VALÈNCIA. "En el siglo XVII, el pintor de la corte francesa Charles Le Brun, convencido de que todo lo que causa una pasión en el alma tiene su reflejo en alguna acción del cuerpo, intentó establecer, al servicio del arte, un catálogo de pasiones universales reflejadas en los rostros. Esta obra se enmarca en una larga tradición en la historia del arte de búsqueda de la máxima expresión en el rostro, como los bustos de la época grecorromana o La balsa de la Medusa de Géricault. Así, podría decirse que, salvando las distancias, Ok Seungcheol (n. 1988) tiene en Le Brun a su más singular y clásico antecedente artístico". Con estas palabras introduce Julia Castelló la exposición del pintor surcoreano, que se podrá visitar a partir de este viernes 10 de mayo en la galería Tuesday to Friday.
"El trabajo del artista surcoreano ofrece al espectador una serie de expresiones dramáticas sin más información que el propio gesto en el rostro. No hay nombres ni narrativas, solo rostros con expresiones dramáticas. Los arquetipos emocionales de sus rostros (sin identidad) apelan a las vivencias subjetivas del observador, o tal vez a aquel inconsciente colectivo del que hablaba Jung", sigue la hoja de sala.
La exposición, que se podrá visitar hasta el 14 de junio, muestra cómo la obra de Ok Seungcheol —entre lo digital y lo analógico, la ficción y la realidad, la apropiación y la singularidad, la cultura popular y el arte— "cuestiona el sistema de la cultura visual, el consumo y la producción en masa de imágenes actuales a partir del manga, extrapolando su estética, con la violencia y la brutalidad que le son propias. La cultura popular del manga traducida a otro lenguaje —el del arte contemporáneo, en este caso— produce algo que se hace familiar a la vez que extraño, algo intrigante. El artista (influenciado por el uso de ángulos y perspectivas del cine) almacena imágenes de Internet, películas, animes o memes que combina, edita y traslada a soportes propios de la tradición artística, como el lienzo o la escultura".
"En definitiva, el artista crea nuevas identidades a partir de imágenes ya existentes, que deconstruye y analiza. En este proceso de rematerialización —similar al proceso de camuflaje— de originales digitales, el artista presenta una serie de piezas caracterizadas por la apropiación y la repetición y, sin embargo, paradójicamente, con identidad propia a partir de su intervención subjetiva y los nuevos significados que aporta. Camouflage es precisamente el título de la primera exposición individual de Ok Seungcheol en España, el artista pone el foco en la repetición y la transformación, y hace un guiño a los colores del patrón de camuflaje terrestre en Helmet. El hecho de trasladar imágenes digitalmente editadas al lienzo permite alejarse del referente y devolver la función presencial a la pintura".