VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València recrudece su batalla contra los pisos turísticos. En este caso, centra el tiro en los edificios compuestos exclusivamente por apartamentos turísticos. La concejalía de Vivienda anunció este viernes que próximamente impulsará una moratoria para este tipo de actividad en edificios enteros a lo largo y ancho de 37 barrios de toda la ciudad.
El departamento que dirige Isa Lozano busca así suspender la tramitación y el otorgamiento de las licencias y declaraciones responsables de obras y actividades para la implantación de nuevos apartamentos turísticos en régimen de explotación hotelera en edificios de uso exclusivo durante dos años.
Se trata de una medida a aplicar en las zonas de València con calificación urbanística de Ensanche y también de Centro Histórico Protegido, excepto aquellas zonas que cuenten ya con un Plan Especial aprobado, como Ciutat Vella o en los próximos meses, el Cabanyal, que contienen sus propias medidas restrictivas para las viviendas de uso turístico. Así pues, afectará a las zonas indicadas en el mapa, que se puede consultar aquí.
¿Pero cómo hacer esto? La intención de la concejalía de Lozano es llevar a aprobación al próximo pleno del mes de abril esta herramienta transitoria para que empiece a operar cuanto antes. A la postre, Vivienda busca estudiar en profundidad a medio plazo la modificación de las normas urbanísticas recogidas en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad para incluir esta disposición de manera definitiva y permanente.
Esta prohibición se suma a la que ya recoge el propio PGOU respecto a las viviendas de uso turístico. Ahora mismo, este tipo de uso se circunscribe a las plantas bajas y primera planta y siempre por debajo de un uso residencial. De esta manera, el Ayuntamiento de València busca acotar también la compra de edificios enteros para destinarlos a este uso terciario.
La moratoria se anuncia después de haberse mediatizado la venta de dos fincas ubicadas en la calle Turia a un grupo francés para convertirlas en pisos turísticos. Una operación que ha abocado a más de una docena de vecinos de estas comunidades del centro de València a buscarse otro hogar.
Según la concejala de Vivienda, Isa Lozano, la medida anunciada tiene como objetivo precisamente "paralizar movimientos especulativos de fondos buitre y grandes corporaciones que para desarrollar su actividad expulsan al vecindario de los barrios de la ciudad". Lozano pone por ejemplo el de la calle Turia, que supone "la expulsión no sólo de vecindario sino de negocios que hacen una función social y de arraigo en el barrio como es el caso de una escoleta".
Lozano asevera en este sentido que "el uso de viviendas existentes como apartamentos turísticos es un factor de presión importante sobre la disponibilidad de vivienda para la población residencial, como es sabido y se ha visto en los últimos diez años, salvando la actual coyuntura de bloqueo del turismo por la pandemia". En esta línea, insiste que esta presión ha producido la expulsión de la habitual población residente de "los barrios más atractivos para el turismo".
Por todo ello, la concejala considera "necesario" actuar "a tiempo" y "evitar situaciones como las que se producen en otras ciudades como Madrid o Barcelona" y paralizar "las actuaciones especulativas de los fondos de inversión que se dedican a comprar edificios enteros residenciales para destinarlos a apartamentos turísticos". Según explicaron en el departamento de Lozano, la idea ha sido planteada en el grupo de coordinación del gobierno municipal. En el grupo municipal de los socios de gobierno, el PSPV, por contra, dijeron desconocer la iniciativa más allá de lo anunciado.
El anuncio llegó precisamente el mismo día que el sector había hecho públicas sus propuestas para trabajar con el consistorio en el seno del Consell Local de Turisme. La Asociación de Viviendas de Alquiler de Estancias Cortas (Avaec) emitió un comunicado con cinco propuestas para el Ayuntamiento de València.
Por un lado, Avaec planteó la creación de una base de indicadores de incidencia de las viviendas de uso turístico en la ciudad. La asociación pretende así que la administración local establezca una "metodología clara, objetiva y contrastable que muestre de un modo fidedigno la realidad del sector y permita establecer un análisis comparativo, a través de series históricas, a lo largo del tiempo".
Por otra parte, la asociación pidió la elaboración de una norma urbanística "que dé respuesta específica a aquellos propietarios y gestores que acometieron sus inversiones e inscribieron sus viviendas en el Registro de Turismo con el convencimiento de que no contravenían las normas urbanísticas del Plan General, las cuales no regulan expresamente el uso de vivienda turística".
Asimismo, la asociación de pisos turísticos exige al consistorio la revisión de la actual regulación municipal sobre el sector. A su juicio, esta contiene restricciones "desproporcionadas" y son "contrarias a la libre competencia". Especifica en este aspecto el Plan Especial de Ciutat Vella y el todavía nonato Plan Especial del Cabanyal. Por ello, Avaec "ofrece su disponibilidad y experiencia, a fin de que resulten justas y adecuadas a la realidad y se garantice, en todo momento, la buena regulación que exige la propia Comisión de Defensa de la Competencia de la Generalitat Valenciana".
En este sentido, otra de las solicitudes al ente local es elaborar de una vez por todas una ordenanza de convivencia ciudadana -que está en tramitación desde hace años- para regular las relaciones de vecindad, tanto en espacios públicos como privados, "desde la perspectiva del respeto y el derecho al descanso, y dote de medios efectivos al Ayuntamiento para dar respuesta a las molestias que puedan soportar los vecinos de València con independencia del origen de estas y la actividad que las produzca".