VALÈNCIA. Personas que están en un ERTE. Ese es uno de los nuevos perfiles de usuarios que ha recibido Cáritas Valencia desde que comenzó la pandemia del coronavirus. Una crisis que tendrá una recuperación mucho más lenta que la de 2008, y que contribuirá a la cronificación de la pobreza en la Comunitat Valenciana y en nuestro país. Eso es al menos lo que ha asegurado el director de Cáritas Valencia, Nacho Grande, en una entrevista concedida, este miércoles, a Plaza Radio.
Grande asegura que este nuevo perfil "corresponde a personas que podían sobrevivir con sus sueldos mes a mes, pero que no tenían capacidad de generar un colchón de ahorro, por lo que han tenido que acudir" a la entidad.
En este sentido, Grande ha reivindicado el derecho a un empleo digno. “No es un privilegio”, dice el director de Cáritas Valencia, “sino un derecho”.
Grande también ha valorado la puesta en marcha por parte del Gobierno Central del Ingreso Mínimo Vital. Dice que es una "buena iniciativa", aunque "deja apartadas algunas realidades de personas que, por sus diversas situaciones, no pueden acceder a esta prestación". Es el caso, por ejemplo, de "personas sin hogar, que no están empadronadas, o de migrantes en situación irregular".
El hecho de que la pobreza se haya agudizado durante esta crisis crea, según el director de Cáritas Valencia, una cronicidad de la pobreza, que se "transmite de generación en generación". La tasa de pobreza en la Comunitat Valenciana se encuentra entre el 28% y el 30%, y, además, "el 32% de los usuarios atendidos por Cáritas son menores de edad que han heredado esta precaria situación".
En este sentido, cree que la salida de esta crisis sanitaria, social y económica provocada por la covid-19 será "mucho más lenta que la de la crisis económica del año 2008". Dice Grande que se "intensifican las dificultades para salir delante de las personas en situaciones desfavorables".
Pero si hay algo bueno que sacar de esta crisis, según el director de Cáritas Valencia, es la creación de "vínculos en la sociedad, entre vecinos". "Gente que le hace la compra a las personas mayores, o salir a los balcones a aplaudir a los sanitarios que se han jugado la vida para que salgamos de la pandemia", son gestos que denotan que la sociedad está más concienciada. No obstante, cree que nuestro país "todavía debería reinventarse como comunidad".
A pesar de la cruda realidad, Cáritas Valencia quiere lanzar un mensaje de esperanza. Según Nacho Grande, "los valencianos son muy solidarios, el 80% del presupuesto de la entidad proviene de donaciones privadas", lo que indica que los valencianos no cierran los ojos ante los más vulnerables.