VALENCIA. Repsol presentó el pasado 15 de octubre su plan estratégico hasta 2020 dando respuesta a las dudas que existían en el mercado en aspectos como deuda, rating y dividendo, con un nuevo plan de eficiencia y un también nuevo y agresivo plan desinversor. De dicho plan destacaríamos seis puntos a tener muy en cuenta:
Dicho todo esto consideramos como principales drivers el rating y el precio del crudo. En primer lugar hay que tener en cuenta que el endeudamiento de Repsol es muy elevado y las agencias de calificación podrían revisar su rating a la baja, pasando a bono especulativo -el rating actual es 'BBB' con una perspectiva negativa- si Repsol no acelera la venta de activos.
No obstante hay que recordar que el 30% de Gas Natural, que la compañía reafirma como estratégico y no para vender, a los precios actuales supone el 38% de la deuda estimada para este año. Ello representa que una venta parcial de la participación le daría aire de cara a la consecución de los objetivos financieros y, además, no pondría en peligro su política de dividendos.
Por otro lado, antes de ayer salió en prensa que la petrolera presidida por Antoni Brufau ha puesto a la venta activos por valor de 4.000 millones de euros, principalmente de su negocio en Asia. Y apenas unas horas después, la compañía anunciaba que sopesa vender su red de gasolineras para reducir deudas. De confirmarse sería muy bueno para Repsol, obviamente si los precios obtenidos fueran razonables.
Como decíamos anteriormente dentro del nuevo plan estratégico, la venta de activos por importe de 6.200 millones de euros es un pilar básico para que la compañía pueda mantener dividendo, reducir deuda y no tener que vender su participación en Gas Natural.
En lo que al petróleo se refiere, Repsol va a verse afectada por el precio del crudo aunque no tanto como a otras compañías donde el upstream (exploración y producción) pesa mucho más que el downstream (refino y marketing).
Dentro de la compañía, el upstream ha ganado importancia tras la compra de Talisman Energy y, por tanto, la exposición al crudo de Repsol también es mayor. Aun así, podemos ver como en un escenario de precios del crudo más a la baja, puede llegar a ocurrir que el downstream no compense el upstream. Repsol definió un escenario para el precio del crudo y el hecho de que peligre dicho escenario implicaría acelerar el proceso de venta de activos.
Por último, echando un vistazo a su gráfico, Repsol se encuentra en una tendencia bajista de largo plazo. Aun en este escenario, no consideramos que Repsol alcance los mínimos del año (9,90 euros), salvo que veamos un desplome mayor del crudo.
Vemos en el nivel de los 11 euros un buen nivel de entrada, si bien para confirmar un cambio de la tendencia principal deberíamos ver como se alcanzan y rompen los 14 euros.
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Raúl Aznar es el responsable de Raúl Aznar EAFI