VALÈNCIA. Las cajas sorpresa se han convertido en un modelo con éxito para captar usuarios. La sensación de tener un regalo gusta y la startup valenciana Pandabox ha conseguido llevarlo a la moda para niños. Fundada por Patricia García, Ana Ruiz y Daniel González, permite ahorrar tiempo a los padres que buscan nuevas marcas y tendencias pero que no tienen tiempo para salir en busca de ellas.
"Trabajaba en una multinacional en Barcelona y me apetecía mucho emprender, probar la experiencia de montar una empresa", explica Patricia García. "Iba buscando problemas que tuviese la gente y que me pudiera dar ideas. Un día hablando con mis amigas hablaban de lo pesado que podía ser el tema de la ropa con los niños".
De Villarreal, la idea por la que dejó el empleo no fue la que actualmente está desarrollando. Se lanzó con un modelo de negocio de cajas por suscripción con ropa de segunda mano, pero se dio cuenta de que no había mercado para ello. Sin embargo, sí que vio que existía un público que quería evitar parte de ese proceso de ir a comprar ropa con los niños, lo que le permitió pivotar hasta llegar al modelo actual, que actualmente desarrolla en Demium Startups.
En Pandabox los clientes rellenan un cuestionario indicando sus necesidades, gustos y presupuesto reciben una caja personalizada. Una vez reciben las prendas, tienen cinco días para elegir qué prendas se quedan y cuáles prefieren devolver, pagando únicamente por lo que se quedan. La compañía elige las prendas con las indicaciones de los padres, quienes pueden indicar incluso cuál es su grado de atrevimiento en tendencias a la hora de vestir a sus hijos o si no les gusta un color en concreto. "El precio promedio de nuestras prendas es de 20 euros", señala García.
Actualmente no hay nadie en España con este modelo enfocado para niños, aunque sí para adultos. Su objetivo para 2019 es mantener los ritmos de crecimiento que están teniendo actualmente, que son de un promedio de un 50% mensual.
