Orengo quiere instalar su polémica fundación en la Marina de València

VALÈNCIA. El ex número tres del PSPV José Manuel Orengo, promotor de la controvertida Fundación Cical (Centro de Investigación de Conocimientos para la Administración Local) junto a la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), tiene intención de instalar su sede provisional en la Marina de València.

Así lo ha confirmado a Valencia Plaza el propio Orengo, quien en las últimas semanas ha visitado la zona que alberga polos de emprendimiento como Lanzadera, la escuela de Empresarios EDEM o Bankia Fintech by Insomnia. 

De hecho, la aceleradora de empresas fintech (tecnológicas del sector financiero) promovida por Francisco Estevan y financiada por Bankia recibió la visita del exalcalde de Gandia, interesado en el alquiler de espacios en la antigua base del Team Germany, en concreto en el Smart Co-Working para startups, pero no hubo acuerdo al no encajar el proyecto en las bases de la convocatoria.

Orengo se interesó también por la antigua base del Alinghi, junto a Lanzadera, que va a ser rehabilitada por el Consorcio Valencia 2007. Precisamente, los responsables de el Consorcio presentan este martes los planes estratégicos de la Marina entre los que se incluye el destino de la antigua base del equipo suizo.

En dos años, a Gandia

El proyecto de Orengo, sin embargo, no es quedarse en Valencia sino instalarse en su ciudad, Gandia. "Es una idea que nació en Gandia, fue una iniciativa de Gandia con la Universidad Politécnica y, por tanto, a mí me gustaría que estuviera en Gandia, pero eso lo decidirá el patronato", explica el ex número tres de los socialistas valencianos. Su idea es que permanezca en Valencia un par de años y luego se traslade a Gandia.

La Fundación Cical, Orengo y Ximo Puig están en el ojo de huracán por este asunto desde que el pasado martes se anunciara, tras una reunión en el Palau de la Generalitat presidida por Puig, la puesta en marcha de esta fundación con un presupuesto de 1,45 millones de euros procedentes en su totalidad de administraciones públicas. De ellos, 400.000 que pagaría la Generalitat.

El malestar llegó a Compromís, que exigió a su diputado provincial Emili Altur que eligiese entre seguir siendo miembro de la dirección de la Fundación Cical o diputado provincial. Altur escogió este martes mantenerse como diputado y dejar la Fundación Cical.