grand place / OPINIÓN

No paso ni una…

26/11/2019 - 

A los hombres les gustan las cifras. Se pirran por los números. Les ponen las gráficas y toda la infografía en general. Lo llevan en el ADN. “Si tienes dinero, tienes mujeres”, me dijo una vez un amigo. Y lo tienen claro: el dinero es poder. También es libertad. A esto, las mujeres hemos llegado un poco tarde, pero vamos aprendiendo. A parte de eso, los números también sirven para que nos perdamos en una maraña de conceptos abstractos que nos hacen abstraernos de la realidad, lo concreto, lo humano, lo sensible. ¿A dónde quiero llegar? Pues al rescate bancario. Porque hace unos días el Banco de España volvió a recordarnos que no van a pagar, que los bancos no van a devolver los 76.410 millones de euros, ni los 67.723 millones, ni los 54.353 millones, ni los 41.300 millones de dinero público de todos los ciudadanos destinados a sanear su balance de cuentas, sus números. ¿Ven como nos lían?

De las tres declaraciones institucionales reconociendo desde 2017 que el rescate a la Banca nunca se va a recuperar, me quedo con la desidia de nuestra sociedad para reclamar sus derechos, salir a la calle y exigir nuestro dinero como si de una manifestación independentista se tratara, haciendo saltar los adoquines y hasta los cimientos de esta Gran Estafa. A las puertas de una nueva crisis, y sin haber salido de la primera, el Banco de España se desayuna por tercer año consecutivo con que la banca debe al Gobierno -a todos los ciudadanos- 60.000 millones de euros que nunca va a pagar. Porque sí. Porque lo digo yo. Porque yo lo valgo. 

Mientras, el Gobierno español se afana en devolver a Bruselas el dinero prestado, que es lo normal en una casa decente. Se han reintegrado ya unos 18.000 de los 41.300 millones que prestó la Unión Europea para rescatar a los bancos, dinero que se echó a la espalda de los contribuyentes. La Gran Estafa ocurrió en junio de 2012, con medio año de gobierno popular. Ése era el precio del poder, sanear la banca española, deudora a su vez de la banca francesa y de la alemana. 

 

La propuesta de Angela Merkel, entonces todopoderosa líder europea, era que España solicitara un préstamo de 100.000 euros para inyectar liquidez en el sistema bancario. El Estado, así, avalaba una deuda privada, ya que era el firmante del MoU (Memorándum de Entendimiento, en español, es decir, contrato) y, por tanto, el deudor ante Bruselas. A cambio, los bancos sanearían sus maltrechas cuentas en estado de coma por las preferentes, los “swaps”, las acciones de Lehman Brothers y la burbuja inmobiliaria. 

Por supuesto, el Gobierno de Rajoy repitió hasta la saciedad que este rescate bancario no iba a costarnos a los españoles “ni un euro”. “Thanks Good” que hay hemerotecas y videotecas y el caché de Google en internet para comprobar que no estábamos soñando cuando ante el Congreso de Diputados repitieron la misma cantinela sin cesar: “¡Ni un euro!”. 

Fue el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, y hasta hace poco vicepresidente del Banco Central Europeo por los servicios prestados, quien lo vendió como “un préstamo en condiciones muy ventajosas”. España recibió 39.500 millones en diciembre de 2012 y otros 1.800 millones en febrero de 2013. Tras la recapitalización de Bankia, el dinero se destinó a Catalunya Banc, NGC Banco y Banco de Valencia. La segunda hornada fue a parar a Banco Mare Nostrum, Banco Ceiss, Caja 3 y Liberbank. En enero de 2014 España había recibido 41.300 millones y decidió no pedir más. La deuda debe liquidarse en 2027.

Por también hubo rescate español, con dinero del Fondo de Garantía de Depósitos por el que, en 2017, el Estado inyectó 54.353 millones de dinero público para rescatar a 14 entidades financieras. De estos fondos, se han perdido unos 42.017 millones de euros y sólo se han recuperado 4.477 millones, mientras se espera devolver a las arcas públicas 9.857 millones por operaciones pendientes. El Banco de España estimaba que el Estado solamente recuperaría unos 16.337 millones de euros de las ayudas concedidas, lo que suponía un 21,4% del total recibido, que asciende a 76.410 millones de euros. Han leído bien: “se han perdido”. ¿Cómo que se han perdido? Sabemos quienes lo tienen, hay contratos, destinatarios, firmas, notarios, registros, cuentas públicas… 

En 2019, El Banco de España ha elevado a 65.725 millones el rescate a la banca y da por perdidos otros 300 millones en Bankia. Es decir, sólo espera recuperar 9.857 millones de euros, ya que la cantidad a fondo perdido destinada al sector financiero rondará al final del proceso los 67.723 millones. Si se suman las aportaciones de capital y estas garantías, la cantidad total destinada al conjunto del sistema bancario superó los 78.000 millones de euros. Siguen mareando con cifras, que van en aumento, para concluir que no van a pagar. Estados Unidos, Islandia, Francia, Bélgica…, todos han recuperado el dinero de sus rescates bancarios durante la Gran Crisis Financiera. ¿Pero es que alguien aquí les ha exigido que paguen? Los ciudadanos no deberían pasar ni una. Que no nos líen…