CASTELLÓ. El miércoles 5 de febrero de 2018, Robert Trujillo y Kirk Hammett, miembros de la todopoderosa Metallica, tocaron "Los Rockeros van al infierno" de Barón Rojo en el Wizink Center de Madrid. En cuanto sonó el riff de ese auténtico clásico, las 17267 gargantas congregadas en el lugar se desgañitaron cantando el estribillo y tarareando el riff como si el alma les fuera en ello. Esta es solo una prueba más que demuestra la importancia que ha tenido la banda madrileña en la historia del rock nacional. Es justo recordar que dos días antes, Metallica, también tocó "Vamos muy bien" de Obús. Algunos de los grandes músicos y cantantes del rock español como Bunbury concedía que, "cuando yo escuché el primer disco de Larga vida al rock & roll, lo único que quería era subirme a un escenario y hacer rocanrol", en la película documental sobre el grupo.
Hasta la llegada de Héroes del Silencio, Barón Rojo era la referencia internacional dentro del rock duro proveniente de España. El 26 de julio tendremos la suerte de verles en directo junto a El último Ke Zierre en el Soneja Rock. Castellón Plaza habla con Armando de Castro, guitarrista de la banda, sobre la historia y los grandes momentos del grupo. Suban el volumen y acompáñennos a volar con una de las grandes leyendas del rock español.
Muy pocas bandas tienen en su currículum una primera triada de discos tan espectaculares e influyentes en una escena musical como Barón Rojo. Larga Vida al Rock & Roll (1981), Volumen Brutal (1982) y Metalmorfosis (1983) marcarán el camino que otras bandas seguirán jalonando hasta nuestros días. Armando de Castro me señala que está con un teléfono inalámbrico y que no sabe cuánto durará la batería; por suerte, la energía del aparato parece interesada en la entrevista y aguantará hasta el final.
Barón Rojo celebra más de 40 años de vida
Barón Rojo llega a Soneja celebrando más de cuarenta años de vida, donde ha habido de todo y para todos, y entre todo eso: algunas de las mejores canciones compuestas en castellano dentro del rock. Tengo a Armando de Castro al teléfono y lo primero que me viene a la cabeza es cómo comenzó su idilio por la música, y cómo no, estaba seguro que sería con los Beatles. "Me acuerdo perfectamente porque es una cosa que me viene a la cabeza muchísimas veces", apunta. "Yo estoy en esto del rock por los Beatles, los Beatles fueron mi primer puente de pasar de ser un simple aficionado a acabar viendo que ya empezabas a ser profesional. Los Beatles me hicieron desear ser músico. Lo primero era emularlos a ellos, y ya me incliné al rock, algo que casi les pasó a ellos también, acabaron haciendo mucho rock. A primeros de los 70 ya me considero un músico de rock duro, que es lo que he sido siempre".
Para emular a los de Liverpool necesitabas una guitarra, nuestro entrevistado tiene el recuerdo muy vivo de cuál era y quién se la regaló. "La primera guitarra me la compré a los 13 años y me la compró mi padre, una guitarra de fabricación española, muy mala, muy rústica", recuerda. "Hemos tenido una familia con la que no hemos tenido que pelear porque queríamos hacer esto. Mi padre falleció cuando yo era muy joven, pero luego mi madre me siguió ayudando muchísimo". Aunque los Beatles eran la referencia, las partituras a las que podía acceder el madrileño con esa edad eran otro cantar. "Yo empecé a tocar canciones de Marisol y de Patty Pravo, una cantante italiana que a mí me gustaba muchísimo, porque venían las partituras en las revistas que leía mi madre y así aprendí a tocar los primeros acordes". Armando era un chico con inquietudes y con bastante habilidad con las seis cuerdas, no precisó de un maestro en el aprendizaje del instrumento que años más tarde le daría de comer. "Y hasta los veintitantos no entré en el conservatorio, pero por ampliar conocimientos, no porque pesaran que me iban a enseñar nada imprescindible. Todo lo demás ha sido autoaprendizaje, nunca he tenido profesor ni nada".
Antes de crear Barón Rojo, un joven Armando de Castro y su hermano, Carlos, militaron en otra banda seminal, Coz, a mediado de los años 70. Ese fue el germen de lo que vendría después. "En Coz ya hacíamos lo mismo que hicimos luego en Barón Rojo; de hecho, algunas canciones del primer álbum de Barón Rojo eran canciones de Coz: "Chica de la ciudad", "Larga vida al rock & roll", "Efluvios" y no sé si alguna más. Eran canciones que tocábamos en directo pero que no se publicaron", comenta.
