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Ocho días que estremecerán Venezuela

29/01/2019 - 

Parafraseando el libro de John Reed, “Diez días que estremecieron al mundo”, no me queda más que acercarme esta semana a Venezuela en lo que será su “Semana Trágica”. Bueno, también exagerando un poco, porque ni lo que pasará en los próximos días es la Revolución de Octubre, ni tampoco los desórdenes públicos parecen acercarse a aquellos días de 1909 en los que ardió Barcelona. Además, Valencia arde todos los años y aquí lo celebramos sin más. Dicho esto con cariño y desde la más profunda tristeza, desde el recuerdo de cuando los españoles emigrábamos en tiempos de Franco a Venezuela, un país rico y moderno. 

Pero desde que el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se auto-proclamó como jefe del Gobierno, apoyándose en el artículo 233 de la Constitución venezolana, más bien parece que asistimos a una caída en diferido del régimen de Nicolás Maduro y con efectos retardados, como una bomba de relojería. Maduro perdió sus mayoría en la Asamblea Nacional en los comicios del año pasado sin querer aceptar su derrota. Hace unos días juró su segundo mandato en el Tribunal Supremo, después de cambiar su composición a gusto, en lugar de hacerlo en la sede de la Asamblea Nacional como corresponde.

Foto: Rafael Hernandez/dpa

Ésta ha sido la espoleta que ha obligado a la oposición a unirse contra el régimen heredado de Chaves y malbaratado por Maduro, como parece denunciar parte de sus ciudadanos. Y la bomba está haciendo tic-tac muy deprisa. El Consejo de Seguridad de la ONU reunido el fin de semana pasado fue el escenario de la división geoestratégica mundial: Estados Unidos enfrentado a Rusia y China, que apoyaron a Venezuela bloqueando la declaración a favor de la Asamblea Nacional y el reconocimiento de Juan Guaidó como jefe del gobierno. 

El árbitro parece estar en la Unión Europa, que acaba de adoptar una posición común en la que le dan un breve plazo a Maduro, sin especificar, para que vuelva a convocar elecciones con todas las garantíais democráticas. Los principales países de la Unión, entre ellos España, habían adelantado su postura de reconocer a Guaidó como presidente. En este caso, con un plazo de ocho días condicionado a la ausencia de respuesta oficial, pero también con el compromiso de convocar elecciones con todas las garantías. 

El reloj, pues, está en marcha y el sábado se cumple el plazo. Mientras, en las calles de Venezuela se suceden los disturbios y se racionan los alimentos por las Clap -cajas de alimentos que vende el gobierno-. France Press anunciaba 35 muertos y 850 detenidos. El Ministro de Defensa y general en la reserva, Padrino López, mostraba su apoyo al Gobierno: “El Ejército está esperando a los mercenarios “. Nicolás Maduro, mostrando músculo, ayer se paseaba en tanque por las calles de Caracas.

Foto: Rafael Hernandez/dpa

Pero lo bien cierto es que nadie en el ejército con mando en plaza ha dado un paso al frente por Nicolás Maduro. El General en Jefe Comandante del Comando Sur puso en alerta sus tropas para defender la embajada de Estados Unidos en Caracas. Y el agregado militar de Defensa de Venezuela en Washington, José Luis Silva, ha roto con Maduro y ha reconocido a Guaidó como su “presidente legítimo”. Claro que, desde allí… Así, cualquiera.

Otros miembros del ejército inactivos o en la reserva siguen mostrando su apoyo público en la redes sociales. Como el teniente coronel de aviación Luis Klein, que ha publicado en el canal YouTube un comunicado a la opinión pública en apoyo a Guaidó. “La sociedad civil, que es el poder real y originario de una nación, fue traicionada por en sus ´esperas´-sic- de prosperidad y bienestar por una estructura política partidista e ideológica”. Y añade que, “en Venezuela, se dio un proceso totalmente legal, amparado por la sociedad, la Constitución y la comunidad internacional, que son los fundamentos esenciales para que se constituya un gobierno provisional, que deberá estabilizar el país y, cuando las condiciones así lo permitan, llamar a elecciones libres y democráticas”.

Mientras el ejército parece dividido, Juan Guaidó hizo una declaración pública: “Soldado venezolano, hoy te doy una orden, no dispares al pueblo que protesta pacíficamente”. Lectura a contrarreloj: asistimos a lo que podría ser el comienzo de la desaparición de los gobiernos cercanos a la órbita cubana en Latinoamérica y el afianzamiento del control de la zona por Estados Unidos. Lectura con bomba de relojería: los acuerdos de inversión de China en Venezuela ascienden a 28.000 millones de deuda. Los acuerdos con Rusia, con una deuda histórica impagada, pasan por la construcción de una base militar rusa y el acceso de sus Tupolev a cielo y suelo venezolano. Lectura geopolítica: las reservas petrolíferas de Venezuela son de las mayores del mundo. Y así es cómo paga sus deudas. Tic-tac…

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