VALÈNCIA (EP). Organizaciones agrarias de la Comunitat Valenciana han trasladado al ministro de Agricultura, Luis Planas, y al conseller del ramo, Miguel Barrachina, sus peticiones en la respuesta a los cultivos afectados por la Dana, que pasan por obtener más recursos de la Unión Europea y del Consell, así como la inclusión de municipios de Castellón en las ayudas del Gobierno central.
Así lo han señalado este martes en declaraciones a los medios tras la reunión, en la que se ha abordado la situación del campo tras el paso de la Dana, cuyas pérdidas se cifran entre los 800 y mil millones de euros en las evaluaciones iniciales. El encuentro ha servido para abordar las medidas aprobadas por el Gobierno central.
Por parte de La Unió Llauradora, su secretario general Carles Peris ha realizado una "valoración positiva" del primer paquete de ayudas del Gobierno aunque, con 444,5 millones, supone "la mitad del importe" de las pérdidas que ha calculado esta organización, de 816 millones de euros pero que se estima que incremente conforme avancen sus evaluaciones.
Por ello, ha indicado que "se deben involucrar más administraciones" con recursos europeos y autonómicos. Carles Peris, además, ha explicado que ha pedido al ministro modificar el real decreto de ayudas para incluir los municipios de Castellón en que los que se han producido daños en infraestructuras agrarias y, especialmente, en ganaderías.
Como vicepresidente de AVA-Asaja, Bernardo Ferrer ha señalado que "cualquier ayuda que venga al campo siempre es positivo" pero deberá verse "cómo se materializan" las articuladas por el Ejecutivo central, cómo se instrumentan y cómo les llega a los afectados. Esta asociación eleva a 1.089 millones de euros las pérdidas afectadas en una primera evaluación, pero avanza que esta cifra aumentará.
Ferrer ha lamentado que en la reunión "lo que no hemos oído son las ayudas europeas". "La Conselleria ha puesto su parte, el Ministerio ha puesto su parte, pero la Unión Europea debe también de poner su gran parte porque somos una comunidad eminentemente exportadora, ha sostenido. También ha puesto el foco en que ahora lo prioritario son "las cosechas en el suelo" en los "campos arrasados", pero en los próximos meses se tendrá que tener en cuenta la infraestructura.
El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Ricardo Bayo, cree que las ayudas del Gobierno central pueden "quedar un poquito cortas", pero que si se debe ampliar este paquete lo solicitarán. "Lo que le pedimos desde UPA a la Conselleria de Agricultura y a la Generalitat, por lo menos, es que haga un esfuerzo equivalente al que está haciendo el Ministerio también", ha añadido.
Bayo ha subrayado que "es importante empezar a reconstruir el tejido económico" y ha advertido de "daños en infraestructuras brutales", por lo que ha pedido "medidas que garanticen que el agricultor pueda continuar de cara al año que viene y no se vea abocado al cierre de su explotación debido a esta catástrofe".
Desde la Federación de Cooperativas Agroalimentarias, su director Enrique Bellés ha subrayado la necesidad de "evitar el abandono" de tierras en las explotaciones que han quedado "totalmente destruidas", la mejora de los caminos y que los agricultores cuenten con liquidez para "volver en el plazo más breve posible a la normalidad".
Además, ha hecho hincapié en las cosechas perjudicadas para próximos años, como en el caso de los viñedos y los problemas de "asfixia radical" y enfermedades en las plantas.
Por parte de la ejecutiva de COAG, Gabriel Giménez ha señalado que, "teniendo en cuenta todo lo que ha sucedido, cualquier ayuda es poca". Ha explicado que ha habido "unos daños muy heterogéneos" entre los territorios afectados, pero las pérdidas llegan a "odas las zonas".
Sobre las prioridades para la recuperación, ha apuntado a los tratamientos en las zonas donde puede haber problemas de hongos, la reparación de infraestructuras y la accesibilidad.