VALENCIA. Tal y como informó este diario días atrás, la vicepresidenta del Consell y coportavoz de Compromís, Mónica Oltra, ya ha comenzado a engrasar la posible reedición del pacto con Podemos ante unas nuevas elecciones generales. Unos intereses que se ajustan a la hoja de ruta de la Comunitat Valenciana que la formación que lidera Pablo Iglesias ha trazado ante otra probable visita a las urnas.
En este contexto resulta más que lógico el encuentro que mantuvieron este lunes el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, y la líder valenciana. La visita del dirigente del partido morado al Cap i Casal, que acudió a presidir el acto 'Comunitat. País. Poble' con motivo del 25 de abril, incluyó una cita con Oltra, almuerzo y café incluido, además de posteriores 'tuits' de elogios mutuos y muestras de complicidad.
Una reunión que el 'podemita' calificó de "informal" y que sirvió, según fuentes de su entorno, para comentar el "momento político actual" y la "experiencia de gobierno de coalición". En este sentido, uno de los puntos fuertes de Podemos en la negociación nacional para la investidura ha sido, precisamente, la propuesta de un "pacto a la valenciana" con el PSOE y otras formaciones políticas de izquierdas.
Además, cabe recordar que ambos partidos concurrieron juntos a las pasadas elecciones generales, si bien posteriormente los diputados de Compromís prefirieron integrarse en el Grupo Mixto y no en Podemos tras no lograr su objetivo de conformar un grupo valenciano propio.
Ahora, con la posibilidad cada vez más próxima de que se repitan las elecciones, se ha vuelto a poner sobre la mesa si ambas formaciones concurrirán de nuevo coaligadas con la incorporación de algún otro partido como Izquierda Unida. La voluntad de Oltra de reeditar el acuerdo es clara y en similares términos se manifestó Errejón en declaraciones posteriores a los medios de comunicación.
No obstante, en el escenario valenciano se hace imprescindible la entrada de Esquerra Unida en el acuerdo para construir una plataforma más amplia que, de alguna manera, aplaque los ánimos en el Bloc -la pata más numerosa de Compromís- tras la convulsión interna sufrida en las últimas negociaciones para el primer pacto de estas formaciones.