Su nombre, registrado a nivel mundial, es la denominación genérica que recibe en italiano el gres porcelánico
VALENCIA. "Porcelanatto es al azulejo como Danone al yogur". Así explica un alto directivo del Grupo Pamesa la relevancia de la marca que ha adquirido la compañía. La enseña formaba parte de la unidad productiva de TAU Cerámica, adjudicada recientemente a la compañía de Fernando Roig. Pese a haber permanecido en un segundo plano mediático durante el proceso de subasta, en Pamesa la consideran "un activo muy importante de cara al futuro del grupo".
Más allá del pasado de la marca, que tiene sus orígenes en la extinta industria azulejera de Borriol a la que daba nombre, el valor de Porcelanatto se esconde en su significado. "Se trata de la denominación genérica que recibe en italiano el gres porcelánico", explican fuentes de Pamesa, que añaden que está "registrada a nivel mundial".
Según detallan, TAU, inmersa en los problemas económicos de su matriz Taulell SL, nunca llegó a explotar la marca a pleno rendimiento tras adquirirla en 2009. Su intención, sin embargo, era expandirse de forma exponencial gracias a ella en el mercado global, tal y como anunció en el momento de su adquisición.
Ahora la pelota está en el tejado de Fernando Roig. "Es una posible segunda marca", especulan en Pemesa, si bien añaden que el grupo azulejero ya cuenta con su enseña propia de gres porcelánico: la firma Compactto.
Por lo que respecta a la antigua Porcelanatto SA, la sociedad de Miguel Agut y Jaime Monzó fundada en 1887 se disolvió a principios de la pasada década. Al fin de su actividad le precedió el prolongado deterioro de sus instalaciones, que serían saqueadas en repetidas ocasiones. El broche a su declive lo puso un llamativo incendio registrado en 2011 que arrasó por completo la fábrica.