Es interesante bucear en internet y leer el significado de la frase paños calientes, ya que obtienes dos significados completamente antagónicos. El primer significado se refiere a hacer más fácil una situación y dar una cierta sensación de alivio. Pero el segundo significado es el que alude a remedios o soluciones que no sirven para nada. Llegado septiembre podríamos utilizar esta expresión para tratar de deducir lo que realmente nos quieren vender los distintos partidos políticos ante lo que nos viene encima.
Empezaré con mi partido Ciudadanos para que nadie piense que quiero escurrir el bulto, aunque la verdad es que ya me he pronunciado en más de una ocasión al respecto. Refundación más que necesaria, pero sobre todo urgente; febrero de 2023 es muy tarde para llegar a unas elecciones municipales y autonómicas con garantías y con todo por hacer. Y es lo que va a suceder si no lo remediamos. En nuestra Comunitat lo que está en juego es Botànic sí o Botànic no para cuatro años más. No nos confundamos. Por lo tanto, no podemos esperar a que el desangramiento de los votantes de Ciudadanos y del centro liberal sea inútil en la contienda trascendental de mayo de 2023. El rearme y la nueva andadura del proyecto que surja de los militantes de base no debe estar reñido con un paréntesis necesario en las próximas elecciones municipales en algunos municipios y en la autonómicas de la Comunitat Valenciana, para no enterrar un proyecto que nadie duda tan necesario en nuestra sociedad. Solamente doy un dato: el nuevo Secretario de Organización nacional, así como de Acción Institucional de Ciudadanos es el portavoz adjunto de Navarra Suma. Si 50 diputados son la mayoría mínima necesaria para gobernar la próxima legislatura en Les Corts, no menos cierto es que 60.000 votos pueden decidir 3 diputados para que finalmente la balanza se decante por el centro derecha o por un tercer gobierno botánico.
Estaremos atentos al debate de política general a celebrar el próximo 27 y 29 de septiembre para conocer el adelanto de esa rebaja fiscal que anunció el president Puig. Pero ya les aseguro que los paños calientes del Botànic no van a solucionar la pérdida de nivel adquisitivo de todos los valencianos que hemos sufrido el pasado 2021, que estamos sufriendo en el 2022 y que sufriremos en el 2023. El martes conocíamos la inflación en agosto del 10,5%, la de los alimentos con subidas del 13,8% con una subyacente disparada, y con un Euribor que ya supera el 2%, cuando hace justo un año estaba en signo negativo.
Eso sí, el déficit que está generando este gobierno valenciano sigue aumentando descontroladamente: sumamos 2.317 millones de euros más en los primeros seis meses de este año, con lo que superamos los 55.000 millones de deuda. Es por eso por lo que no todo este déficit se puede achacar a un mal sistema de financiación autonómico. Eso ya no cuela tras 8 años al mando de las cuentas valencianas.
Sería interesante que el lector echase un vistazo a la hemeroteca para no olvidar todas las propuestas e iniciativas a lo largo de estas dos últimas legislaturas que ha presentado mi grupo Ciudadanos. Las fórmulas que hemos venido ofreciendo la oposición, tanto Ciudadanos como PP año tras año -con bajada de impuestos en renta y patrimonio, supresión del impuesto de sucesiones y donaciones, control de gasto superfluo, lucha contra la economía sumergida, eliminación de duplicidades o auditoría de las políticas de gasto, entre otras- no están reñidas con ofrecer unos servicios públicos de calidad, reduciendo el déficit al generar mayor riqueza, y reactivando el consumo y el empleo de calidad, sobre todo para que nuestros jóvenes no tengan que emigrar por falta de oportunidades.
Terminaremos septiembre con esos paños calientes en forma de propuestas en el debate más esperado de esta legislatura parlamentaria, pero que tristemente se quedarán en eso, paños calientes, ya que el único objetivo no es otro que las elecciones de mayo de 2023.