VALÈNCIA. La mayoría de innovaciones nacen de las inquietudes y José Ramón Panach tenía una: llevar la horchata de chufa en el supermercado al siguiente nivel. Acostumbrados a formatos de brick, muy lejos de proporcionar sabores como el de la horchata natural, el empresario de Alboraya se empeñó en encontrar una fórmula para llevar a la distribución el paso intermedio: la horchata fresca.
"En 2015, empezamos a comercializar horchata UHT, pero no teníamos planta de envasado, sino que nos lo hacía un proveedor. Y en 2016 yo tenía una inquietud, y era poder embotellar la horchata fresca. Mi sueño era ver de qué manera conseguíamos ofrecer una horchata lo más cerca a lo natural", recuerda Panach, en una entrevista realizada por Valencia Plaza en su fábrica de Albuixech (València).
La compañía, que en 2021 espera envasar más de tres millones de litros de horchata entre su versión cristal y su formato en vaso take away, tiene su origen en la iniciativa de sus padres, Amparo Ferrer y José Panach, quienes fundaron en 1971 en Alboraya una horchatería que, a día de hoy, sigue regentada por la familia y germen del actual Panach, donde José Ramón es socio junto a sus hermanos.
"Mi padre y mi madre eran agricultores. En 1970 mi padre inventó la máquina de recoger chufas. Supuso una revolución y, a día de hoy, 50 años después, sigue empleándose. Ese año las chufas valían muy poco dinero y el agricultor no sacaba dinero para pagar la recolección. Sin embargo, la chufa tiene un inconveniente y es que, al ser un tubérculo, si no se recolecta es una mala hierba", señala.
Fue entonces cuando le dijeron a su padre que, si las recogía, se las podía llevar gratis y ahí empezó la aventura horchatera. "Encontraron un bajo en lo que hoy es la Avenida de la Orxata, y montaron la horchatería", recuerda. Este postre era muy habitual entre las familias de la zona, y aprovecharon que familiares tenían un bar en una cooperativa agrícola de Alboraya con un sistema de fabricación de horchata para iniciarse.
Panach, que lleva 40 años haciendo horchata, siguió centrado junto a sus hermanos en la horchatería hasta 2003, cuando decidieron poner en marcha una planta industrial de horchata para empresas lácteas, quienes se dedicaban a envasar, un labor que también mantiene a día de hoy. Sin embargo, en 2009 hicieron una fuerte inversión en una línea de producción de granizados para finalmente
Hasta 2003 seguimos centrados en la horchatería y fue entonces cuando montaron una planta industrial de horchata para empresas lácteas, que eran las que se dedicaban a envasar. "Eso lo seguimos haciendo hoy también pero, por el camino, en 2009, hicimos una inversión para hacer una línea de granizados donde el producto estrella era la horchata pasteurizada pero que se servía congelada para finalmente poner en marcha una planta de 8.000 metros cuadros en Albuixech", señala.
Tras darle vueltas a cómo llevar la horchata fresca a los lineales, en una jornada de formación alguien dijo: "si la horchata la envasas en una botella de vidrio y la pasteurizas generando un vacío, el producto te durará mucho más tiempo". Con esas instrucciones, José Ramón Panach comrpró unas botellas de zumo, las limpió y puso la horchata. Las metió en un pasteurizador discontinuo donde hacían los helados y, según señala, el resultado fue "impresionante".
"Una horchata que no tenían inicialmente más de dos o tres días hábiles, podíamos darle entre 15 y 20 días de vida útil". Con esa experiencia montaron una pequeña línea de envasados y arrancaros con la horchata fresca. En 2016, envasaron 70.000 botellas, como señalaba, en 2021 confían en terminar con 3 millones de botellas.
Los primeros clientes que apostaron por su horchata fresca en 2016 fueron Carrefour y Alcampo. "La presentamos en toda la distribución, pero era un producto novedoso, no tenía histórico, y la gente no sabía el nivel de capacidad o de eficiencia que podíamos tener", explica. En julio de ese mismo año apareció Mercadona, montaron su planta para poder aumentar su producción y en 2019 hicieron la primera inversión para envasar en formato take away. "En 2021 ya es una realidad y este año calculamos que vamos a estar entre los 7 u 8 millones de vasos", señala.
A día de hoy, también están presentes con su marca Xufatopía en Consum, Ahorramás y Dia. Además, la compañía se adentró en Cataluña con la marca Siper, una marca de horchata historía en la autonomía que dejó de fabricarse, pero que fue rescatada por la compañía valenciana junto a empresarios catalanes y que puede encontrarse en los supermercados Bonpreu y Condis.
Una de las grandes reinvindicaciones de los fabricantes de horchata de chufa más allá de la natural es el poder comercializar la horchata sin azúcar con este nombre. Sin embargo, el Reglamentación Técnico-Sanitaria para la Elaboración y Venta de Horchata de Chufa recoge que "los azúcares totales expresados en sacarosa de la horchata serán como mínimo del 10 por 100", lo que no permite darle este nombre al mismo producto pero sin azúcar añadido por debajo de ese porcentaje.
"Esta normativa tiene casi 30 años y urge ya una adaptación a las recomendaciones sobre el consumo de azúcar. Es una demanda que venimos haciendo desde hace mucho tiempo, donde tenemos acceso. Si no lleva el 10% de azúcar se tiene que llamar bebida de chufa", recuerda. Sin embargo, a pesar de que muchos crean que solo es un nombre, han tenido malas experiencias. "En 2019 intentamos sacar al mercado una horchata sin azúcar, con edulcorantes, y estaba buena pero a la gente le generaba confusión. No entendían que, si era horchata, por qué no se le llamaba horchata", reconoce.
"Es imposible que un producto con el arraigo que tiene la horchata en Valencia no seamos capaces por una normativa de actualizarlo y hacerlo moderno. Entendemos que si esto se diera, aumentaría la demanda y su consumo", apunta. En este sentido, asegura que es un tema político y que debe abordarse en ese sentido.
"Ahora, la gente moderna reclama bebidas con menos azúcar y más saludables. ¿De qué sirve tener nutrientes de las bebidas vegetales si en contra partida tienes el azúcar? El día que nos carguemos el azúcar, esos nutrientes cogerán un protagonismo que a día de hoy la horchata tiene, pero saldrán mucho más reforzados. El día que podamos envasar horchata sin azúcar, las ventas se van a multiplicar por dos", asegura.
La compañía también se ha lanzado con otros productos, como La ve vida, una bebida de avena con café. "Dentro del mundo de la distribución vemos que hay una corriente creciente en las bebidas vegetales y analizamos cuáles somos capaces de hacer y cuáles no", explica Panach. Y es que, al margen de este producto elaborado bajo su marca, venden a granel para terceras compañías leches de avena, anacardo, almendra, avellana, arroz y algarroba.
Aunque ahora venden en toda España, su idea es iniciar la internacionalización con varias referencias. "Queremos ir con todas nuestras referencias, empezando por Europa. Tenemos estudios de mercado, pero queremos conocer los productos que están tomando en primera persona y vamos a visitar países, empezando por Alemania", apunta.
La compañía, con 27 empleados en plantilla, crece alrededor de un 25% anual. Mientras, cerrarán su consolidado de facturación en 2021 en unos 11 millones, mientras que en 2020 se cerró con 9 millones. Además, la compañía cuenta con la colaboración familiar, y es que sus hijos están involucrados en la compañía, siendo uno de ellos el maestro horchatero.
El formato envasado se convierte en el complemento perfecto para el ritual de reunirse al atardecer en el paseo marítimo de la Malvarrosa.