VALÈNCIA. KM Zero, el hub de innovación abierta dedicado a generar productos y soluciones alimentarias, ha impulsado junto a Chiquiemprendedores la primera edición del ‘Gastro Genius Lab’. Esta escuela de verano urbana fomentará el espíritu emprendedor de niños y niñas de 6 a 12 años a través de la innovación, la tecnología y la gastronomía. Al mismo tiempo, les enseñará la importancia de llevar a cabo una alimentación saludable, empoderándoles así en el rol que deben asumir frente a la comida.
El lab, que tendrá lugar en Valencia del 1 al 5 de julio de 2019, cuenta con la colaboración de empresas como Too Good To Go, Optimus Garden, Localea, Spacefit, Insectfit y Koroko, entre otras. Este programa se enmarca en uno de los ejes estratégicos de KM Zero, que apuesta por apoyar formas disruptivas de educación que doten a las nuevas generaciones de las herramientas necesarias para afrontar con éxito el futuro.
A través del know-how de KM Zero y el programa Chiquiemprendedores, la iniciativa permitirá potenciar la creatividad y el trabajo en equipo de los niños a través de retos relacionados con la alimentación, donde los participantes también desarrollarán habilidades clave como el liderazgo y la resistencia al fracaso.
El programa se estructura en 3 fases para diseñar, prototipar y presentar un proyecto de innovación profesional que resuelva una inquietud social relacionada con la alimentación: thinking, making i pitching.
A través del primer paso, thinking, los participantes idearán la iniciativa a desarrollar mediante dinámicas en equipo que les permitirán descubrir hasta dónde llega su creatividad. Esta es una técnica que utilizan las empresas para innovar, centrada en analizar problemas y buscar posibles soluciones. En esta primera fase, los niños también conocerán historias reales de superación que les servirán de ejemplo.
A continuación, en el making, podrán prototipar el proyecto ideado, haciendo tangible su ingenio. Por último, en el pitching, aprenderán a comunicar sus ideas en público, ya que deberán presentar sus trabajos en un show final con premios. Además, los participantes elaborarán su propia comida a diario.
Todo el proceso lo supervisará y guiará un grupo de expertos que serán los mentores de los participantes, desde profesionales del sector empresarial a profesionales del ámbito de la comunicación. Los equipos competirán entre sí para llegar al final del lab con la máxima puntuación.
Para hacerlo posible, distintas instituciones y empresas de reconocido prestigio como Salsas Choví y Dulcesol ya se han unido al proyecto como retadores. Se trata de compañías que apuestan por la innovación educativa y que operan en distintos ámbitos de la cadena de valor alimentaria como la producción, manipulación y transformación, energía y transporte, distribución o consumo. Su labor consistirá en lanzar desafíos reales relacionados con su actividad, que los participantes deberán resolver. Los retadores compartirán, así, su experiencia y motivarán a los equipos en el desarrollo de proyectos prácticos. El proceso para seguir sumando retadores que quieran potenciar el talento de las futuras generaciones todavía sigue abierto.