VALÈNCIA. La recta final en el proceso para liderar el PP crece en intensidad. Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría se enfrentan este fin de semana en el congreso que debe decidir quién es el próximo presidente o presidenta de la formación popular. En las últimas horas, el diputado palentino ha dado un golpe de mano al sumar a todos los exaspirantes al liderazgo que cayeron en la primera vuelta.
La última en respaldar públicamente su proyecto este lunes fue la exministra Maria Dolores de Cospedal, quien quedó tercera en la votación inicial consiguiendo el 26% de apoyo entre los militantes. Horas antes, José Ramón García-Hernández, José Manuel García Margallo y el valenciano Elio Cabanes también habían mostrado su alineación con Casado.
Una maniobra que permite a este candidato esgrimir el argumento de la integración en su discurso, dado que ha conseguido atraer a todos los aspirantes que tomaron parte en la primera ronda mientras que Sáenz de Santamaría no ha sumado a ninguno de ellos. Así, y aunque los porcentajes de voto cosechado por tres de los cuatro excandidatos no fue excesivamente relevante, a Casado le permite reforzar su imagen de dirigente capaz de aglutinar sensibilidades.
Por su parte, desde la dirección del PPCV, cuya mayoría de miembros de la Ejecutiva así como los líderes provinciales apoyan a la exvicepresidenta, quitaban hierro a la declaración pública de Cospedal. Así, la vicesecretaria general del PPCV, Elena Bastidas, aseguró que la adhesión de Cospedal a la candidatura de Casado era "con carácter individual". "No significa que con carácter colectivo los que la acompañaron en la primera etapa vayan 'manu militari' a apoyar sin fisuras a cualquiera de los candidatos", explicó la también diputada nacional.
Pese a estas manifestaciones, estas últimas incorporaciones no han generado tranquilidad precisamente en la cúpula de los populares valencianos. Mientras la presidenta regional, Isabel Bonig, continúa enrocada en su neutralidad pese a que casi la totalidad de su entorno se ha posicionado en favor de Sáenz de Santamaría, las adhesiones de los excandidatos y de otros referentes del partido han sembrado las dudas del resultado en la Comunitat. Si la victoria de la exvicepresidenta en tierras valencianas por cinco puntos de ventaja sobre Casado en la primera vuelta sirvió para que sus afines auguraran un resultado mucho más holgado en la votación con compromisarios, los últimos movimientos invitan a volver a la teoría de unas cifras más ajustadas.
De hecho, en los actos de este fin de semana de Casado en la Comunitat, pudo verse a algunos dirigentes con voto en el cónclave acudir a dar respaldo al palentino, como el ex presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, el senador Agustín Almodóbar, el exlíder provincial de Valencia Vicente Betoret, el alcalde de Alicante, Luis Barcala o el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez.