VALÈNCIA. Las elecciones autonómica y locales de 2015 supusieron un cambio de ciclo en la Comunitat Valenciana. Tras 20 años de hegemonía del Partido Popular, la izquierda volvía a la Generalitat y a buena parte de la instituciones merced al Pacto del Botánico firmado por PSPV, Compromís y Podem, y a otros similares en el ámbito local. Los socialistas, pese a cosechar el peor resultado de su historia, se mantenían como principal fuerza progresista y lograban situar al frente del Palau a su líder, Ximo Puig.
En apenas cinco meses, las distintas fuerzas políticas valencianas se enfrentarán de nuevo a las urnas con la certeza de que las cosas no volverán a ser lo mismo que en 2015. Si Heráclito afirmaba -o así lo trasladó Platón- que nadie podía bañarse dos veces en el mismo río, sin duda el próximo Botànic -si es que la izquierda suma- tampoco será, ni de lejos, igual que el que ha reinado en esta legislatura.
Así pues, aunque la revolución no llegue a través de que el centro derecha consiga una remontada que permita mediante un ascenso de PP, Ciudadanos y quizá una irrupción de Vox alcanzar los 50 diputados, distintas razones apuntan a las dificultades para que se reedite un pacto en las mismas condiciones. Aquí van cinco motivos que auguran grandes cambios:
-El mestizaje, sujeto a un nuevo debate. Es evidente que, antes que nada, todo dependerá de cómo queden resueltas las mayorías en las urnas. Puede ocurrir que PSPV y Compromís sumen por sí solos la mayoría suficiente o que sea necesario Podem que, en este caso, irían probablemente unido a Esquerra Unida. Así que el Botànic puede ser incluso de cuatro fuerzas políticas (o de tan solo dos).
Al margen de esto, diversas fuentes del gobierno dudan de que la política del mestizaje llevada a cabo en este Botànic permanezca intacta. Así, algunos creen que podría modificarse la decisión de que el secretario autonómico sea de distinto signo político al conseller y tal vez se opte por solo aplicar esa distinción solo a los directores generales. La causa es que buena parte de las tensiones en el Consell han venido por enfrentamientos entre secretarios autonómicos y consellers, como ha ocurrido en Economía y Hacienda. Aunque algunos subrayan que en otras carteras como Educación el entendimiento entre dirigentes de PSPV y Compromís ha sido bueno, todo apunta a que se revisará el sistema para estudiar modificaciones.
-Papel de Ximo Puig y de Mónica Oltra. Evidentemente, todo sería distinto si Compromís supera al PSPV, dado que la candidata de la coalición sería la presidenta. No obstante, aunque esto no sucediera, parece difícil que se repliquen los roles por espacio de cuatro años. Es decir, si Oltra no consigue ser presidenta, la sensación es que no calcará su rol de vicepresidenta, portavoz del Ejecutivo y consellera de Políticas Inclusivas e Igualdad. Un cuadro de tareas tanto de gestión como de representación para la líder de Compromís que, además de resultar agotador, implica un desgaste político notable.
-Cambios de estructura en el Gobierno autonómico. Habrá que esperar al juego de mayorías, pero el propio jefe del Consell, Ximo Puig, ya apuntó en una entrevista concedida a Plaza su deseo de revisar el diseño del Ejecutivo para reforzar áreas, quizá desdoblar algún departamento o fusionar otros, crear consellerias... Así pues, todo indica que el Botànic deberá acordar una nueva estructura cuando se siente a negociar.
-Probable renovación de al menos la mitad del Ejecutivo. Si se desconoce lógicamente cual sería el nuevo diseño de un hipotético gobierno de izquierdas, tampoco se sabe si la distribución de competencias sería la misma. Más aún cuando probablemente habría que hacerle sitio a Podemos y EU. En cualquier caso, varios son los consellers que podrían cambiar de aires al terminar la legislatura dado que solo ha habido una sustitución desde 2015. Así, aparte de los 'fijos' Puig y Oltra, los que más probabilidades tienen de seguir son Vicent Marzà (Educación) y Ana Barceló (Sanidad). En cuanto al resto, podrían no repetir por distintas circunstancias: de hecho, el primero en descolgarse públicamente este mismo martes fue el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, quien anunció que volverá a las aulas.
-Les Corts, otro escenario de cambios. Tampoco el Parlamento valenciano apunta a ser inmune a cierta remodelación. Por supuesto, las mayorías determinarán las variaciones, pero en el caso de que de nuevo le correspondiera a Compromís ostentar la Presidencia de la cámara, no está asegurado siquiera que sea Enric Morera el que mantenga el cargo, lo que implicaría otro cambio de guión para la nueva legislatura.