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Rosa Castells: "Kara Walker nos recuerda que 50 millones de personas viven en condiciones de esclavitud moderna"

  • Rosa Castells durante la inauguración de 'Sempere en París'

VALÈNCIA. El puente artístico entre València y Alicante es extenso, un túnel que ahora se vuelve a abrir para dar paso a la obra de Kara Walker. El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) presentará el próximo mes de septiembre la muestra Burning Village, que actualmente se puede ver en el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA). Configurada a partir de los fondos de la colección Michael Jenkins y Javier Romero y comisariada por Rosa Castells, responsable del museo alicantino, la muestra supone una oportunidad única en el país para descubrir el universo creativo de la estadounidense, en el que trabaja desde códigos aparentemente infantiles, como puedan ser los recortables, para hablar de cuestiones como el racismo o la violencia, miradas al pasado histórico de Estados Unidos que tienen más de un eco con el presente. 

El proyecto, además, se presentará en València acompañada por una exposición de nuevo cuño que supone la primera muestra comisariada por la nueva directora del IVAM, Blanca de la Torre, y que supone su la carta de presentación de su proyecto artístico para el museo. Bajo el lema Habitar las sombras, este segundo proyecto expositivo bucea por la poética de los blancos, grises y negros a través de una extensa nómina de artistas que acompañarán a Walker en el inicio de curso. Pero antes de su apertura, exploramos de la mano de Castells la figura de una Kara Walker que será de de los puntos clave del mapa expositivo de otoño en València.
 

- En su presentación en el MACA dijo que la obra de Kara Walker “no puede dejar indiferente al espectador”, ¿qué tiene su obra que tiene ese efecto?

 

- La verdad es que cuanto más la miras más te gusta. Es una obra bellísima de composición y de tratamiento formal, una obra que en principio puede parecer simple o ingenua, pero realmente cuando empiezas a mirarla y a escarbar un poco más, a descubrir de qué va, descubres tantas capas que te das cuenta de que no es una obra fácil. Es una obra muy efectiva en su discurso, en su planteamiento formal, pero luego es realmente densa. Cada una de sus capas va enriqueciendo el discurso de una manera que te atrapa. Cuantas más cosas sabes, más te atrapa.

 

  • The Katastwof Karavan (maquette), 2017. MACA. Colección Michael Jenkins y Javier Romero

- Gran parte de su obra habla de cuestiones de raza, violencia o la huella de la esclavitud en la historia de Estados Unidos, pero a su vez es una obra creada en gran medida en el siglo XXI, ¿qué me puede decir de los puentes que se recorren entre pasado y presente?
 

- Ella utiliza esas idas y venidas, ese descubrir cuál es su origen y cómo es su situación en el mundo, siendo una mujer negra, madre y artista. Todo eso dentro de ese contexto mal contado, con esas heridas abiertas que todavía perduran en esa sociedad norteamericana que ha construido su historia sobre 400 años de esclavitud. Le interesa cómo eso se refleja en el presente. Efectivamente son los mismos mecanismos de opresión, es la misma injusticia social, es ese racismo estructural que atraviesa los cuatro últimos siglos, es la perpetuación de esas narrativas de poder, es la violencia sexual sobre el cuerpo de la mujer y da igual que sea en el siglo XVIII, XIX, que en el XXI. Todo eso Kara Walker lo refleja y nos interpela. No pensemos que esa esclavitud de la que habla Kara Walker es esa esclavitud de hace 400 años. Nosotros, además, somos parte implicada en ese sistema esclavista. El Estado español es uno de los padres de la esclavitud, contribuimos realmente a que el sistema esclavista se mantuviera. Estas reflexiones, que hemos ido realizando también en las actividades paralelas [en el MACA], nos ha permitido recorrer todos esos caminos de la esclavitud desde el Estado español hacia América y de América hacia el estado español, descubrir cómo teníamos esclavos en la Valencia del siglo XV, XVI o XVII, o teníamos esclavos en Alcoy, en las empresas textiles. Ha sido muy interesante hacer este recorrido, sin olvidar que a día de hoy tenemos 50 millones de personas en el mundo en situación de esclavitud. No podemos solamente hablar de esa esclavitud en el siglo XVIII o XIX.
 

- Este idea de opresores y oprimidos, en el pasado y en el presente, se puede entonces leer en estas obras. 
 

- Se lee perfectamente y además nosotros hemos hecho hincapié en toda esta parte en un espacio fuera de la exposición donde hablamos de esa esclavitud del presente: de matrimonios forzados, de explotación infantil, de trata de personas, etc. Todo eso pasa a día de hoy, es un presente esclavista que no podemos obviar. Kara Walker nos interpela desde ahí y nos recuerda que estamos ahora mismo en un mundo en el que viven 50 millones de personas en condiciones de esclavitud moderna. No es posible girar la cabeza y decir que esto fue algo que pasó hace mucho tiempo.
 

