VALÈNCIA. España tiene ante sí una ocasión única para transformar su modelo productivo y acompasarlo al ritmo de sus vecinos europeos. Llega de la mano de la iniciativa NextGeneration EU y supondrá un salto adelante para la economía de nuestro país.
Y es que, en la estrategia de recuperación marcada por Europa, la transición energética y la digitalización acaparan el 70% de los fondos por lo que investigaciones y proyectos como los desarrollados en el Instituto Tecnológico de la Energía -con el apoyo del IVACE- jugarán un papel relevante en la reactivación económica.
La energía se convierte, por tanto, en un vector extraordinariamente relevante en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española y, a medida que Europa se encamina a convertirse en la primera gran economía del mundo en volverse climáticamente neutra en el 2050, todos los países miembros deben redoblar sus esfuerzos. Orquestadas por una política común, las oportunidades comienzan a multiplicarse, también en el tejido industrial valenciano.
Los expertos de ITE sitúan a las empresas españolas a la cabeza en el conocimiento y desarrollo de las tecnologías que promueven el cambio del modelo energético, desde los “smart devices” energéticos hasta las tecnologías que son capaces de convertir el vector energético renovable en el facilitador de la descarbonización real y duradera de la economía europea.
Juntos trabajan en una apuesta tecnológica que cristaliza en tres líneas de acción que permite al tejido productivo sumarse a la recuperación económica que traerá consigo el nuevo modelo energético. Se trata del despliegue de las comunidades energéticas locales y ciudadanas, canalizadas a través del proyecto GAMMA Cofinanciado por la Generalitat Valenciana a través del IVACE y los Fondos de Desarrollo Regional (FEDER); el fomento de un escenario de fabricación de baterías y sistemas de almacenamiento energético (líneas ambas en las que ITE es centro de excelencia reconocido por ministerio), y la estrategia de desarrollo de infraestructuras de hidrógeno verde para la descarbonización de sectores intensivos en energía con fuentes que actualmente no son renovables.
El desarrollo de una hoja de ruta del hidrógeno renovable es una de las políticas palanca para captar fondos europeos. En este sentido, ya existen estrategias industriales sobre hidrogeno verde, en las que el ITE es dinamizador junto a las empresas, y que tendrán aplicación sobre los sectores energéticamente intensivos.
En este campo, las oportunidades nacen en la producción sostenible de esta fuente de energía, el fomento de su consumo, sus posibilidades de distribución y las actividades transversales ligadas a la digitalización, un elemento potenciador de estas nuevas soluciones tecnológicas. Por eso en el ITE trabajan con sistemas integrados de gestión energética con capacidad de trasladarlos en un entorno demostrativo digital.
El nuevo modelo de movilidad y electrificación de la automoción también abren un camino hacia nuevos negocios. En el 2023 España debe contar con más de 100.000 puntos de recarga (hoy no se alcanzan los 7000) y 500.000 vehículos eléctricos en nuestras carreteras (actualmente se matriculan unos 10.000 al año). La envergadura del esfuerzo es casi titánica pero el horizonte que lleva aparejado esta situación es positivo.
El ITE lleva tiempo trabajando en el desarrollo de nuevos sistemas de almacenamiento energético. Actualmente la gran mayoría se fabrica en Asia por lo que Europa debe impulsar su desarrollo y fabricación para eludir esa dependencia. Para ello se han puesto en marcha diferentes iniciativas y plataformas como la European Battery Alliance, Batteries Europe, Battery 2030+ y la Plataforma de Especialización Inteligente, S3. El ITE participa activamente en todas ellas.
Las baterías son un punto crítico y muy interesante de la estrategia de transición energética pero todavía es necesario ahondar en aspectos como el desarrollo de celdas de litio avanzadas (elevada densidad energética) mediante fabricación por impresión; la mejora de la vida útil de la batería a través del equilibrado de celdas y la optimización de los ciclos de carga y descarga; nuevos diseños para envolventes de baterías y optimización del sistema de refrigeración y soluciones de mejora en la sostenibilidad en baterías de vehículo eléctrico: reciclado y segunda vida en entornos de economía circular.
En la implantación de la red de recarga el ITE radiografía tres importantes retos tecnológicos a los que hacer frente mediante el desarrollo de innovadoras soluciones. El primero, la velocidad de carga, que dependerá en gran medida del vehículo; el segundo, la estaciones de recarga V2G o V2H, capaces de comunicarse con el vehículo y la red eléctrica general o domestica para aprovechar la energía acumulada en la batería del vehículo como una fuente de autoconsumo propia o para cubrir picos de demanda de la red general. Y en tercer lugar la gestión de cargas mediante herramientas de predicción de la demanda y digitalización.