VALÈNCIA. El próximo viernes 7 de noviembre, a las 19:00 horas, la Unió Musical L’Horta, en colaboración con La Rambleta, organiza dentro del ciclo ‘A poqueta nit’ un acto conmemorativo dedicado al primer aniversario del paso de la DANA de 2024 por los pueblos de L’Horta Sud.
El encuentro reunirá a representantes de diversas sociedades musicales de L’Horta Sud que sufrieron los efectos de la DANA, junto a miembros del voluntariado del barrio de San Marcelino y Luisa Ferrando, una de las coordinadoras del movimiento solidario que surgió espontáneamente en La Rambleta durante los días posteriores a la catástrofe. Aquel movimiento transformó el centro cultural y varias entidades del entorno en espacios de recogida y distribución de productos de primera necesidad para asistir a las zonas más golpeadas, entre ellas las propias agrupaciones musicales afectadas.
La jornada contará con la participación del Centre Instructiu i Musical (C.I.M.) de Castellar Oliveral, la Unió Musical Santa Cecília de Castellar Oliveral, la Unió Musical de Paiporta y la Unió Musical de Picanya, además de la colaboración de la Falla Arzobispo Olaechea–San Marcelino y el Club de Bàsquet Petraher.
Este encuentro pretende rendir homenaje a las sociedades musicales y a los colectivos que demostraron una solidaridad comunitaria ejemplar, abriendo un diálogo entre algunas de las sociedades musicales afectadas y el voluntariado que se movilizó tras la catástrofe.
A continuación, La Rambleta proyectará el documental ‘Voluntarios: la riada silenciosa’, dirigido por Víctor García Ros, que recoge la memoria emocional y colectiva de aquellos días.
La película relata cómo, tras la devastadora DANA que azotó València el 29 de octubre de 2024, dejando 229 víctimas mortales, miles de personas anónimas se movilizaron de forma espontánea para ayudar. En cuestión de horas, La Rambleta se convirtió en el epicentro de una respuesta ciudadana sin precedentes, donde más de 21.000 voluntarios colaboraron para asistir a más de 32.000 familias afectadas.
Sin estructura previa ni coordinación institucional, aquella “riada silenciosa” de humanidad descargó 200.000 kilos de alimentos y materiales, preparó decenas de miles de comidas y distribuyó ropa, herramientas y productos de primera necesidad. Con una mirada íntima y respetuosa, el documental reconstruye esos días a través de las voces de sus protagonistas, ofreciendo un homenaje audiovisual a la generosidad y al espíritu colectivo que emergieron frente al desastre. Un documental que recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, la solidaridad puede convertirse en la mejor forma de esperanza.