Cartel de "Espai Borja" frente al Hospital Real de XàtivaVALÈNCIA. Dos municipios valencianos, Xàtiva y Gandia, desempeñaron un papel crucial en la historia de la influyente familia de los Borgia, a la que pertenecen dos papas notables: Alejandro VI y Calixto III. Aunque la familia Borgia tiene raíces aragonesas, su legado perdura en la Comunidad Valenciana, en particular en estas dos ciudades.
A pesar de los más de quinientos años transcurridos desde entonces, los Borgia siguen siendo un tema recurrente en la historia, la literatura, las series de televisión y las películas que narran intrigas palaciegas, relaciones de poder, conspiraciones y amores en torno a esta influyente familia. Su legado se puede experimentar a través de la Ruta Territorio Borgia, que recorre las huellas de la familia en diversas localidades de la provincia de Valencia, ofreciendo una experiencia que combina gastronomía, arte, literatura, historia y arquitectura.
El legado de los Borgia, aunque envuelto en controversia, perdura en Xàtiva y Gandia a través de su arquitectura, sus monumentos y su influencia en la historia de la Comunidad Valenciana. Las ciudades han preservado cuidadosamente la memoria de esta familia, recordándonos una época de esplendor y cultura que, a pesar de su ambigüedad, sigue fascinando a los interesados de la historia.
En Xàtiva, los Borja tienen una rica historia que se remonta al siglo XIII, cuando los primeros miembros de la familia llegaron desde Aragón a la Valencia conquistada por Jaume I el Conquistador. En esta ciudad, se pueden identificar dos ramas de los Borja: la rama de los ciudadanos, que carecían de títulos nobiliarios, y la rama de la nobleza baja. La huella que dejaron ambos se puede distinguir en un recorrido por las calles de la ciudad.
La rama de los ciudadanos estaba encabezada por Domingo Borja y Francina Llançol, progenitores de Alfonso de Borja y cuatro hijas. A pesar de no tener un título noble, Domingo era propietario de tierras en la zona de la Torre de Canals, lo que les proporcionaba una economía desahogada. Alfonso de Borja, quien nació en la Torre de Canals, vivió un momento crucial en la Iglesia católica durante el Cisma de Occidente. Más tarde, la familia se mudó al barrio del Mercat, que estaba habitado principalmente por labradores y ganaderos.
La otra rama de los Borja, la nobleza baja, apoyó al rey Pedro IV el Ceremonioso durante la Guerra de la Unión y fue recompensada por ello. Jofré Borja, miembro de esta rama, se casó con Isabel Borja, hermana de Alfonso de Borja. Esta unión de ambas ramas se consolidó con la ostentación del escudo nobiliario de su cuñado por parte de Alfonso de Borja en 1429, lo cual resultó esencial en su carrera eclesiástica debido al respaldo nobiliario. A lo largo del tiempo, algunos miembros de la familia Borja volvieron a Xàtiva en diferentes momentos. Alfonso Borja, siendo ya obispo, regresó en una breve visita a la ciudad, al igual que su sobrino en 1472.
La presencia de los Borja en Xàtiva se refleja en diversos edificios y monumentos, como el Real Monasterio de Santa Clara, la fuente de la Trinidad y la impresionante colegiata basílica de Santa María o Seu. Estos lugares son testigos de la influencia de la familia, de hecho, algunos de sus miembros están enterrados en la Seu. En este lugar también se pueden apreciar el retablo del cardenal Alfonso de Borja y un cáliz de plata grabado con el nombre de Calixto III, entre otros objetos. Además, la casa natal de Rodrigo de Borja se encuentra en Xàtiva, aunque solo se conserva la puerta de amplio dovelaje.
El legado de los Borja en Xàtiva se extiende a la Plaza de la Trinidad y la fachada del convento de Clarisas, donde el cardenal Borja visitó y escuchó las peticiones de las abadesas del convento, algunas de las cuales eran sor Beatriz de Borja y sor Violante de Aragón. En la Calle Moncada, en 1487, Pedro Luis Borja adquirió una residencia en una calle de la nobleza. El Atrio de la colegiata muestra referencias al escudo de piedra de los Borja y esculturas en bronce de los papas. Por último, en el palacio del arcediano se pueden encontrar escudos de Alfonso de Borja y Rodrigo en la portada principal.
