MADRID (EP). El fabricante tecnológico finlandés Nokia ha alcanzado este miércoles el 100% del capital de Alcatel Lucent como consecuencia del proceso de compraventa forzosa ('squeeze-out') de aquellos títulos que no se hubieran acogido a la oferta pública de compra lanzada sobre la francesa, cuyas acciones han sido excluidas hoy de la Bolsa de París.
La finlandesa contaba al término del periodo de adhesión voluntaria a su oferta con el 96,92% del capital social y el 96,84% de los derechos de voto en Alcatel Lucent, así como un 99,99% de los bonos convertibles en acciones en 2019 y el 99,69% de los convertibles en 2020, lo que correspondía de manera agregada al 97,01% del accionariado de la francesa.
De acuerdo con lo previsto y que había sido comunicado por la Autoridad del Mercado Financiero de Francia (AMF), este miércoles se ha ejecutado la compraventa forzosa de las acciones y títulos convertibles no acogidos a la oferta de compra durante el proceso.
La transferencia a Nokia de estos valores se ha llevado a cabo en las mismas condiciones que la oferta pública de adquisición, que contemplaba el pago de 3,50 euros por acción de Alcatel Lucent, así como de 4,51 euros por los valores convertibles en 2019 y 4,50 euros para aquellos convertibles en 2020.
Las acciones y valores convertibles de Alcatel Lucent han sido excluidos este miércoles de negociación en los mercados regulados de Euronext París, donde su cotización permanecía suspendida de forma efectiva desde ayer.
Nokia alcanzó en abril de 2015 un acuerdo para adquirir por 15.600 millones de euros en acciones la totalidad de Alcatel Lucent, dando origen al segundo mayor fabricante mundial de redes de telecomunicaciones móviles. El cierre de la transacción estaba sujeto a que al menos más de la mitad de las acciones de Alcatel-Lucent se adhirieran a la propuesta de Nokia.
Las dos empresas comenzaron a operar conjuntamente el pasado 14 de enero, después de que la compra de Alcatel Lucent recibiese la aprobación de la AMF, después de haber obtenido previamente el visto bueno de las autoridades de competencia de EEUU y la zona euro.