Fernando Roig, con los directivos de las empresas del grupo tras la rueda de prensa de 2022. Foto: CARLOS PASCUALCASTELLÓ. El Grupo Pamesa superó en 2022, con nota, un ejercicio complicado. Al menos así lo señalan sus cuentas, que por primera vez rebasaron los 1.500 millones de euros en ingresos. El incremento de la facturación respecto a 2021 (del 38% para el conjunto de la actividad del grupo y del 34% en lo que se refiere a la venta de producto acabado) se vio acompañado, además, con un aumento de los metros cuadrados de azulejos y baldosas vendidos, en concreto del 4%. Y todo ello en un año marcado en sus inicios por la crisis del sobrecoste del gas y, tras el verano, por la caída de la demanda, común en el sector.
Además, en este perímetro de consolidación del que este martes informó la compañía no se incluye el grupo Azuliber pese a que en la rueda de prensa del año pasado el presidente de Pamesa, Fernando Roig, señaló que la adquisición de finales de 2021 pasaría a estar incorporada plenamente al grupo en el ejercicio siguiente.
Los 1.508 millones de facturación se vieron acompañados de unos beneficios antes de impuestos de 81 millones de euros, lo que supone un 16,5% menos que en el ejercicio anterior. Pese a la caída, desde el grupo remarcan que han conseguido mantener "una rentabilidad destacable". A los beneficios hay que restar, señalan desde la compañía, el 25% con el que Pamesa tributa del Impuesto de Sociedades. Asimismo, el grupo cuenta con una parte no consolidada, integrada por Azuliber y otras sociedades satélites.
En lo referente a las ventas de producto cerámico, el crecimiento del 34% del valor viene dado, fundamentalmente, por el incremento de los precios de venta a los que se ha visto obligado a adoptar el grupo, como el resto del sector, debido al alza del coste del combustible. No en vano, la factura del gas natural alcanzó en 2022 para Pamesa los 365 millones de euros, frente a los 158 de 2021, lo que supone un incremento del 131% o, lo que es lo mismo, 207 millones más, remarcan desde el conglomerado cerámico.
Para sortear el aumento del coste de la electricidad, el grupo ha hecho valer la inversión de los últimos años en energía fotovoltaica, de la que cuenta con una potencia total instalada de 20,8 megavatios pico en 112.921 metros cuadrados de cubiertas solares. Esto equivaldría al suministro eléctrico de 4.670 viviendas, destaca el grupo, y evita anualmente la emisión a la atmósfera de 11.768 toneladas de dióxido de carbono (CO2). Esto, junto a lo generado a través de la cogeneración, permitió unos ingresos de 65 millones por la venta de energía eléctrica generada en sus instalaciones.
Para avanzar en esta inversión sostenible, tan solo hace unos días Roig presentó la primera planta de hidrógeno, con la que abastece a la factoría de Arcillas Atomizadas, y anunció la inversión de 250 millones en los próximos años para evitar totalmente el consumo de gas natural en la producción cerámica, algo que prevé completar "entre los años 2025 y 2026". En el resto de aspectos el grupo no ha detallado la inversión que prevé acometer.
Asimismo, Pamesa Grupo Empresarial ingresó el año pasado 257 millones por la venta de tierra atomizada y otros aspectos relacionados, lo que supone un 55% más que en el ejercicio anterior.
En cuanto al negocio principal, la fabricación y venta de producto cerámico, el incremento en el segundo aspecto fue del 4%, pero en esta ocasión el grupo no ha detallado la producción de sus factorías, que como el resto se vieron afectadas por paros debido a los sobrecostes del gas.
Desde Grupo Pamesa remarcan a su vez su compromiso con la sociedad, que se plasma "con el pago de todos sus impuestos y la Seguridad Social de sus trabajadores" por un montante de 75 millones de euros. Además, colabora con diferentes centros ocupacionales de la Comunitat Valenciana, concluye la compañía radicada en Vila-real.
