Se negaban a emitir vídeos de artistas negros, porque temían que el público blanco los rechazara. Y cuando lo hacían, era casi de tapadillo. Bowie fue uno de los grandes nombres que se quejó ante dicha política. Además, lo hizo durante una entrevista que le hicieron para un programa de la MTV. En dicha conversación, el presentador Mark Goodman esgrimía que uno de los motivos de aquella decisión recaía en el hecho de que MTV no quería asustar a los espectadores de zonas como, por ejemplo, el Medio Oeste.“Un chico de Poughkeepsie se puede asustar viendo a Prince”, razonaba el periodista. Y Bowie, con una media sonrisa, decía, “muy interesante”. Seguramente en aquellas dos palabras resonaba la idea de que aquella política, además de ser racista era absurda, porque si intentar extirpar la negritud de la música pop es como querer quitarle el arroz a la paella. La actitud de Bowie puso el foco sobre un problema, y a partir de ahí, otras voces se sumaron a la queja.

 

MTV también tenía sus remilgos en cuanto al sexo. Los vídeos no podían ser demasiado explícitos, aunque Madonna ya se encargaba de ir ampliando esos márgenes y cuando no se liaba con un Cristo negro, mostraba un catálogo de fantasías y fetiches sexuales de lo más completo. Ella sí que supo sacarle chicha al asunto. Hubo vídeos que solamente se emitían en horario nocturno y en versión censurada, como Closer de Nine Inch Nails o If I Could Turn Back Time, de Cher. En algunos casos, hubo que modificar determinadas palabras de las letras para evitar que los correspondientes versos pudieran tener connotaciones sexuales. De ese control no se escapó ni Michael Jackson. Pero como ya hemos dicho, la reina de dar dolores de cabeza a la MTV fue Madonna. No se le ocurrió nada mejor que hacer comentarios políticos en plena guerra de Irak (American Life), y la cadena prohibió el vídeo.

 

  • Nirvana -

 

Quizá el último gran momento de gloria de la MTV como faro audiovisual del pop fue en los noventa. Amortizaron muy bien la aparición del grunge y contribuyeron a la consolidación del término rock alternativo. También tuvieron el acierto de inventarse un formato, los unplugged, los conciertos acústicos, que fueron dejando auténticos clásicos. Nos quedamos sin saber cómo habría sido el unplugged de Velvet Underground, que acababan de reunirse, porque Lou Reed se peleó con el resto del grupo a raíz de dicho encargo. Pero sin duda, el mejor de todos sea el que dieron Nirvana unos meses antes de que Kurt Cobain se quitara la vida. Precisamente fue gracias a la insistencia de la cadena en programar el vídeo de Smells Like Teen Spiritque la banda triunfó a nivel global tres años atrás. Programas como Beavis & Buttheadapostaron por la incorrección política cuando la incorrección política todavía no era patrimonio de los defensores del malismo. Y fue estupendo que existiera un programa como MTV 120 minutes, dos horas semanales dedicadas al rock alternativo menos sospechoso de oportunismo. Con especiales dedicados a bandas como Sonic Youth o Hole, con vídeos de bandas que seguramente no podías ver en ninguna otra parte en una época en la que un concepto como YouTube no era más que un sueño. Incluso podías olvidarte de que el presentador fuera alguien tan poco interesante como Kurt Loder. Pero al final, el sueño se hizo realidad y la tecnología facilitó que ya no tuvieras que sentarte ante el televisor para ver vídeos musicales. Los paradigmas culturales iban cambiando, y a medida que el siglo XXI ha ido evolucionando, la música pop ha ido transformándose, viendo como el inglés dejaba de ser su lengua hegemónica, enfrentándose a nuevas vías de mercado mientras los viejos artistas descubren repentinamente que se hacen viejos y hay que seguir ingresando dinero en el banco. Y como daño colateral, la MTV deja de emitir música. En realidad, hacía muchos años que la cadena se había centrado en realities y otras mandangas que poco tenían que poco tenían que ver con la música pop. Cabe recordar que uno de los programas más fascinantes –por diversos motivos- fue el reality Alaska y Mario, emitido por MTV España. Y puede que eso sea lo último interesante que recordemos de la que fuera cadena musical por excelencia. Al final, el asesino no fue el vídeo, fueron los móviles. El vídeo fue la víctima junto a quién sabe cuantas cosas más que hoy ya carecen de importancia.

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