Este documento presenta los resultados de un estudio de modelización que examinó en detalle los costos y beneficios de la detección de la tuberculosis (TB) más el tratamiento preventivo de la tuberculosis (TPT) en cuatro países (Brasil, Georgia, Kenia y Sudáfrica), que muestra que "inversiones modestas podrían generar importantes beneficios económicos y de salud en los cuatro países", con un retorno de la inversión de hasta 39 dólares (35 euros) por cada dólar invertido (0,90 euros).
"Hoy contamos con el conocimiento, las herramientas y el compromiso político que pueden poner fin a esta enfermedad milenaria que sigue siendo una de las principales causas de muerte infecciosa en el mundo", ha señalado el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, quien ha señalado la necesidad de "invertir en intervenciones basadas en evidencia" y "promover la cobertura sanitaria universal".
En 2022, la OMS informó de una recuperación mundial significativa en la ampliación del acceso a los servicios de diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis, con la cifra más alta registrada desde que la OMS comenzó el seguimiento mundial de la tuberculosis en 1995.
Sin embargo, la ampliación del acceso al tratamiento preventivo de la tuberculosis ha sido lenta. Prevenir la infección por tuberculosis y detener la progresión de la infección a la enfermedad son fundamentales para reducir la incidencia de la tuberculosis a los niveles previstos por la Estrategia Fin a la Tuberculosis de la OMS.
Para ello, afirman, "es vital ofrecer tratamiento preventivo de la tuberculosis a las personas con VIH, a los contactos domésticos de los pacientes con tuberculosis y a otros grupos de alto riesgo". El número mundial de personas que viven con el VIH y contactos domésticos de personas con tuberculosis que recibieron tratamiento preventivo contra la tuberculosis aumentó a 3,8 millones en 2022, o alrededor del 60 por ciento de los destinatarios ese año, en consonancia con los compromisos asumidos en la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas de 2018.
La tuberculosis multirresistente (TB-MDR) sigue siendo una crisis de salud pública. Si bien se estima que 410.000 personas desarrollaron tuberculosis multirresistente o resistente a la rifampicina (MDR/RR-TB) en 2022, solo alrededor de 2 de cada 5 personas accedieron al tratamiento. El progreso en el desarrollo de nuevos diagnósticos, medicamentos y vacunas contra la tuberculosis sigue estando limitado por el nivel general de inversión en estas áreas.
Está claro que se necesitan muchos más esfuerzos para combatir la tuberculosis, que sigue siendo una de las principales causas de muerte infecciosa en el mundo.
El Día Mundial de la Tuberculosis 2024 se conmemora bajo el lema '¡Sí! ¡Podemos acabar con la tuberculosis!' transmitir un mensaje de esperanza de que es posible volver a encaminarse para cambiar el rumbo de la epidemia de tuberculosis mediante un liderazgo de alto nivel, mayores inversiones y una adopción más rápida de las nuevas recomendaciones de la OMS.
Tras los compromisos asumidos por los Jefes de Estado en la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas en 2023 para acelerar el progreso para poner fin a la tuberculosis, el enfoque de este año cambia a convertir estos compromisos en acciones tangibles. Esto incluye la implementación de la iniciativa emblemática del Director General de la OMS sobre la tuberculosis para 2023-2027.
"Los próximos cinco años serán fundamentales para garantizar que el impulso político que tenemos ahora se traduzca en acciones concretas para alcanzar los objetivos mundiales en materia de tuberculosis", ha añadido Tereza Kasaeva, directora del Programa Mundial de Tuberculosis de la OMS.