VALÈNCIA. La firma gestora de inversiones Net de Gerrers ha puesto en marcha una nueva línea para entrar en el capital de startups y pequeñas empresas y ampliar sus inversiones más allá del inmobiliario, donde estaba centrando sus esfuerzos iniciales. Así lo explica su fundador, Eduard Navarro, quien reconoce que asentar y recoger resultados en bienes inmuebles les ha permitido abrirse a otros campos en su misión por abordar diferentes fórmulas de inversión en productos alternativos.
Con estos nuevos equipos han entrado en Infraestructuras, área en la que han impulsado proyectos como el de la Torre Eólica en la Marina de València. A esta se une la inversión en empresas, donde quieren aprovechar su know how en el mercado americano para impulsar a compañías incipientes y en crecimiento desde València a Estados Unidos. "Queremos traer capitales norteamericanos aquí haciendo para Estados Unidos fácil la inversión, quitando barreras, como si estuvieran invirtiendo en su propia casa", explica Navarro.
La misión es que estas empresas crezcan en territorio nacional y no tengan que marcharse a Estados Unidos, como tantas veces ocurre cuando entra un capital extranjero. De momento ya han invertido en tres compañías y han empezado por el sector del lujo. Una de ellas es una firma de alta joyería, impulsada por Hannah Carnegie, cuyo objetivo -tras mudarse desde Londres- es fabricar en València para crear un producto global. "El año pasado creó un bolso junto a Sergio Carrión, antiguo colaborador De Vicente Gracia, a favor de la Fundación Principe de Gales y fue vendido por 40.000 libras, con lo cual ha tenido ya una prueba de concepto muy atractiva", explica.
La segunda de las empresas invertidas es Laboulais, impulsada por Verónica Navarro y enmarcada en el sector de novia, donde aborda la tradición en los trajes de esta celebración pero con un prisma contemporáneo. La tercera de las compañías es Miau, creada por el brasileño Simón Carneiro y dedicada a la ropa activa, útil para diversos contextos sociales y que el emprendedor vive a través de estampados.
Navarro explica que el apoyo es tanto monetario como de medios en el caso de no disponer de ellos con el fin de hacerlas crecer y lanzarlas a Estados Unidos. "Como mercado sigue siendo el más grande y con características más homogéneas a pesar de las particularidades de cada ciudad", reconoce el CEO de Net de Gerrers. Para hacer estas inversiones buscan fondos americanos especializados con los que coinvirten en una cantidad pequeña.
Al margen de las empresas que acaban de empezar, también están negociando su entrada en compañías en crecimiento -ya sean tecnológicas o tradicionales- con un atractivo suficiente para el mercado internacional. Aunque tienen algunas operaciones en marcha, ninguna está cerrada por el momento aunque esperan acabar el año con seis inversiones. Navarro explica que buscan emprendedores y empresas dentro de todo el ámbito hispano, además de Portugal y Brasil.
A efectos prácticos, para las empresas el inversor es siempre Net de Gerrers, lo que facilita la interacción y la puesta en común de la evolución de la compañía. "Entramos en empresas donde nos creemos el producto, por lo que nuestra misión es proteger la visión del emprendedor. Al hacer un vehículo de inversión para el proyecto, recogemos todas esas diferentes posiciones y protegemos el concepto del emprendedor", recalca.
También gestionan las salidas de los inversores. "Nuestra vocación es, en casi todas las ocasiones, quedarnos junto a la empresa y que a través de nuestro vehículo puedan entrar y salir los socios externos sin molestar la operativa cotidiana de la compañía", explica. Sobre los beneficios para el inversor recuerda que les permite tener todo el reporte y la consistencia institucional a la que están acostumbrados en otras áreas, pero abordando territorios que sin esta fórmula no podrían.
A pesar de estas enfocados al inversor americano, reconoce que cuando buscan inversiones más pequeñas también ofrecen la entrada a family offices nacionales. "Después, lo más natural es que uno o dos fondos de private equity o venture capital entren por cada ronda", señala. No tienen ticket medio por operación ya que se adaptan a lo que necesite cada empresa según sus planes y su estadio de crecimiento.
Aunque actualmente son inversiones directas, proyecto por proyecto, están trabajando en un fondo propio en el que seguirán la misma metodología. "Lo habitual para las startups es empezar en Valencia y para crecer buscar Madrid. Para nosotros se empieza en Valencia pero la próxima parada puede que sea Nueva York o Houston", recuerda y asegura que su intención es afianzar a la ciudad en este modelo.