VALÈNCIA. Músicos por la Salud, la fundación con mayor actividad en la implementación de microconciertos, se ha reunido hoy con el conseller de Sanitat Universal i Salut Pública Miguel Mínguez para afianzar la colaboración entre la fundación y el sistema sanitario y ampliar las alianzas. A la reunión de trabajo han asistido Guillermo Giner, Presidente de Músicos por la Salud, Marisa Blasco, Jefa de Servicio UCI Hospital Clínico de Valencia y Gabriela Castillo, música colaboradora de la fundación.
Guillermo Giner ha expuesto al conseller "la necesidad de contar con un marco normativo que garantice la presencia de la música en directo en hospitales como una manera de humanizar las estancias hospitalarias". Actualmente los profesionales sanitarios piden más presencia de Músicos por la Salud "en cuanto conocen y experimentan los beneficios de la música en sus pacientes pero la falta de una normativa hace que la inclusión del arte en espacios sociosanitarios, tal y como ha recomendado la OMS, sea complicada", ha señalado Guillermo Giner.
El conseller Miguel Mínguez ha mostrado interés en el proyecto de la fundación Músicos por la Salud y en sus propuestas y planes de futuro. Los objetivos de la fundación son mantener una colaboración más estrecha, estable y amplia con el sistema sanitario valenciano. Incluir el uso de la música en los planes de salud o la firma de un convenio como punto de partida para que sea una actividad contemplada en los presupuestos anuales son las posibilidades que se plantean desde Músicos por la Salud.
Cabe destacar que, en el marco del último Día Europeo de la Música, el Congreso de los Diputados mostró en una declaración institucional su compromiso unánime con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de incluir el arte, y en especial la música en vivo, como apoyo para la salud y “se compromete a dar un impulso a estas prácticas considerando el desarrollo de políticas que mejoren la colaboración entre la música y el sector de la salud”.
Guillermo Giner, presidente de Músicos por la Salud y el conseller Miguel Mínguez se han emplazado a seguir colaborando y explorar posibles vías para afianzar la relación entre la fundación y el sistema sanitario que tantos beneficios aporta a los pacientes. La próxima reunión será en diciembre, según un compromiso del propio conseller Mínguez, para evaluar las acciones que ya viene desarrollando la fundación. En estas fechas se espera que Les Corts Valencianes hayan debatido y votado ya un PNL para la inclusión de la música en espacios hospitalarios.
Desde su fundación en 2015, Músicos por la Salud ha beneficiado a casi medio millón de personas y ha realizado casi 25.000 conciertos aportando momentos de respiro y alivio a pacientes de Hemodiálisis, Oncología, UCI, Salud Mental y Geriatría, entre otros.
Según un estudio realizado por la Fundación Musicoterapia y Salud, los microconciertos ayudan a reducir en un 27% la ansiedad y aumentan en un 88% el bienestar del enfermo. De acuerdo con estos resultados y las recomendaciones de la OMS de incluir el arte y la cultura en los sistemas sanitarios, la fundación ha logrado recientemente, que el Congreso de los Diputados realice una declaración institucional para comprometerse a desarrollar políticas que incluyan la música en nuestro sistema sanitario.
Es la fundación con mayor actividad en la implementación de la música como forma de mejorar la situación de pacientes y personas en situación de vulnerabilidad. Trabaja, desde 2015 por humanizar, con microconciertos, la experiencia de los pacientes de hospitales y centros sociosanitarios.
Desde su creación, ha ayudado a 422.856 personas en el país colaborando con 60 hospitales y 220 centros sociosanitarios y asistenciales. Actualmente busca reducir el estrés e incrementar el bienestar de los pacientes, pidiendo a Gobierno y Comunidades Autónomas que sigan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud e implementen políticas que incluyan la música en vivo en el entorno sociosanitario tal y como lo hacen otros países del entorno.
El proyecto Desorden en el Desván explora la capacidad del ritmo y la melodía para plantar cara a una enfermedad con más de 50.000 valencianos afectados