Me sorprende que en aquellos años grabaran un disco en directo con Coz y nunca viera la luz, siendo hoy un álbum que sería de culto y parte de la historia musical de nuestro país, estoy seguro de que muchos sellos estarían encantados de publicarlo. "Con Coz tuvimos un álbum que hicimos en directo pero que nunca se llegó a editar. Un álbum que traía canciones con letras de Manolo Tena, que en paz descanse. Tenemos una adaptación digital que hicimos, aquella era analógica. No creo que se llegue a editar nunca. Habría que pedir permisos, una persona que lo grabó ya está muerto".
"La primera guitarra me la compré a los 13 años y me la compró mi padre, una guitarra de fabricación española, muy mala, muy rústica"
Cualquier que tenga unas mínimas nociones de rock español, o que haya asistido a algún concierto, seguramente se haya topado con la formidable y contundente portada del disco, Volumen Brutal, quizás el mejor título posible para un disco como aquel. "El título lo eligió el Mariskal, venía del tema, Satánico Plan (Volumen Brutal), el diseño lo aportó él". Las portadas en Barón Rojo, y en realidad en cualquier banda de rock de la época, eran esenciales para vender vinilos. Las portadas vendían por sí mismas los elepés. Fue Metalmorfosis otra de esas portadas que se hicieron muy reconocibles, que inundaban camisetas y sudaderas, que eran el símbolo de Barón Rojo. ¿Quién no recuerda esa mítica cara del Barón surcando los cielos? "Esa cara, digamos, es la cara más reconocible de la historia de Barón Rojo. Y además en el telón que llevamos en directo, y es el telón del Barón al Rojo Vivo. Tuvo una gran repercusión. Es fundamental en la historia de Barón Rojo", señala, para luego, entre risas, confesarme una broma interna de aquella gira, "te diré como hecho anecdótico, que a esa cara le llamábamos el Gazparín (ríe con ganas). Se lo inventó uno de los técnicos que iba con nosotros que tenía mucha imaginación, lo empezó a llamar Gazparín y así se quedó. Luego la cara es una especie de retrato del que lo hizo, un dibujante, Ángel Ortiz".
Aquellos dos primeros álbumes, Larga vida al rock & roll (50 mil ejemplares) y Volumen Brutal (unas 100 mil copias), fueron tan importantes, no solo en las ventas, sino en la penetración que tuvo en la mente de miles de jóvenes que abrazaron el rock como parte de su vida, que años más tarde las bandas que surfeaban la segunda Ola del heavy español como Mägo de OZ, Koma o Tierra Santa y los más veteranos como Los Suaves o Rata Blanca se unieron en un disco para homenajearlos: Larga vida al… Volumen Brutal (2002). Algo irrepetible.

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- Foto: AINHOA CALVILLO
Un inicio meteórico
Barón Rojo vivió sus primeros años a la velocidad de un rayo, yendo a más de 200 kilómetros por hora, como un cohete a la luna. Discos que vendían mucho, grandes himnos que llenaban conciertos, Resistiré, Son como hormigas, Concierto para ellos, … álbum por año y en 1984, un directo: Barón al rojo vivo. Un doble álbum registrado en el Pabellón de la Ciudad Deportiva del Real Madrid el 10 y 11 de febrero de 1984. Un evento único, como hacía dos años había hecho, Miguel Ríos con Rock in Ríos.
"Como muchas de las cosas que han ocurrido en Barón Rojo a lo largo de su historia, grabar el directo fue un poco una iniciativa mía", revela Armando. "Yo me quedé con el Made in Japan (Deep Purple), que fue el punto de inflexión en su carrera, que fue cuando pasaron de ser un buen grupo de rock a ser uno de los grandes de la historia. Como los tres primeros álbumes (de Barón) se habían vendido muy bien, pues la compañía se prestó al experimento para hacer un disco en directo, a traer una unidad móvil desde Inglaterra, a traer a un productor inglés. A hacerlo lo mejor que se pudiera preparar, también se pensó hacer un video al mismo tiempo, que el video no existía como tal, bueno, hacer una película que reflejara todo aquello, al final se frustró aquel intento. Yo le puse el nombre al álbum", cuenta.
Sería una noche para el recuerdo. "Hubo nervios, además presentamos canciones inéditas, que es algo que Deep Purple no hizo. Nosotros nos metidos e hicimos cuatro o cinco canciones nuevas para la ocasión y eso nos metió presión al experimento. Y venía gente inglesa con la que no te entendías como si fueran españoles. La cosa tenía su grado de dificultad, y sí tuvimos nervios. El resultado final quedó satisfactorio para gran parte de la gente, y es uno de los discos míticos del rock español, yo, en mi opinión, todavía tenía que haber quedado mejor de lo que quedó (risas) pero bueno, para la gente es suficientemente bueno".
