CASTELLÓ. Nueva vuelta de tuerca en Marie Claire con el fin de encontrar la ansiada viabilidad. La dirección de la compañía textil castellonense, que en primavera cambió de manos con la compra por parte de A2D Business Retail, incide en su plan estratégico, en virtud del cual acaba de informar de varias decisiones de calado.
Quizás la más sorprendente es la concentración en su factoría de Vilafranca de todos sus procesos, "desde el diseño de colecciones hasta la fabricación y entrega del producto". Esto ha conllevado el cierre de sus instalaciones de Borriol, dedicadas principalmente a la logística, aunque también con un pequeño taller en el que confeccionaba varias referencias.
La dirección de la textil ha comunicado recientemente el cierre del centro de Borriol, ubicado junto a la autovía CV-10, y trasladar toda su actividad, así como el centenar de trabajadores que allí desempeñaban su labor, a la factoría de Els Ports. Y para visibilizar esta apuesta ha decidido darle un nombre a la planta vilafranquina: La Fabricanta.
Esta nueva denominación pretende rendir homenaje a la fundadora de la empresa, Francisca Íñigo, "y, además, responde a nuestra realidad actual, en la que queremos que sirva de centro productivo para otros actores en el mundo textil convirtiéndonos en un fabricante de cercanía, adaptados a la nueva realidad", destaca el CEO de la compañía, Álvaro Bordils.
Y es que la intención de los directivos de la firma es desarrollar en Vilafranca todo el proceso fabril, tanto para las marcas propias y de mayor producción, como para tiradas cortas y a medida de las demandas de nuevos clientes, con las que convertirse "en un proveedor de cercanía de socios comerciales".
Esto permitirá a Marie Claire ganar en agilidad, como también el hecho de reducir su portfolio de producto, integrado hasta ahora por más de 60.000 referencias con el fin de "centrarnos en las necesidades del cliente", señalan desde la compañía. "El objetivo es adaptarnos al entorno, ser flexibles y convertirnos en un colaborador de cercanía capaz de dar solución a nuestros clientes en muy corto plazo de tiempo", remarcan las fuentes.
De momento, y a la espera de concretar en diciembre la integración de toda la cadena logística de la firma en Vilafranca, los dirigentes de Marie Claire van recuperando personal incluido en el expediente de regulación temporal de empleo. A día de hoy, aproximadamente 210 operarios trabajan en sus instalaciones, mientras un centenar y medio de componentes de la plantilla de Vilafranca siguen afectados por el ERTE. A estos hay que sumar el centenar que desarrollaban su labor en Borriol y que ahora quedan en una situación complicada.
Desde la firma resaltan que su objetivo es que "durante el próximo año, con todos los cambios que estamos llevando a cabo, podamos incorporar a mucho de nuestro equipo". Pero a pesar de la recuperación del mercado tras el impacto de la covid, la centenaria textil castellonense se ha encontrado con una nueva piedra en el camino.
Y es que la falta de productos básicos para el proceso de fabricación está suponiendo un "gran problema", que incluso llega a dificultar la fabricación y "ralentiza las ventas", aseguran desde la compañía. Todo, en una firma que recibió 9,5 millones de financiación a través del Institut Valencià de Finances en varios préstamos que le imponen condiciones para los seis próximos años, como la imposibilidad de destruir empleo. Y en un elemento clave para evitar la despoblación en el interior castellonense.