Hoy es 12 de octubre
BENIDORM. La estación de autobuses de Benidorm volverá a manos de Enrique Ortiz. Después de que el Ayuntamiento sacara a licitación el contrato para su gestión, ninguna empresa ha concurrido en el proceso, por lo tanto, tendrán que volver a negociar con el alicantino para que se quede de nuevo con la concesión, tal y como contemplaba el convenio entre las dos partes para la liquidación de la misma. Las condiciones eran complicadas para cualquier mercantil, tenían que pagar de primeras la indemnización que se le había concedido a la empresa por acabar antes de tiempo su contrato: 24,5 millones de euros.
El plazo para la presentación de ofertas terminó este jueves a las 15 horas. El pliego salía de nuevo a concurso el 26 de enero para dar cumplimiento al fallo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ), ratificado en 2012 por el Tribunal Supremo. Este anulaba la modificación del contrato para dar 'legalidad' a las obras que no contemplaba el proyecto.
El problema urbanístico vino cuando la obra no correspondía con lo que se había acordado: seis millones de euros para unas instalaciones que tendrían una planta baja para la estación de autobuses, una zona comercial de 500 metros cuadrados, parking, y habitaciones para el descanso de los conductores. Pero finalmente terminó en un precio de 40 millones de euros, con un hotel de cuatro estrellas con 133 habitaciones, y casi 12.000 metros cuadrados para la zona comercial, que por otra parte, nunca ha llegado a tener éxito.
El Consistorio apostó por su división en dos lotes para el nuevo contrato, con un plazo de concesión de 26 años, 10 meses y 8 días. El lote 1 para la gestión de la estación y el lote 2 será para la gestión inmobiliaria del centro comercial y el hotel. Para esta última entraba el alojamiento, los locales de la planta uno, tres y cuatro, así como los aparcamientos de la planta 1 y 2. Por lo que respecta al hotel, en la actualidad lo gestiona la cadena local Poseidón, que cuenta con un alquiler firmado por más de 11 millones de euros en enero de 2009 por un plazo de 39 años y 10 meses, es decir, hasta finales de 2048. El nuevo adjudicatario de este lote se haría con la gestión de estas instalaciones heredando el contrato de alquiler actual, con las mismas condiciones y prolongándose de modo proporcional económicamente.
Como se decía, el Ayuntamiento firmó un acuerdo con la concesionaria saliente, para que en caso de que no se presentara nadie al proceso de licitación, el Consistorio abriera un procedimiento de contratación negociado sin publicidad al que tendrá la obligación de concurrir la propia mercantil de Enrique Ortiz. Eso sí, será con las condiciones actuales del contrato con la posibilidad de revisar las tarifas.
Algunos de los detalles explicados en el pliego dejaban al descubierto las cuentas de cada una de las instalaciones. Para el alojamiento cifraban unos beneficios de tres millones de euros; la explotación del aparcamiento, un superávit próximo a los 100.000 euros; mientras que la zona comercial es de un millón de euros. En el lado contrario está la gestión del complejo con un resultado negativo de 202.733,47 euros.