Hay que ponerse en aquella época y recordar la escasez más absoluta de álbumes de grupos españoles en directo. La importancia de los discos en directo hasta hace relativamente poco era vital, en muchas ocasiones era casi la única posibilidad de ver a tu artista favorito tocando esas canciones en vivo. Y ahí estaban sonando las canciones de Barón Rojo sin artificios, y con más contundencia para los que jamás los habían visto en persona. "Fue enorme el impacto en la gente, fue el álbum de consagración después de haber sacado tres discos en estudio que tuvieron una gran respuesta. Hicimos el Barón al Rojo Vivo y luego, por fin, hicimos, En un lugar de la Marcha, que fue el siguiente álbum de estudio que tuvo una buena acogida. Y a partir de ahí luego las cosas comenzaron a ir un poco más despacio (sonríe) en aquel momento tuvo una repercusión muy grande".
"Tommy Barón tampoco fue una idea nuestra, nunca se nos había pasado por la cabeza que aquello fuera factible"
Ya que estamos en la Comunitat, quiero recordar una de esas efemérides que en muchas ocasiones pasan desapercibidas, y es que Barón Rojo tiene un álbum en directo grabado con una banda sinfónica valenciana, la Banda Sinfónica de Mislata. En Clave de Rock (2009) fue un directo totalmente diferente a lo que se había hecho, y en aquellos años no era tan habitual ver a una banda nacional con una banda de música realzando sus canciones. "No fue una idea original de la banda, fue una idea de la propia banda sinfónica de Mislata, fueron ellos lo que querían hacer eso, fueron ellos los que hicieron arreglos para los temas, fueron ellos los que nos propusieron grabar un disco en directo con ellos", recuerda el guitarra.
"Para nosotros era un desafío fantástico, fue una experiencia fabulosa y difícil porque a veces los arreglos que hicieron para los temas nuestros, a nosotros nos costó bastante adaptarnos a algunos de ellos. Y luego fue un punto de partida muy interesante porque a partir de ahí hemos repetido ese concierto en directo un montón de veces, normalmente con bandas municipales de muchas otras poblaciones de España, esas partituras se quedaron ahí, es otra opción que se quedó".
Barón Rojo llegó un día antes de la cita para ensayar y ultimarlo todo. Aquella noche del 23 de junio de 2009 en el Pabellón de la Canaleta se hizo historia del rock en éste país, y apena lo recordamos, y es justo apuntarlo, y reivindicarlo, aquí. "Ensayamos y fue duro, estuvimos ensayando hasta las cuatro de la mañana del día anterior y luego ya se tocó al día siguiente, no hubo más ensayos que ese", recuerda. "La adaptación con músicos que no estaban acostumbrados a tocar con grupos de rock y con grupo de rock que no estaban acostumbrados a tocar con músicos de bandas, fue una especie de conglomerado mutuo. Andrés Valero, que fue quien dirigió, tuvo una gran parte de responsabilidad positiva de que aquello funcionara. Le gustaba mucho el grupo, él aun siendo un músico totalmente clásico por su trayectoria, también era un músico moderno y muy vanguardista. Ayudó mucho a que aquello saliera bien, yo con Andrés Valero me quitaré siempre el sombrero por la labor que hizo".
Barón Rojo y su última referencia
La última referencia sonora que tenemos de Barón Rojo, y por lo que hablamos tengo la sensación que será la última de estudio, fue Tommy Barón (2012). "Tommy Barón tampoco fue una idea nuestra, es algo que nunca se nos había pasado por la cabeza que aquello fuera factible, pero una persona muy cercana a la banda, que venía de una compañía de discos muy importante, nos lo propuso y tal y como nos lo contó empezamos a verlo factible", dice. "Y sopesamos la idea de llevarlo en directo a teatros. Luego vimos que aquello era demasiado ambicioso (risas). Al final lo llevamos a un plan más rockero, creo que el resultado es más que satisfactorio. Es uno de los discos de los que estoy más contento, pero los seguidores del grupo no acabaron de digerirlo del todo. Seguramente esperaban otra cosa (risas)".
La implicación de Armando, como ya hemos visto en la entrevista, con Barón siempre ha sido total y no iba a ser menos en éste plástico. "Yo hice todas las adaptaciones al español, me cogí un disco y me saqué yo toda la música de oído, sin partitura. Es uno de mis álbumes favoritos de toda la trayectoria de Barón Rojo". El 26 de junio nos veremos en Soneja con una parte fundamente de la historia del rock duro de nuestro país.