Xàtiva también desempeñó un papel importante en la historia de los Borja, ya que el castillo se convirtió en prisión de estado de la Corona de Aragón en el siglo XV, al mismo tiempo que los dos miembros de la familia, Alfonso y Rodrigo, ascendieron al papado como los Papas Calixto III y Alejandro VI, respectivamente.
El rico legado cultural y patrimonial de Gandia es fundamental para su identidad, reflejándose en sus tradiciones, monumentos y edificios, muchos de los cuales están vinculados a la familia Borja.
De hecho, la prosperidad de la familia Borja y su influencia en Gandia se debieron en parte a la producción de azúcar en la región, que había sido introducida por los musulmanes desde Oriente. Sin embargo, esta prosperidad llegó a su fin con la expulsión de los moriscos, lo que finalmente llevó a la decadencia del ducado.
La historia de los Borja en Gandia comenzó cuando el Papa Alejandro VI adquirió el ducado de Gandia para su hijo Pere Lluis en 1485, incluyendo la adquisición de un importante edificio. Este edificio se encuentra en pleno centro histórico de Gandia y es conocido como el Palau Ducal. Durante tres siglos, este lugar sirvió como residencia de la dinastía Borja. Visitando el Palau Ducal, los visitantes pueden hacer un viaje a través del tiempo, desde el siglo XV hasta la actualidad, para conocer mejor el legado de la familia, rodeado de leyendas e historias que a menudo mezclan la realidad con la ficción.
Un importante centro de conocimiento en Gandia es el actual Colegio de las Escuelas Pías. Anteriormente, este lugar albergaba una biblioteca de renombre. Francisco de Borja decidió fundar el Colegio de San Sebastián en este edificio. Antes de abrir sus puertas, recibió la bula de Paulo III para convertirlo en una universidad, siendo la primera en el mundo regida por la Compañía de Jesús y acogiendo a personas emblemáticas de la época.
La Iglesia Colegiata de Santa María, que sufrió alteraciones bajo la dirección de la familia Borgia, es otro de los monumentos que lleva su huella en Gandia. La puerta de los apóstoles, una novedad arquitectónica de la época, es un testimonio de su influencia en la construcción del templo.
Ambas ciudades homenajearán esta familia tan relevante para su patrimonio mediante la celebración de la Fira Borja. Se podrá disfrutar del legado cultural, a través de la gastronomía, la música, el turismo y la artesanía.
En Xàtiva, la Fira Borja empezará el 1 de noviembre y pondrá fin el 5. Durante estos días y los anteriores, la ciudad llevará a cabo una programación con actividades variadas. Además, se podrá aprender más sobre su historia tanto en las visitas guiadas como en las teatralizadas.
Durante el período del 18 de octubre al 19 de noviembre, se llevará a cabo una exposición titulada "Nativa i els Borja" en el convento de Sant Domènec. Esta exposición destaca la poderosa familia Borja del Renacimiento, en colaboración con València Turisme, Territori Borja, Museus de Xàtiva y el Ajuntament de Xàtiva.
Además, habrá actividades en el convento de Sant Domènec, como el "Espai Borja - Centre d'Interpretació", con videomapeo y tótems interactivos para aprender más sobre esta influyente familia. También, se llevará a cabo un concierto de inauguración llamado "Llum i Color del Teclat Mediterrani" en la iglesia de Sant Feliu.
En cuanto a las actividades para escolares, se incluyen actividades como "La Veu que al Renaixement i Ara" y una conferencia sobre "Dues Mirades al Voltant dels Borja." La feria de artesanía, demostraciones de oficios y otras actividades culturales tendrán lugar en varios lugares de Xàtiva durante estos días. Por último, el 5 de noviembre se presentará un espectáculo familiar titulado "Regina, el Poder de les Dones" en el Gran Teatre.
Es importante tener en cuenta que estas actividades pueden variar en horarios y ubicaciones específicas, por lo que se recomienda verificar los detalles en la página web de Xàtiva Turismo para obtener información actualizada y reservar en caso de ser necesario debido al aforo limitado.
