VALENCIA. La culpa del fracaso de la ATE de Ikea es del Consell, según el promotor Enrique Ortiz. Esto es al menos lo que consta en el escrito de desistimiento que el empresario remitió a la Generalitat, según reveló este martes en su blog el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro.
Según el dirigente, en su misiva, Ortiz aportaba motivos dispares que van desde "el clima social contrario al proyecto" hasta cuestiones administrativas como "que se le han ido incrementando las demandas y las exigencias" por parte del Consell.
"Dicen que estas demoras echan por tierra sus expectativas empresariales y lamentan que la oposición social y política que notan dificulta sus planes", relata Álvaro en su post sobre la misiva de Alicante Avanza, la promotora del PAI de Rabasa liderada por el empresario.
Como informó este diario el pasado 25 de mayo, Ortiz renunció a acometer los cambios que se le exigían para sacar adelante el proyecto, deficiencias relacionadas con las lagunas de Rabasa o los accesos a la tienda del gigante del mueble -además de incumplimientos en los informes relativos a los ayuntamientos de Alicante y San Vicente del Raspeig-.
Sobre estas cuestiones, Ortiz explicó en su escrito que los cambios que se le exigían habrían supuesto "dilaciones innecesarias, tensiones sociales, inseguridad jurídica y económica y mayores costes", de modo que optaron por desistir del trámite por "razones objetivas ajenas a esta mercantil". Lejos de esta opinión, Álvaro defiende el procedimiento seguido por la administración autonómica.
El tono elegido por Ortiz en su desistimiento y su intento de trasladarle la responsabilidad del fracaso de la ATE a la Generalitat han levantado ciertas sospechas los últimos días entre dirigentes del Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat.
En la administración sospechan que el empresario podría estar preparando acciones legales contra el fracaso del proyecto, si bien en Consell no ha sido notificado de ninguna acción en esta línea -al menos por el momento-.