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Los agujeros del certificado para los que han pasado la enfermedad

"No puedo entrar en bares ni en el gimnasio porque Sanidad no me da el pasaporte covid" 

Foto: VP
8/02/2022 - 

VALÈNCIA. Los desajustes provocados por la exigencia del pasaporte covid para el acceso a determinados locales -bares, restaurantes, establecimientos deportivos o de ocio, entre otros- comienza a dejarse notar en la Comunitat Valenciana debido a las consecuencias de la virulenta sexta ola -quinta en esta autonomía-. Tal y como informó este diario, las contradicciones y situaciones particulares empiezan a producirse debido a las diferentes circunstancias no contempladas en el insuficiente abanico de posibilidades que presenta la Conselleria de Sanidad para los ciudadanos.

Es el caso de Natalia, una vecina de València de 49 años que ha visto cómo su pasaporte covid ha dejado de ser válido pese a haberse ceñido a las instrucciones marcadas por la Administración y sin que desde la Generalitat se le haya facilitado ninguna solución. "No puedo entrar en bares ni en el gimnasio porque Sanidad no me da el certificado", se queja amargamente esta valenciana, que además de sufrir covid persistente tiene ahora que enfrentarse a un trastorno extra en su vida cotidiana.

La situación de Natalia tiene explicación, aunque al parecer, no solución. Lo alarmante es que no parece tan extraña como para que otros puedan sufrirla. Se contagió de coronavirus por primera vez en agosto de 2020 y, posteriormente, volvió a pasar la enfermedad en enero de 2021, en esa tercera ola especialmente terrible en la Comunitat Valenciana.

A finales de marzo, por su condición de docente, fue convocada para recibir la vacuna de AstraZeneca. En aquel momento, el Ministerio de Sanidad consideraba pauta completa una sola dosis de este fármaco si se había pasado la enfermedad antes de la vacunación. Así pues, Natalia no recibió ninguna dosis posteriormente y pudo activar su pasaporte covid.

No obstante, a principios de enero de 2022 volvió a contraer la covid. Al notar síntomas, se sometió a un autotest de antígenos y dio positivo. Transmitió la información a su centro de salud y su médico no consideró necesario hacerle una PCR debido a la saturación existente, con récords consecutivos de más de 10.000 contagios diarios detectados en la Comunitat Valenciana. En este tercer contagio se acentuaron su problemas de covid persistente, especialmente fiebre, tos y dolor de cabeza, y estuvo 14 días de baja. El alta médica sí se certificó con una PCR negativa.

Durante esas dos semanas de confinamiento en los que estuvo de baja laboral, Natalia recibió el mensaje de la Conselleria de Sanidad para recibir la dosis de refuerzo de la vacunación. Una cita a la que, obviamente, no acudió al estar enferma de covid.

Chequeo del pasaporte covid en un local de ocio. Foto: KIKE TABERNER


Pocos días después, los nueve meses de su certificado por pauta completa expiraban sin que se hubiera producido la dosis de refuerzo, con lo que se encontró con su pasaporte inhabilitado cuando acudió a entrar en el gimnasio. El problema de esta valenciana es que no puede solicitar el certificado de recuperación puesto que su último positivo no está reconocido a través de una PCR y la Unión Europea no autoriza adquirirlo a través de un positivo con test de antígenos. Tampoco puede acceder a la renovación del pasaporte covid por la vía de vacunación, puesto que en la web su pauta completa ha expirado y no existe dosis de refuerzo.

"He llamado al número de la Conselleria de Sanidad para la covid, el 900300555, y no me han dado ninguna solución, más allá de que me ponga la vacuna", explica Natalia, que se niega a inocularse una dosis cuando acaba de pasar la enfermedad y el ministerio ha recomendado esperar cinco meses. "La persona que me atendió por teléfono me dio como solución que me ponga la vacuna a las cuatro semanas de pasar la enfermedad. No me voy a poner una dosis antes de tiempo por una cuestión práctica o de logística de la Conselleria", sentencia.

En este sentido, cabe recordar que, inicialmente, se estableció el plazo de cuatro semanas posteriores a la enfermedad para recibir la mencionada dosis de refuerzo, pero las críticas de los inmunólogos hicieron al Ministerio de Sanidad replantearse la decisión y pasar a una recomendación de cinco meses de espera, eso sí, sin rectificar la posibilidad de ponerla a partir de las cuatro semanas.

Fuentes de la Conselleria de Sanidad, tal como informó este diario, señalan que la app luxemburguesa Covid Check recomendada inicialmente por la Generalitat para comprobar el certificado sí rechaza los pasaportes de los usuarios que no se han inoculado la dosis de refuerzo sea cual sea la circunstancia. Sobre esto, insisten en que la app de la Generalitat no rechaza el certificado aunque no exista esa tercera dosis. Es decir, que con la app de la Generalitat cabe la posibilidad de que la afectada sí pudiera acceder a los lugares donde ahora no se reconoce su certificado. Una explicación que no se ha hecho pública de forma oficial ni, al parecer, se ha trasladado a los establecimientos que exigen el pasaporte ni de la que tampoco se informa, a juzgar por el testimonio de Natalia, en los números dedicados a la resolución de dudas establecidos por la Conselleria de Sanidad.

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