Que las hojas del árbol europeo no nos impidan ver el bosque que es el mundo
Decía Don José Ortega Gasset que todos estamos influidos por las circunstancias de los tiempos en que se había vivido, hoy no cabe duda que la circunstancia se llama guerra de Ucrania, y de la que les tengo que dar inevitablemente unas notas, cual parte de guerra, pero también hablaremos del resto del mundo que también existe.
Estamos en la cuarta semana de operaciones militares de las Fuerzas Armadas rusas sobre Ucrania. Esta es una fase de desgaste mutuo en el plano militar, los rusos intentando someter a asedio a las principales urbes de Ucrania para así doblegar al gobierno de Kiev a la rendición y/o la negociación. Este desgaste lo podemos también ver en el ámbito económico, con ese posible y pronosticado (por el Fondo Monetario Internacional -FMI- y varias agencias de rating) impago o default Ruso que al final no se ha producido, pues ha podido hace frente al pago del vencimiento de 117,2 millones de dólares de su deuda. Por lo que se deduce que la sanciones no son tan estrictas ni duras como parece, pues el gas ruso sigue calentando y dando electricidad a Europa central y del norte, ademas del apoyo que pueda recibir Rusia por la puerta de atrás de su aliado asiático, con diferentes factores a tener en cuenta.
Uno de esos factores se llama República popular China -RPC-, o como el régimen de Xi Jinping busca rentabilizar económica y geopolíticamente una guerra. Porque en primer lugar ya saben que la RPC dentro de la crisis está negociando con Arabia Saudí (aunque quizás este país lo esté usando como presión contra su aliado norteamericano) la sustitución de los Petrodólares por los Petroyuanes; en segundo lugar China está observando cómo se desarrolla el conflicto en el ámbito de la relaciones internacionales, y como la comunidad internacional está reaccionando con sanciones de diferente tipo ante la agresión rusa, para ver hasta donde se podría llegar con su provincia rebelde de Taiwán (aunque parece que no tendría intención de atacarla militarmente), a la que, por cierto, acaba de regañar sobre su posicionamiento en favor de Ucrania, lo que evidencia su alineamiento a favor de Vladimir Putin (por si alguien tenía alguna duda), mientras vuelven a confinar a millones de chinos por un nuevo brote de lo que parece ser una nueva variante del virus chino de Wuhan.
Ya saben que todo el mundo mira de reojo a este gigante asiático pues tiene mucho que decir en el fin de la guerra, dado que es el único actor internacional que puede tener cierta influencia en Putin, pero tengamos en cuenta que además de cuestiones económicas, China tiene un interés geopolítico respecto al resultado del conflicto, no le beneficia una salida totalmente desfavorable para Rusia de la crisis, y le interesa que esta crisis evidencie la fragilidad del bloque occidental, y que Rusia (su aliado en el contrapeso geopolítico a los Estados Unidos) quede relativamente bien parada en la negociación o solución final que se le de al conflicto. Así es por lo que en la reunión telemática del frágil presidente Joe Biden con XI Jinping, el dirigente chino ha nadado y guardado la ropa a la vez, y sigue sin condenar la agresión rusa, pues antes del encuentro China ya había manifestado que no toleraría coerciones de los USA sobre su postura con el conflicto de Ucrania.
Otro factor se llama la internacionalización del conflicto, en la que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski a trabajado continua y duramente, y donde su relato sobre todo en la esfera occidental ha ganado terreno al relato ruso, incluso ha realizado bolos por todos los principales parlamentos occidentales, aunque no en cuanto los resultados deseados. Y la falta de eficacia final de esos propósitos de Zelenski es que, por ejemplo, no ha conseguido lo que continuamente ha pedido una y otra vez, la creación de una No fly zone, zona de exclusión aérea por parte de la OTAN sobre territorio ucraniano, donde por otra parte, y de forma amarga, ha reconocido que no va a entrar. Esta zona de exclusión aérea hubiera supuesto una entrada en guerra de la Alianza Atlántica contra Rusia en la práctica con las consecuencias de una conflagración mundial, y aquí todos los países han de hacer un ejercicio de contención y de desescalada del conflicto pues toda guerra tiene finalmente su final con negociaciones. Aunque tristemente pueda incluso existir en algún momento algún incidente o error, o incluso operación de falsa bandera, en la que exista algún daño colateral en territorio Atlántico, pero no es plausible una escalada, esperándose una contención por todas las partes, recordemos como en plena guerra fría se llegaron a derribar aviones norteamericanos por parte de la URSS, y no se llegó a más.
Pero no solo existe Europa, que por cierto ha sido acusada de racismo y xenofobia por parte de otros refugiados pertenecientes a otros continentes y etnias, respecto al tratamiento preferencial que se está dando a los ucranianos ¿es inevitable el eurocentrismo?; pues también hay otros lugares del mundo donde también ocurren muchas cosas. Como por ejemplo América donde acaba de jurar el cargo el nuevo presidente de Chile Gabriel Boric, con lo que se sigue confirmando ese giro a la izquierda del nuevo mundo, que también ha tenido otra muestra de esa variación a siniestra con las primarias en Colombia. Este posicionamiento político puede tener para nosotros sería repercusiones dado que esa ideología política en aquellas latitudes no respeta mucho la propiedad privada y menos aún las inversiones extranjeras directas -IED- de las que España es uno de los principales inversionistas. Por cierto en otro país andino como Peru se ha producido otra noticia de calado, con posibles repercusiones en cuanto política interna electoral (su hija se ha presentado anteriormente a la elección presidencial), como es que su Tribunal Constitucional ha ordenado excarcelar al controvertido, y con grandes fobias y filias, Alberto Fujimori.
O por ejemplo otra noticia importante en el plano internacional ha ocurrido en el continente africano, y precisamente en este mes de marzo, mes de lucha por los derechos de las mujeres, pues se ha producido una buena noticia o mejor dicho una decisión agridulce, pues Liberia ha suspendido la mutilación genital femenina durante tres años (ya entienden lo de agria, porque sólo se ha suspendido) y aún hay otros países donde la ablación femenina no es delito como en Malí, Sierra Leona, Chad y Somalia, y hemos de trabajar todos para que no ocurra más en ningún país, porque además ciudadanas de esos países viven y trabajan entre nosotros. Y también África ha ocupado algún titular (esta vez más negativo) cuando la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva acaba de afirmar que una de las consecuencias de la guerra en Ucrania será la aparición de hambrunas en el continente cuna de la Humanidad, pues Rusia y Ucrania son de los mayores exportadores mundiales de trigo, de fertilizantes, maíz y aceite de girasol, y recordemos que esa falta de alimentos en el 2010, como consecuencia de una sequía en esos dos países, trajo consigo o ayudo en mucho la aparición de las Primaveras Árabes; ya ven no sólo existe Europa y no somos los únicos que lo vamos a pasar mal en esta crisis.