VALÈNCIA. El colapso se puede comprender como un fin en sí mismo, un lugar en el que todo está acabado y donde solo cabe la destrucción. El diccionario, en su definición, lo comprende como la “ruina de algo”, especialmente referida a estados e instituciones. Para la artista valenciana Naen este término va mucho más allá, su colapso comprende un final inacabado en un mundo en el que todo está por descubrir, y no por destruir.
Un sitio en el que, como un ave fénix, puede resurgir de la gran “nada” y generar su propio imperio. Todas estas definiciones caben en su primer álbum: Colapso, en el que esta palabra se vuelve protagonista y se deja abrazar por seis canciones en las que genera un universo en el que se pone como protagonista.
Desde referencias a películas que le inspiran como Cisne negro hasta temas que hablan de su cambio como artista -con Lo transmuto- la valenciana se deja llevar por el fin de un todo que le plantea nuevos comienzos partiendo de su cabeza, mente y corazón. “Me gusta la idea de retratar la salud mental a través de mi historia, a lo largo de tres años genero un microuniverso en el que hay cientos de ideas dando vueltas que hablan sobre quién soy, como me veo y como puedo plasmarlo a través de la música”, explica la artista.
Aunque a través de las letras ya deja espacio a que cualquiera pueda conocerla un poco más decide generar este universo también con un fuerte apoyo audiovisual: a través del lanzamiento de un Visual Album grabado en estilo one shot -una sola toma, como sucede en la serie Adolescencia- en el que la ansiedad, el amor propio y el baile le sirven para contar su historia.
“Sirve para dar forma a mi relato, para explicar lo que estoy experimentando y para hablar de mi imagen en el espejo. En Colapso hablo mucho sobre el cuerpo, la afección y el perfeccionismo mientras me centro en el relato de una artista que intenta encajar en el mundo”. Entre sus referencias se encuentran películas como Cisne negro o Perfect Blue, que le sirven para hablar de esa idea de la perfección y las versiones que viven dentro de uno mismo. A través de su música, y de la mezcla de estilos -desde ritmos de balada hasta algo más electrónico- consigue desenmascarar a todas las “Naen” que le llevan al colapso.
“Cada vez soy más consciente de todos los sonidos que forman parte del álbum y me parece que definen las diferentes ideas que quería expresar. Creo que salgo de una mezcla en la que letra, visión y sonido se dan la mano para coger el dolor, transformarlo y que lo conviertan en un recuerdo”. Como si se tratara de un espejo, Naen emplea Colapso como una autoterapia en la que las emociones transmutan y donde se atreve hasta con el a capella para hablarse, explorando sus propios límites. Lo consigue hablando de temas que le definen “y que le incomodan” mientras encuentra en el colapso una manera creativa y amable de resurgir, sin que el término se asocie con un concepto negativo.
“Siento que he conseguido expresar mis emociones a través de la música y reconectar con ellas a lo largo de los años. La obsesión me lleva a la canción y Colapso se convierte en un ejercicio sanador desde el que puedo hablarme”, apunta la artista, quien ahora que ha abierto las puertas a su universo creativo, busca inspirar a otras a que se atrevan y lo hagan para dejarse sentir más todo tipo de emociones.

- Naen -
- JUAN SALINAS/STUDIO MIAMI