VALÈNCIA. El exalcalde de Gandia y ex número tres del PSPV José Manuel Orengo está en el ojo del huracán después de conocerse que la Fundación Cical (Centro de Investigación de Conocimientos para la Administración Local), que ha promovido junto a la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), tiene previsto recaudar 2,4 millones de euros de las administraciones locales, provinciales y autonómica valencianas, entre ellos 400.000 euros de la Generalitat.
El presupuesto fue presentado en el acto de constitución del Consejo General de la fundación, acto celebrado en el Palau de la Generalitat que contó con la presencia del jefe del Consell, Ximo Puig, y del presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez.
Orengo atendió por teléfono desde Gandia a Valencia Plaza este viernes para intentar aclarar la situación, después de que el conseller Manuel Alcaraz, que ejerció la portavocía del Consell por ausencia de Mónica Oltra, mostrase su preocupación por el revuelo generado.
Según el político socialista, la idea de un instituto de investigación para ayudar a los ayuntamientos la tuvo él siendo alcalde de Gandia. "Se lo propuse a Justo Nieto -conseller de Empresa, Universidad y Ciencia entre 2004 y 2007- siendo alcalde, con un millón de euros". Juan Juliá -entonces rector de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV)- se sumó al proyecto, según Orengo. "Llegamos a firmar un convenio". ¿Por qué no salió adelante? "Porque llegó Arturo Torró -su sucesor en la Alcaldía, del PP- y dijo que él el conocimiento lo tenía hablando con la gente en los bares".
"No estamos hablando de un chiringuito o una paraeta, ni de que Ximo Puig le da a su amigo no sé qué"
Tras dejar la Diputación de Valencia Orengo entró a trabajar a mediados de 2016 como técnico en la FVMP con un contrato de obra y servicio para promover este laboratorio de ideas. "Llevo el tema del municipalismo en la sangre", afirma.
El contrato finaliza este mes porque la Fundación Cical ya está creada. Su próximo destino, ahora sin fecha definida, es la dirección de la Fundación Cical. "No es puerta giratoria ni me he ido al consejo de administracion de ninguna empresa", se defiende. "No estamos hablando de un chiringuito o una paraeta, ni de que Ximo Puig le da a su amigo no sé qué. Es todo transparente", añade.
Según Orengo, el motivo por el que se decidió constituir una fundación es porque se hizo un estudio jurídico de distintas modalidades de jurídicas y se descartan otras como un consorcio o una asociación porque tienen inconvenientes o no son posibles. La fundación, asegura, "es privada" porque su única fundadora también es una entidad privada, la FVMP, a pesar de que todos sus patronos son cargos públicos –a título particular, excepto el presidente", recalca– y de que la totalidad de los ingresos a los que aspira son públicos.
"Que sea privada no quiere decir que no tenga controles, tiene un control público a través del Consejo y la obligación de tener una auditoría anual", afirma.
Ximo Puig no puso reparos a la cifra de 400.000 euros de supuesta aportación de la Generalitat que figuraba en los presupuestos
Cuando se le recuerdan los casos de corrupción y el uso de las fundaciones por parte de anteriores gobiernos de la Generalitat o los ayuntamientos como forma de evitar los controles públicos, Orengo admite que esa figura jurídica crea desconfianza, pero insiste en que era la mejor. "La única cosa negativa que tenía la fundación era la mala fama que tenía el nombre".
"¡Maldita la hora de haberle llamado fundación y maldita la hora de haber hecho el Consejo General!", se lamenta.
"El error ha sido constituir el Consejo General antes de tiempo, pero es que ya no podía retrasarse mucho más. Ximo Puig está por una cuestión de respeto institucional, se le invita y cómo iba a declinar la invitación de la FVMP. Es un organismo que está ahí para asesorar, pero no es un organismo que estén sometido a responsabilidad sus miembros".
Añade que el presupuesto se pasa por el consejo "porque lo dicen los estatutos" y admite que Ximo Puig no puso reparos a la cifra de 400.000 euros de supuesta aportación de la Generalitat que figuraba en ellos.
Orengo sostiene que el presupuesto que se presentó en el Palau de la Generalitat era una "mera previsión de ingresos y gastos" y que los 400.000 euros de ingresos de la Generalitat dependerán de las líneas que saque el Consell o la Agencia Valenciana de la Innovación. "Nos presentaremos como un instituto tecnológico más".
En el caso de los ayuntamientos y las diputaciones, explica que las cantidades presupuestadas no son una subvención, sino una cuota que da derecho a acceder a los servicios de la Fundación Cical.
Asegura que hablaron con ayuntamientos de diferentes tamaños y "les parecía asumible", incluidos los de Valencia, Torrent o Benidorm, aunque a modo de sondeo, sin compromiso alguno. "La Diputación de Castellón dijo sí, adelante, vamos a entrar. La de Alicante dijo que sí, pero que no aseguraba que pudiera pagar este año", señala. En el caso de las diputaciones, su entrada permite a los ayuntamientos de reducido tamaño acceder a los servicios.
Recalca que la decisión de la FVMP de crear la fundación se toma una reunión en Sagunto del Consejo de la Federación, el pasado 1 de diciembre, con 60 ayuntamientos "de todos los colores". Todos votaron a favor, también los del PP. "Ahora algunos dicen no voy a poner ni un euro. Pues no lo pongas. A ver si los clientes al final van a ser de Zaragoza".