- Me decías que la obra de la artista también se crea de un contexto "mal contado", ¿a qué te refieres? 

 

- Kara Walker recupera algunas historias que siempre se han contado de la misma manera y ella las cuestiona. De esa manera desestabiliza un poco el discurso hegemónico que muchas veces la historia o la historiografía ha convertido casi en dogmas. Ella misma decía algo así como que que ni los héroes eran tan héroes ni los malvados tan malvados. De esta manera ella vuelve a mirar algunas historias, como por ejemplo a la figura de John Brown, que es uno de los abolicionistas más importantes de la historia de América, al que siempre se le representa con elegancia, saliendo del juzgado con toda dignidad, una imagen que Kara Walker transforma, mostrándolo como un hombre deprimido, degradado y desnudo, sin esa levita que le daba toda la elegancia y el poder de seducción. Este es un ejemplo de esas historias que se han contado solo de una manera y que Kara Walker vuelve a narrar de otra manera, incluyendo tonos de surrealismo, de humor, de absurdo.

  • The Emancipation Aproximation Scene #18 (2000) y Restraint (2009). MACA. Colección Michael Jenkins y Javier Romero

- En estos años en los que estamos hablando tanto de las relecturas y de recuperar esas historias de lo márgenes, ¿cuál es el rol de los museos y, muy especialmente, de los museos europeos? 
 

- El museo y las colecciones que se guardan en ellos se han convertido en una herramienta de transformación, pero también porque lo que nos están aportando son nuevas miradas y relecturas diversas y ángulos distintos. Cuando te enfrentas a la obra de arte y esa se convierte en el elemento que nos permite leer de otra forma la contemporaneidad, eso permite que se cuelen por las rendijas los problemas de nuestro tiempo, cuestiones sobre la memoria colectiva o la individual, las identidades sexuales, las teorías feministas, la sostenibilidad, los presupuestos postcoloniales, etc. Y de esa manera intentamos desmontar esos discursos hegemónicos construidos desde el poder. Todos esos márgenes son los que enriquecen ese discurso y darles voz y visibilizarlos es realmente la misión de una institución que pretende ser plural e inclusiva.
 

- Me mencionabas antes la cualidad aparentemente ingenua de la obra de Walker, ¿en qué medida es interesante ese juego en combinación con ese fondo denso? 

 

- La verdad es que algo que practica en casi todas sus piezas. Cuando ella encuentra ese lenguaje de las siluetas recortadas realmente encuentra su manera de expresarse. Y eso lo ha llevado a diferentes lenguajes plásticos, desde el dibujo, los grabados, litografías hasta incluso la animación. Por ejemplo, la última pieza que ejemplifica eso que tú dices es una película de 2021 que relata las aventuras del príncipe McVeigh y los diarios de Turner. Se trata de un corto de animación que hace con siluetas recortadas que ella va moviendo, como si fuera una especie de títeres de sombras, una película que cuenta dos hechos de lo más luctuosos: uno es el atentado de Oklahoma, perpetrado por un supremacista blanco, y otro la muerte de James Byrd, que muere cuando tres individuos del Ku Klux Klan le atan a una camioneta y le pasean 14 kilómetros atado. Eso es lo que está contando la película, que lo está haciendo con un lenguaje infantil, con una apariencia realmente ingenua en sus dibujos, con una poética extrema, pero al mismo tiempo te está contando eso. Y cuando te estás dando cuenta de lo que te está contando, ya te ha atrapado completamente. Es ese doble juego el que practica Kara Walker continuamente en sus piezas.

  • Exposición de Kara Walker en el MACA. -

- La exposición se presentará en València como parte de un doble proyecto, junto a la colectiva Habitar las sombras, ¿cómo ha sido el camino entre un proyecto y el otro?
 

- Ha sido muy fácil porque realmente la obra de Kara Walker ha sido el detonante que ha provocado ese diálogo de colecciones que será Habitar las sombras. Sobre todo escogiendo el lado más poético y más misterioso de la obra de Kara Walker. Su trabajo tiene muchas lecturas y da la posibilidad de provocar otro tipo de diálogos. Y eso ha sido lo que hemos intentado con Habitar las sombras.
 

- La relación entre el MACA y el IVAM no es nueva, ¿por dónde pasa en el futuro? 
 

-El MACA y el IVAM mantienen una relación muy intensa desde hace muchísimo tiempo y, la verdad, es que con todos los directores que ha tenido el IVAM hemos mantenido una relación, tenemos un convenio firmado de colaboración que atiende tanto a las colecciones como a la educación o proyectos editoriales, de investigación o restauración. El año pasado sin ir más lejos hicimos la exposición de Sempere en París. Esta relación se ha mantenido desde siempre y yo creo que seguirá manteniéndose, es una manera natural de entenderse entre museos. 

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