Opinión

Opinión

LA OPINIÓN PUBLICADA

Pobre Vicent Mompó, no se acuerda de nada

Publicado: 19/07/2025 ·06:00
Actualizado: 19/07/2025 · 06:00
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

La jueza de la Dana ha aportado una valiosa metáfora que abunda en el valor estilístico, además de social y jurídico, que poseen los sucesivos autos con los que desgrana lo sucedido en las inundaciones del 29-O y las diversas interpretaciones de testigos e imputados al respecto: la reunión del Cecopi de aquel día, en la que los participantes se pasaron horas sin tomar ninguna decisión, ni comunicar nada, ni enterarse de nada, le recuerda a la película de Luis Buñuel "El ángel exterminador" (1962), en la que un grupo de personas que están celebrando una fiesta en una mansión de la burguesía mexicana, sin motivo aparente, no se van de allí nunca. Primero parece un fenómeno simpático, están tan a gusto en la fiesta que deciden quedarse más y más. Pero progresivamente vemos cómo son incapaces de traspasar el umbral de la puerta, aunque desean vivamente salir de ahí.

Al parecer, los efectos psicológicos de su estancia en aquel infausto Cecopi aún perduran en algunos de sus participantes. Eso cabría decir, sin duda, del President de la Generalitat, Carlos Mazón, que ahora va por ahí sacando pecho de los éxitos (¿?) de su gestión en estos dos años de mandato que acaba de cumplir. Y sin duda es un éxito garantizarse un sueldo de expresident de la Generalitat durante dos años más, aunque dimitiese mañana. Un éxito para él y un éxito de la sociedad, cabría argumentar, si el pago de ese sueldo es a cambio de que se vaya.

El ángel exterminador también ha actuado sobre el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó. Mompó, al parecer, ha olvidado todo lo que contó en su momento en el programa Salvados, de La Sexta, así como en diversas declaraciones públicas. En dicho programa, el presidente de la Diputación, bastante dicharachero, explicó que en el Cecopi no contaban con información sobre lo que sucedía; que habló con Mazón varias veces; y que avisó a mediodía a su hermana y a su madre para que se resguardasen de la riada.

Ya entonces llamó la atención la costumbre de Mompó de borrar de inmediato las llamadas realizadas en el registro de su móvil, que él presentó como algo habitual (seguro que todos los lectores están igualmente acostumbrados a hacer eso, cada día antes de irse a dormir, en especial si ese día se ha producido una catástrofe natural con muchas víctimas y con posibles responsabilidades penales para algunos de los que figuran en el registro de llamadas). Y ahora, además del registro, parece que Mompó ha borrado de su memoria todo lo que contó entonces. 

En cambio, como testigo (obligado a decir la verdad), el presidente de la Diputación de Valencia se ha alineado ahora con la estrategia de defensa de los cargos imputados (o por imputar) del PP en la Generalitat: toda la culpa fue de los malvados técnicos (además, por supuesto, del diabólico Gobierno central), que poco menos que obligaron a los inocentes responsables políticos, que no se enteraban de nada, a no enviar mensajes, a no alertar a la población, incluso se diría que a quitarle importancia a los avisos y señales de lo que se avecinaba y a menospreciar a las instituciones, como la Universidad de Valencia, que sí se preocuparon por proteger a su comunidad. 

Mompó y los demás dirigentes de la GVA, imputados, testigos o por imputar (caso del president de la Generalitat, Carlos Mazón), recuerdan, en su indefensión, ingenuidad, y desde luego ignorancia de las funciones que se les suponen como jefes de los maléficos técnicos, a la actitud de los líderes mafiosos de las películas cuando tienen que presentarse ante el juez: se sientan en una silla de ruedas y se ponen una máscara de oxígeno, mostrándose como ancianos desvalidos e incapaces de orquestar las tramas mafiosas que los espectadores les hemos visto dirigir durante décadas.

Mompó afirma que el problema de sus declaraciones anteriores es que fueron malinterpretadas o manipuladas por parte de La Sexta. Es difícil de creer, porque algunas de estas declaraciones resultaban muy claras y taxativas. Más parece que el político del PP está demostrando su lealtad a unas siglas y a unos compañeros que se encuentran en dificultades. El problema, según cómo evolucione el asunto, es que quizás se haya metido él en los mismos problemas de los que quiere salvaguardarles.

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo

Esos inmigrantes de los que Ud. me habla
La inversión en defensa propicia infraestructuras duales de uso civil y militar