No hay aún una estimación económica del coste que tendrá el incendio que afectó este martes a una pequeña zona del Oceanogràfic de València, y que obligó a evacuar por unas horas el complejo valenciano. Sí que la hay de tiempo. Dos semanas. Eso es lo que avanzó Eduardo Nogués, el director general de Avanqua Oceanogràfic, la empresa que gestiona el acuario, en la rueda de prensa de presentación de las Noches de L’Oceanogràfic.
Nogués no quiso pillarse los dedos, ya que los plazos de tiempo que se manejan son más cortos, y prefirió dar la previsión más pesimista, si bien en el complejo están convencidos de que el acceso a la zona de Tiburones afectado por el incendio estará ya disponible para ser utilizado incluso antes.
La hora más larga de la historia del Oceanogràfic no paraliza su vida
Durante toda la noche del martes al miércoles los equipos del Oceanogràfic trabajaron en la limpieza y saneamiento de este área donde se produjo el siniestro, retirando el material dañado por el fuego. Para que no se interrumpa el flujo de visitantes, la dirección del acuario ha diseñado un nuevo recorrido con el único acceso público disponible. Para ello se ha dividido la escalera en dos partes, con un tramo de entrada y otro de salida.
Esta es una variante que ya se emplea en ocasiones puntuales, sobre todo cuando se producen picos de afluencia como en el mes de agosto, que fácilmente se superan los 10.000 visitantes diarios, o en días festivos señalados. De esta forma, la persona que recorre el complejo no ve afectada su marcha por el hecho de que sólo haya una entrada pública.
La afluencia de este miércoles, precisamente, es un dato que se tomaba como referencia a mediodía para señalar la “completa normalidad” con la que ha funcionado hoy Oceanogràfic. Era como si no hubiera sucedido nada. El mal trago fue apenas un espejismo.
Este miércoles, a la misma hora del incendio, se superaban con creces los 1.070 visitantes del martes. A la espera de tener los datos finales del día, lo que se daba por seguro es que el número de entradas será el superior a la media de cualquier otro día de julio. A ello ha contribuido la numerosa presencia de público que repetía visita; las llamas no les dejaron visitarlo el martes, y hoy se resarcieron.
Parece cada vez más claro que el incendio se produjo durante unas obras de mejora del acceso al saltar una chispa durante una soldadura. Si bien Nogués explicó que se siguen investigando las causas, admitió en rueda de prensa que era “muy razonable” pensar que estos trabajos de reparación que se estaban realizando pudieran ser el origen del siniestro.
Un fuego que afectó a lo que técnicamente se denomina torre de acceso a la zona de Océanos, y que consiste en una estructura metálica, adornada, recubierta por una suerte de cartón piedra con forma de roca natural, creada con poliuretano. El calor de las llamas ha dejado el acceso “impracticable”, al deformar la decoración interior, si bien es un mal menor que no afecta a la operatividad del complejo.
Es más, en Oceanogràfic están estudiando la posibilidad de hacer de la necesidad virtud. Como quiera que estaba previsto hacer unas mejoras a este acceso, ahora se aprovechará la coyuntura para realizar un nuevo proyecto que permita renovar la entrada a uno de los espacios más populares.