EL 'MERCADO DE SAN VICENTE' TAMBIÉN TENDRÁ UN 'COWORKING' DE 900 METROS CUADRADOS

Dos empresarios proyectan un mercado gastronómico en la antigua Imprenta Vila

28/03/2019 - 

VALÈNCIA. València se ha convertido en una ciudad atractiva para las inversiones por su alto potencial turístico y la gastronomía en un nuevo polo de atracción para el público local e internacional. Con esta visión, dos empresarios valencianos han proyectado la puesta en marcha de un nuevo mercado gastronómico en la ciudad. 

El lugar elegido es un edificio histórico, la antigua Imprenta Vila, con entrada por las calles Maestro Sosa y Mascota, que será acondicionado según un proyecto del estudio Janfri&Ranchal.

Juan Albert y David Núñez, con más de diez años de experiencia en el sector de la hostelería, han bautizado el futuro espacio bajo el nombre de Mercado de San Vicente -dada su cercanía a la calle con el mismo nombre-. "El proyecto se inspira en referentes como el Mercado de San Miguel en Madrid, la Lonja del Barranco en Sevilla o el Mercado de Correos en Murcia", explican los impulsores a Valencia Plaza

Con una inversión prevista de 2,5 millones de euros, el complejo tendrá unos 3.700 metros cuadrados de los que el Mercado de San Vicente ocupará unos 1.800 metros cuadrados. Tendrá 21 puestos entre los que destacarán los destinados a la gastronomía valenciana, aunque también habrá representación de toda la cultura gastronómica mediterránea y precios adecuados a todos los bolsillos. 

Un 'coworking' de 900 metros cuadrados

Cercano al centro de la ciudad y a la Estación de Joaquín Sorolla, el proyecto también contempla un espacio de coworking de 900 metros cuadrados en los edificios anexos –los que servían de vivienda a los trabajadores de la imprenta y al propio dueño–, que constará de espacios comunes, individuales y salas de reunión. La capacidad de esta zona de trabajo será de alrededor de 100 plazas y pretende ser un punto de encuentro tanto para aquellos que trabajen de forma continuada en sus instalaciones como para quienes necesiten tener reuniones y hacerlo cerca del AVE, por ejemplo.

"El proyecto del Mercado de San Vicente tiene como objetivo la recuperación patrimonial e histórica de los edificios, la vertebración del barrio, la creación de empleo y convertirse en un escaparate y referente de nuestra cultura y gastronomía", explican sus promotores. 

Los empresarios recalcan que el horario será diurno y vespertino para integrarse con el barrio y no suponer una molestia para los vecinos. Su intención es abrir el próximo més de septiembre. Por este motivo, a partir del mes de abril abrirán el periodo de selección para los 21 puestos o paradas del mercado con la intención de elegir a los mejores comerciantes, hosteleros, marcas y productos del sector. 

El complejo de la Imprenta Vila, oculto en el centro de una gran manzana de edificios, salió hace doce años de su anonimato al instalarse en él la exposición Casa Decor, impulsada con la misión de mostrar tendencias de hábitat. Para llevar a cabo el evento en el año 2007 se afianzó la estructura, se acondicionó para un mayor aforo, se recuperó la carpintería y se nivelaron los suelos. Además se protegió contra incendios y se mejoró la accesibilidad, según indicó en su día Sergio García-Gascó, uno de los arquitectos del proyecto. La principal función del edificio en los últimos años ha sido la de servir como plató de cine. 

Janfri&Ranchal, encargados del diseño

El estudio Janfri&Ranchal, con más de 25 años de experiencia en el sector, es el encargado de la arquitectura e interiorismo para este nuevo proyecto en el complejo, que surgió a principios del siglo pasado de la mano de José Vila, el industrial de las Artes Gráficas que dio nombre a esta imprenta familiar y que confió la construcción del conjunto al maestro de obras Vicente Cerdá. El inmueble es propiedad de los herederos de José Vila.

Según explican Albert y Núñez, el plan de intervención tendrá como máxima el respeto por las estructuras y el valor patrimonial de los edificios. Para ello se utilizarán materiales reversibles y no fijos, buscando la recuperación de su identidad original y todos aquellos elementos que con el paso del tiempo se fueron perdiendo.

"Tanto los colores pantone, tipografías, como las texturas del proyecto harán alusión al mundo de las artes gráficas haciendo un claro guiño a la histórica imprenta que en su día y durante décadas albergó este espacio", explican desde el estudio de diseño de Janfri Vázquez y Juan Ranchal

Por sus estancias, en las que aún se conserva la antigua maquinaria, han pasado los rodajes de películas como La isla del holandés, de Sigfrid Monleón, o Las cerezas del cementerio, rodada por Juan Luis Iborra. También sirvió para algunas localizaciones para las series que grabó TVE en torno a las figuras de Blasco Ibáñez y de Severo OchoaDe hecho, toda esta vinculación con la cultura quiere ser recuperada por estos empresarios, por lo que el espacio contará con una "abundante" programación. "Queremos recuperar su historia y poner en marcha una exposición y un museo de la imprenta", proclaman.