MADRID (EP). Durante la primera semana de 2016, los mercados han visto grandes turbulencias y los traders e inversores están buscando cómo sacar beneficio de la caída que están protagonizando los mercados de acciones. El pánico vendedor que se está viviendo en China, que ha contagiado al resto de plazas bursátiles, está obligando a los inversores a reorganizar sus carteras.
Desde Saxo Bank destacan la tendencia creciente que están teniendo los inversores a la hora de operar en el mercado de acciones: aumento de posiciones cortas, es decir, especular que una acción o índice caerá y obtener un beneficio de ello.
Dadas las actuales turbulencias de los mercados, Saxo Bank ha seleccionado las 10 acciones con mayores posiciones cortas mediante CFDs, basadas en las negociaciones de 2016, donde los clientes del banco danés ven oportunidades de hacer dinero si los valores caen:
1. Apple Inc
2. Tesco Plc
3. Netflix Inc
4. BAE Systems
5. Lloyds Banking Group Plc
6. Marks & Spencer Group Plc
7. Banco Santander
8. Smiths Group Plc
9. Glencore Plc
10. Prudential Plc
La forma más habitual para cubrir las estrategias al estar corto es mediante el uso de CFDs, contratos por diferencia, donde uno posee un contrato en un valor o índice. En efecto, los CFDs permiten a los traders tomar ventaja de los precios que suben (posiciones largas) o los precios que bajan (posiciones cortas) sobre los instrumentos financieros subyacentes.
Un CFD es, por tanto, un acuerdo con el que los inversores obtienen un rendimiento por la diferencia entre el precio de la acción al que se vende y compra el contrato. Por ejemplo, aplicado a la renta variable, este tipo de contrato es un derivado de la acción que permite a los traders especular sobre los movimientos de precios de las acciones sin la necesidad de tener la propiedad de las acciones subyacentes.
'Estar largo' y comprar un CFD, se corresponde con la compra del activo subyacente, y asimismo anticipar cualquier posible retorno si la acción subyacente sube. Igualmente se puede estar corto en el mercado mediante la venta de un CFD y, de ese modo, especular y ganar con la caída en el mercado.
En una cartera, un inversor puede optar por 'estar largo' en el mercado y, por lo tanto, tener un 80 por ciento invertido en acciones individuales, pero, para protegerse contra el riesgo de caída de los precios de las acciones, el inversor puede 'estar corto' en el mercado en el 20 por ciento restante de la cartera.