VALÈNCIA (EP). La vicepresidenta portavoz de la Generalitat, Mónica Oltra, ha afirmado este viernes que percibe una "deriva alarmante" en los partidos de la oposición desde la llegada de Vox y ha puesto como ejemplo las críticas que le dirigen por el caso de abusos sexuales a una menor tutelada por el que fue condenado su exmarido, así como la ordenanza del Ayuntamiento de Alicante que multará la mendicidad o la prostitución. Además, ha garantizado sentirse "absolutamente apoyada por el Consell en su conjunto".
Así lo ha trasladado en su comparecencia semanal tras el pleno de gobierno, un día después de la bronca sesión de control en Les Corts en el que las intervenciones de PP y Ciudadanos se centraron en ella por el caso de abusos sexuales, en coincidencia con el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Machista. Los diputados de Cs también se pusieron unas camisetas con el lema 'Oltra, vete ya'.
Oltra (Compromís), preguntada por este uso de la violencia machista como arma política, ha advertido que desde la entrada de Vox hay una "anomalía democrática" en el parlamento valenciano, recalcando que se trata de "un partido de extrema derecha, negacionista de la violencia de género, que está fuera del ámbito constitucional y de la defensa de los derechos humanos".
"Eso distorsiona mucho", ha constatado, y lo ha relacionado con "algunas mimetizaciones por parte de los partidos que presuntamente encuadran dentro del ámbito de la democracia", en alusión a PP y Cs que hacen "frente común" contra la violencia machista tanto en el pacto de Estado como en el valenciano. Por tanto, ha deseado "que vuelva a equilibrarse" la situación y "sacar de la confrontación política algo compartido por todo el mundo".
Ante este escenario, después de que este jueves dijera que ve una "cacería" en la oposición, ha asegurado que se siente "absolutamente apoyada" por el conjunto del gobierno valenciano que comparten PSPV, Compromís y Unides Podem.
Sobre el "monotema" del caso de abusos sexuales, la también consellera de Igualdad ha hecho hincapié en que ha respondido "absolutamente a todo" lo que ha pedido la oposición, contestando a 42 preguntas relacionadas y compareciendo a petición propia "no solo una vez". También ha recalcado que la documentación ha estado a disposición "de todos los diputados de la oposición y no oposición" y que han tenido la oportunidad de hablar con los funcionarios de su departamento encargados de este expediente.
"Si, con todo eso, la única salida es el insulto, la calumnia y la difamación, es que, obviamente, políticamente no hay nada que se pueda sacar", ha enfatizado, y ha señalado que los diputados de Cs "no han acabado de entender que es esto de las camisetas".
Así ha recordado Oltra cuando utilizaba "camisetas reivindicativas", durante el anterior gobierno del PP cuando estaba en la oposición", porque según ella no la dejaban expresarse. Ha añadido que en Les Corts había "censura", "burla a la oposición" y una "huida" del entonces 'president' de la sesión de control.
Por contra, ha defendido que ahora, cuando Ximo Puig (PSPV) tiene agenda el jueves, se cambia la sesión de control al miércoles, mientras antes "ni se avisaba". "Nos tiraban a la calle cuando intentábamos expresarnos", ha abundado, y ha destacado que le suspendieron la condición de diputada durante un mes por llevar una de estas camisetas.
Todo esto demuestra, para Oltra, que hay una diferencia clara entre llevar una camiseta reivindicativa y en que los diputados de la oposición hagan estos gestos "amparados en una inmunidad que, desde luego, no está pensada para calumniar, ni difamar, ni mentir; ni para tener un papel delante y salir y decir lo contrario". "Es una perversión del sistema democrático", ha resumido, y ha ironizado que también es una "perversión de la memoria" de sus camisetas.
Al margen de Les Corts, ha percibido "síntomas alarmantes" en los gobiernos apoyados por Vox y en el Ayuntamiento de Alicante, tras la ordenanza municipal de convivencia aprobada este jueves que a su juicio pretende "estigmatizar más todavía" a personas como las mujeres prostituida o en situación de sin hogar. "La dialéctica de individuos de peligrosidad social que tanto le gustaba al antiguo régimen franquista", ha ilustrado.