Se multiplican los vehículos de trabajadores aparcados en Fuente del Jarro. FOTO: FEPEVALLas áreas industriales valencianas vuelven paulatinamente a la normalidad con la Fase 2, aunque la mayoría de ellas ya estaban funcionando al 80% en las Fases 0 y 1
VALÈNCIA. El polígono industrial Fuente del Jarro de Paterna, la zona empresarial más grande de la provincia de Valencia, detectó este lunes por primera vez atascos en sus accesos, una circunstancia que no se daba desde antes de la crisis provocada por la Covid-19. Estas colas de vehículos, que coincidieron con la entrada de la Comunitat Valenciana en la Fase 2 de la desescalada, fueron interpretadas desde la Asociación de Empresarios como un síntoma de reactivación económica y de vuelta paulatina a la normalidad.
Por su parte, la Federación de Polígonos Industriales de la Comunitat Valenciana (Fepeval) ha destacado que este aumento de la actividad fue un hecho generalizado en todos los parques empresariales del territorio, aunque la mayoría de ellos ya estaban funcionando al 80% de su capacidad incluso en las Fases 0 y 1. “Se nota una relativa recuperación” explican desde la gerencia de la entidad “hay más tráfico y también más coches aparcados”.
En este sentido, Fepeval ha resaltado la responsabilidad que han demostrado las empresas y los trabajadores durante el tiempo que ha durado la crisis: “ha habido mucho sentido común, no se veía a la gente por la calle y se han tomado todas las medidas de seguridad pertinentes”. Del mismo modo, la Federación también ha colaborado con Ayuntamientos y otras asociaciones para repartir material sanitario y aconsejar correctamente a las empresas.
Ahora que la recuperación sanitaria comienza a ser una realidad, las empresas se están volcando en frenar las consecuencias económicas de la crisis del coronavirus.
La semana pasada, un informe de Fepeval en colaboración con el Banco Sabadell auguraba para los polígonos industriales de la Comunitat una caída del 51% en la facturación anual y del 15% en el empleo, lo que se traduciría en una pérdida de 6.000 millones de euros y casi 9.000 trabajadores: de los 57.000 que hay ahora mismo a unos 48.000. Unas cifras han sido acogidas desde los polígonos con un cierto atisbo de esperanza, ya que demuestran una tendencia a mantener la mayoría de los puestos de trabajo a pesar de la caída drástica de los ingresos.
Fepeval ya ha anunciado que varias áreas empresariales de la Comunitat han puesto en marcha foros y mesas de trabajo con sus Ayuntamientos colindantes, para coordinarse en la recuperación del tejido económico. “Estamos en el momento más duro” explican desde la agrupación “pero vemos que las empresas ponen mucho compromiso para que esto pase rápido y bien. Lo más importante ahora mismo es reactivarse y salir adelante”.
Desde Fepeval remarcan que la industria ha sido uno de los sectores más activos durante la crisis del coronavirus, “lo que demuestra que es un pilar fundamental para la economía” advierten. Por eso, piden a las administraciones públicas un mayor compromiso de inversión con sus infraestructuras.
En un tono más positivo, la entidad también ha explicado que la crisis del coronavirus ha servido para dar un salto cualitativo en la implantación de las nuevas tecnologías dentro del funcionamiento de las empresas: “ha habido una adaptación enorme al teletrabajo, a las aplicaciones y a los webminar. Se ha dado un salto enorme con el uso de las TIC, que antes no se tenían en cuenta y que ahora la necesidad nos ha obligado a conocer mejor. Hemos avanzado años en pocos meses, y esto nos servirá mucho en el futuro” concluyen.
La diversidad productiva por la que se define la provincia de Alicante, con sectores arraigados y otros de reciente generación, se deja ver en las áreas industriales que cobijan a sus empresas en el conjunto de su territorio. De forma simultánea se atestigua que muchos de ellos requieren ahora de una transformación pendiente que permita dar el salto hacia su modernización