"Miguel Soler es 'un patrono proveniente de la Generalitat'; si hubiésemos puesto 'en representación de', el lío estaba servido"
Según Orengo, "aquí nadie ha cobrado un duro porque no hay un duro. Ha sido un proceso de ir sumando gente. No se le ha cargado ni un duro de un sello, no hay ni un solo tiquet. Si mañana me voy yo a Valencia me lo pago yo". Y añade: "No se pondrá ninguna obligación de pago hasta que exista un derecho".
En el proyecto llevan meses trabajando tres personas de la FVMP y "cuatro persona más, por pasión", porque ninguna cobra. La previsión es que la Fundación Cical tenga en nómina un mínimo de cinco personas y un máximo de diez, "con procesos de publicidad y concurrencia".
Como adelantó este viernes Valencia Plaza, uno de los patronos de la fundación es el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, "proveniente de la Generalitat" pero nombrado por la FVMP, según los estatutos. "Está a título particular, los estatutos dice 'un patrono proveniente de la Generalitat'; si hubiésemos puesto 'en representación de', el lío estaba servido", explica Orengo.
El portavoz circunstancial del Consell este viernes, Manuel Alcaraz, asegura también que Soler no está en el patronato representando a la Generalitat.
El propio Soler, en declaraciones a Valencia Plaza, lo ratifica: "Yo entro a la fundación a título totalmente personal. Necesitan a una persona cualificada, no a un portavoz de la Generalitat. A mediados de enero me contacta Rubén Alfaro –presidente de la FVMP–, necesita a alguien que les ayude con la idea y la composición de la fundación. Querían cambiar un patrono de la anterior junta para que no hubiera incompatibilidad con los cargos de la Generalitat".
El primer patrono proveniente de la Generalitat era Emili Josep Sampío, actual subsecretario de Presidencia y al que Orengo nombró jefe de servicio de Gestión Urbanística del Ayuntamiento de Gandia cuando era alcalde. Sampío cesó el pasado 30 de diciembre.
"Sampío se va porque es el número tres de Presidencia. Vimos que de Presidencia no tenía que ser, sino de la Generalitat, y vimos más lógico que fuera del campo de la investigación", asegura Orengo, quien recalca que Paco Micó, otro de los patronos, es técnico de la Federación y era secretario general en la época del PP. "Queríamos que hubiese distintos puntos de vista pero no estuviesen a las órdenes de los partidos".
El protagonista de esta polémica es consciente de que su presencia en la fundación es lo que encendido todas las alarmas. "Mi figura contamina la cosa porque hace un año era el número tres del PSOE".
"Como esta es una necesidad tan clara, si después de todo dicen 'Orengo, eres tú el que contaminas', pues yo me aparto"
Y se defiende: "¿A quién he matado yo? Soy el apestado mayor del reino. Vivo en casa de mis padres, no me he hecho rico, tengo un utilitario, he dejado la administración para entrar como técnico en la Federación para poner en marcha un proyecto que es útil... No me puedo ir a una empresa privada porque es puerta giratoria, no quiero volver a la política activa, y eso es una decisión personal. Tengo 50 años y quiero dedicarme a lo que ha sido la vocación de mi vida".
"Si quieren matarme, que me maten, pero que no se abandone este proyecto. Si alguien conoce a alguno mejor, que lo ponga encima de la mesa y que lo haga", proclama.
Critica la actitud del PP, que en su opinión "está metiendo cizaña en contra de los propios alcaldes que apoyaron. Está todo el mundo acojonado, no sé si hemos herido de muerte el proyecto". No obstante, afirma: "Como esta es una necesidad tan clara, si después de todo dicen 'Orengo, eres tú el que contaminas', pues yo me aparto".
Sobre el futuro inmediato, reflexiona: "No sé esto cómo se recompone. Hay que bajar el soufflé y que el presidente del patronato con el resto de los patronos decida cómo recomponer la reputación. O reconducimos y recuperamos la reputación que teníamos hace escasamente tres días o esto no va adelante".
Orengo lo describe como "un ayuntamiento virtual" para que los técnicos de los ayuntamientos tengan al menos 300 horas de investigación a su disposición para tener la información con la que tomar las decisiones correctas.
"Cada vez que se adhiera un ayuntamiento haremos un mapa de conocimiento de ese ayuntamiento y con eso haremos el mapa de conocimiento de toda la Comunitat Valenciana".
"Si tienes que hacer una ordenanza sobre perros, tus técnicos tienen mucha idea de lo que es una ordenanza, pero no tienen ni idea de perros"
El centro, según Orengo "tiene que tener poca gestión y mucha investigación, para contrarrestar lo que tienen los ayuntamientos, que es mucha gestión y poca investigación". "Yo he sido alcalde, y cada vez que he tenido que tomar una decisión me he encontrado con un nivel de información baja, porque los funcionarios son expertos en la administración pero no en aquello que gestiona la administración. Si tienes que hacer una ordenanza sobre perros, tus técnicos tienen mucha idea de lo que es una ordenanza, pero no tienen ni idea de perros", añade.
Describe el funcionamiento comparándolo con un tratamiento médico: "Si tienes un problema de salud, Cical no te opera, lo que te dice es qué mal tienes, qué alternativas de tratamiento tienes, quién se dedica a esos tratamientos y la opinión que tienen los demás sobre esos que se dedican a ese problema. ¿Cuánto vale eso?".