Para la libertad (financiera)

VALENCIA. Respetado lector: bienvenido a las primeras palabras escritas desde nuestra tribuna independiente. Menudo ‘palabro’: independencia. Está tan sobada y prostituida que ha perdido totalmente su significado. Desde nuestro punto de vista como asesores financieros y patrimoniales, la independencia significa libertad… Pero nos va a permitir que en estos artículos no sea libertad para usted, estimado ahorrador e inversor, sino libertad para nosotros.

Libertad para opinar sobre la industria financiera y de inversión,  sin conflictos de interés, influencias políticas ni miedo a represalias.

Libertad para desnudarle los productos financieros disponibles en el mercado, para que usted pueda tomar una decisión informada.

Libertad para utilizar un lenguaje que entendamos todos, pues no es cierto que las finanzas sean complicadas sino que nos las han contado así.

Libertad para descubrirle lo que le cuestan los servicios financieros, si no lo sabe –no es culpa suya- y quiere saberlo.

Libertad para revelarle que en la relación asesor-cliente existe una asimetría de información que sólo se resuelve con ética, formación y profesionalidad.

Libertad para contarle lo que pasa en nuestros países vecinos y por qué -en nuestro sector también- Spain is Different.

Libertad, como empresas reguladas, para reflexionar en voz alta sobre el entorno jurídico-fiscal y las actuaciones de los supervisores del sector: Banco de España (BdE), Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Dirección General de Seguros (DGS) y Ministerio de Consumo.

Libertad para intentar convencerle de que los asesores financieros no nos dedicamos a adivinar si la bolsa subirá o bajará, confundirle con nuestra jerga financiera, colocarle el producto financiero que más nos interesa e irnos a jugar al golf.

Libertad como empresarios para relatarle nuestras experiencias –amargas y divertidas- en un sector tan regulado y bancarizado como el nuestro.

Libertad para recordarle que usted es libre, que sus ahorros le pertenecen y que las decisiones -y la responsabilidad- sobre los mismos le corresponden a usted y a nadie más. No tiene por qué recibir presiones ni contratar productos financieros o aseguradores que no le interesen.

Libertad para saber que no está usted solo; que igual que tiene un abogado de confianza o un médico de cabecera, tiene muy cerca un profesional alineado con sus intereses que va a vigilar sus ahorros como si fueran propios, pues sus ingresos personales le van en ello.

Y finalmente, espero que nos lo permita, libertad para coincidir o no con usted en nuestro criterio, emitido siempre desde la mejor intención e independencia.

Esperamos que encuentre todo esto en nuestros artículos periódicos y los de nuestros colegas que nos acompañan en esta iniciativa. Si no es así, evidentemente es usted libre para dejar de leernos o criticarnos abiertamente (¡hágalo!). Lo único que podemos asegurarle es que vamos a aprender y divertirnos juntos en nuestros intercambios sobre este mundo financiero tan apasionante.

Fernando Ibáñez es cofundador y director general de Ética Patrimonios EAFI, además de vicepresidente de la Asociación Nacional de Empresas de Asesoramiento Financiero Independiente (ASEAFI) reguladas por la CNMV