MADRID (EFE). OHL ha decidido volver a sus orígenes y centrarse en el negocio de la construcción después de vender activos por más de 5.000 millones de euros, entre los que destaca su filial de concesiones, creada en 2000 y que en la actualidad era su mayor generador de ebitda (beneficio bruto de explotación).
No obstante, cuando culmine la venta de OHL Concesiones al fondo australiano IFM por 2.775 millones, la compañía situará a cero su deuda neta con recurso (que a 31 de junio ascendía a 815 millones) y tendrá una posición positiva de tesorería que le dará margen para invertir en nuevos proyectos. Además, con los recursos captados también podría abonar un dividendo extraordinario.
Inicialmente, OHL se había marcado como objetivo incorporar un socio minoritario a su filial de concesiones, al que pretendía vender entre el 20 % y 40 % del capital. Las desinversiones acometidas desde el año pasado han permitido al grupo, capitaneado por la familia Villar Mir, mantener unas cuentas que se vieron fuertemente impactadas por los saneamientos que tuvo que acometer para compensar proyectos fallidos.
Así, en 2016, llevó a cabo desinversiones por valor de 1.590 millones de euros y con un resultado neto de 330,2 millones de euros, unos fondos que destinó a recortar deuda y simplificar su estructura financiera. Entre otros activos, ese año se desprendió del 11,425 % de la concesionaria Abertis (1.329 millones), del 28 % del Metro Ligero Oeste y concesiones de Construcción.
En lo que va de 2017, la compañía ha captado 646,4 millones de euros con la venta del 2,5 % que le quedaba en Abertis, del 17,5 % del Centro Canalejas, del complejo turístico de Mayakoba y del 75 % de la Autovía de Aragaón-Tramo 1, y mantiene a la venta su filial checa ZPSV (valorada en unos 50 millones), operación con la que daría por cerrado su plan de desinversiones.
El pasado lunes, la compañía vendió al fondo IFM Global Infrastructure el cien por cien de su negocio Concesiones por 2.775 millones de euros, de los que ingresará 2.235 millones tras ajustar deuda, tipo de cambio y aportar caja a determinados proyectos. Tan sólo han quedado excluidas de la operación las concesiones en liquidación: el Ferrocarril Móstoles-Navalcarnero y la autopista de peaje Eje Aeropuerto, por las que OHL espera cobrar compensaciones por parte de la administración pública.
La operación, que ha sido premiada por el mercado con una revalorización de las acciones de OHL del 67,38 % durante la pasada semana, que le llevó a cerrar el viernes a 4,95 euros, deberá ser aprobada por la Junta de Accionistas de OHL aunque ya cuenta con el respaldo de su accionista mayoritario, el Grupo Villar Mir (51 %). Con esta venta, OHL, surgido de la fusión entre las constructoras Obrascon, Huarte y Lain entre 1998 y 1999, prevé lograr unas plusvalías de 50 millones de euros. En paralelo, perderá el negocio con el que generaba mayores recursos.
Entre enero y junio, la compañía generó un ebitda de 466 millones de euros, de los que 480,8 millones procedieron de Concesiones, 14,9 millones de Ingeniería y Construcción (que en todo el año se prevé que genere 150 millones), y 4,5 % de Desarrollos. De los 1.803,6 millones facturados por la compañía, Construcción aportó 1.544 millones; Concesiones, 216,4 millones, y Desarrollos, el 43,2 %.
En el plan estratégico presentado en abril, OHL se marcó como objetivo generar en 2017 un ebitda de 1.009 millones de euros, 4,5 veces más que los 223 millones que obtuvo en 2016, cuando Concesiones aportó 799 millones y Construcción restó 604,7 millones. Un año antes, en 2015, el ebitda fue de 967 millones, de los que el negocio concesional aportó casi el 85 %, con 820 millones de euros.