MADRID (EP). La banca privada consiguió cerrar 2020 en positivo al registrar un avance en su patrimonio gestionado del 1,8%, con lo que se sitúa en 528.000 millones de años, aunque el crecimiento es menor que el registrado en 2019, cuando fue del 11,7%, según el observatorio sectorial DBK de Informa. El análisis destaca que las rentabilidades positivas y la revalorización de los activos se han registrado gracias a un escenario de actuación más favorable durante el segundo semestre, después de la alta volatilidad de los mercados financieros y movimientos de desinversión de la primera mitad del año.
Las entidades de banca universal perdieron peso específico en la cifra de patrimonio gestionado en banca privada: a finales de año acumulaban un 73,3% del total, casi un punto porcentual menos que en 2019. La participación de entidades especializadas se elevó al 26,7%, lo que refleja la creciente cuota de negocio reunida por los operadores de reciente incorporación, según explica Informa.
Se estima que alrededor de 490.000 clientes recibían servicios de banca privada, de los que el 42% del total se corresponde con el segmento de patrimonios situados entre los 600.000 euros y los dos millones de euros. En cuanto a 2021, la mejora de las expectativas bursátiles y la acumulación de liquidez permite prever una aceleración del ritmo del patrimonio gestionado en banca privada, con una variación de en torno al 5%.
Asimismo, el mantenimiento de los bajos tipos de interés y las incertidumbres fiscales tenderán a incrementar las necesidades de asesoramiento y gestión patrimonial entre los inversores con altos patrimonios. Los servicios de banca personal, por su parte, atendían en 2020 a 7,2 millones de clientes, de los que el 68% contaba con patrimonios inferiores a los 120.000 euros, y contaba con un patrimonio bajo gestión en este mercado de 621.000 millones de euros.