Frente a la petición de la Comisión Islámica de España, que solicita al Gobierno atrasar o adelantar los exámenes, la Ucidval-Ucide apuesta por ajustar los horarios
VALENCIA. Desde que el cielo queda iluminado, hasta que el sol se esconde en el horizonte, el ayuno forma parte del Ramadán. El noveno mes del calendario islámico conlleva devoción y meditación, pero también privación de alimento y bebida, además de relaciones sexuales, mientras todavía sea de día. Este año, la práctica tendrá lugar del 6 de junio al 6 de julio de 2016, según el ciclo lunar, con el único inconveniente de que en estas fechas se desarrolla la época de exámenes escolares y tienen lugar las pruebas de Selectividad (14, 15 y 16 de junio) dentro del calendario español.
Es por ello que la Comisión Islámica de España (CIE) reclama al Gobierno “la adaptación” de las fechas de los exámenes, especialmente los de Selectividad, para que no coincidan con esta etapa religiosa. Una petición con la que no se muestran de acuerdo todos los creyente, como es el caso de la Unión de Comunidades Islámicas de Valencia (Ucidval-Ucide). En opinión del colectivo, “no es necesario cambiar la fecha por el mes de Ramadán, ya que debemos empezar a acostumbrarnos a situaciones como esta”, expone Abu Ihab Fahmy, coordinador de Ucide en el Levante y presidente de la rama valenciana.
"Es una circunstancia puede darse en distintas fechas del año. Si el Ramadán coincidiera con la Navidad, también tendríamos el mismo problema de exámenes”, argumenta, por lo que apuesta por “la flexibilidad” y recuerda que todavía “son un porcentaje de alumnos minoritarios”. Según datos de la propia organización, hay unos 30.000 alumnos de esta religión en la autonomía, y de ellos unos cientos abordarán la prueba. “Hay que atender a los creyentes de la mejor forma posible en el marco educativo, pero también debemos adaptarnos”, sentencia. Además, recuerda que si fuera necesario, se puede suspender el ayuno y trasladarlo a otras fechas. Asimismo, los menores de 15 años están exentos.
La polémica en torno a los estudiantes musulmanes arrancó la semana pasada, cuando la Comisión Islámica de España (CIE) envió una carta a la Subdirección General de Relaciones con las Confesiones del Ministerio de Justicia para solicitar “adaptar el calendario de exámenes al mes de Ramadán”. Como argumento, CIE aludía al Acuerdo de Cooperación firmado por el Estado en 1992 que "permite cierta flexibilidad a la hora de compaginar los deberes religiosos con la vida del estudiante". Concretamente, el texto exime a los alumnos de realizar exámenes los viernes, día de rezo, y de asistir a clase los días coincidentes con en determinadas festividades, como el Año Nuevo islámico o el fin del Ramadán.
La propuesta que se realiza ahora es adelantar o atrasar la fecha de los exámenes, algo que también afectaría al resto de alumnos de las demás confesiones. También se ha planteado la opción de cambiar las pruebas vespertinas a horarios matutinos, ya que por la noche se rompe el ayuno. “El cambio del horario sí que sería un buen gesto por parte de la Administración y de los profesores”, matiza Ihab Fahmy, quien explica: “De este modo se tendría en cuenta el estado de los alumnos, que por la noche pueden comer y durante la mañana todavía tienen el estómago lleno para enfrentarse a la prueba”.
No es una cuestión puntual, ya que el problema se volverá a repetir durante los próximos años. En 2017, 2018 y 2019 el Ramadán también se corresponderá con el mismo periodo del año, coincidiendo con los exámenes de Bachillerato y Selectividad.
Para la Unión de Comunidades Islámicas de Valencia (Ucidval-Ucide), este tema es “relevante”, pero existen otros “más urgentes”. De hecho, desde hace unos años vienen apelando a la Conselleria de Educación de la Generalitat Valencia por “el derecho a la educación religiosa igualitaria”. “Exigimos una religión específica para cubrir la demanda de los alumnos de esta confesión. Es el primer paso que se debe tener en cuenta para demostrar el respeto por nuestra creencia, mientras que el resto de cuestiones ya irán llegando una vez que tengamos presencia en el espacio educativo”, concluye el portavoz de esta agrupación.
Cabe recordar que el Ministerio de Educación y la Comisión Islámica han aprobado los currículos de la clase de Religión Islámica en ESO y Bachillerato para el próximo curso 2016/2017. No obstante, según la Ucide, nueve de cada diez alumnos musulmanes, el 90% de los que estudian en España, no tiene acceso a este tipo de clases. Solo Andalucía, Aragón, Canarias y País Vasco, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, las ofrecen. Ucide reivindica que, en función de la densidad de alumnos musulmanes por centros, la Comunitat también deberían oficializar la asignatura de religión islámica.